Despierta | Parte III | The Originals

Parte II.

Habían pasado cinco años desde lo acontecido con Dahlia y desde que Aiden escapara con la hija de Niklaus, tiempo en el que los Mikaelson se enfrentaron a nuevos enemigos y en el Niklaus no dejó ni un instante de buscar a su hija. Tiempo en el que Hope había crecido junto a Aiden y Adam, años en los cuales le enseñaron a controlar su poder, muchos hechizos que le ayudarían a protegerse y proteger a sus seres queridos. Al Aiden ser una viajera, debían cambiar de lugar cada cierto tiempo, de ciudad en ciudad, rentando casas, Hope estudiando en casa sin conocer a nadie más. La vida que Freya había sufrido con Dahlia, sólo ellas. Una vida a la que Hope ya se había acostumbrado, y que a diferencia de Freya, no odiaba.

Muchas cosas pasaron en Nueva Orleans, la llegada de viejos enemigos Lucien Castle, Tristan y Aurora de Martil quienes con ayuda de los Strix consiguieron darle pelea a los Mikaelson, la unión y separación de los mismos. Las muertes de Jackson, Camil y Davina que quebraron el corazón de los Mikaelson, el regreso de Kol y Finn. Pero después de eso ahora los Mikaelson se enfrentaba al enemigo más poderoso, Marcel quien después de haber sido asesinado por Elijah había regresado con un poder mayor al de Niklaus, con una letal mordida que mataba a cualquier vampiro que lo hiciera enojar.

Después de la rebelión que sufrieron, los Mikaelson tuvieron que ser encerrados en un sueño profundo para salvar sus vidas. Mientras Hayley y Jaden buscaban la forma de eliminar el veneno que paseaba por sus venas, luego de ser mordidos por Marcel. Dejando a Niklaus a la merced de éste último.

Habían pasado cinco años en los que Hayley no sabía nada de su hija, tiempo en el que sólo buscaba a representantes de las manadas de licántropos para crear la cura que ayudara a los Mikaelson, en compañía de Jaden quien después de enterarse de todo lo que había hecho Aiden en el tiempo que estuvo en su cuerpo, había cambiado su actitud. Ya no era más aquella niña asustada de todo, ahora entendía que tenía mucho que ofrecer aunque su cuerpo la limitaba a muchas cosas, no poder sanar con la sangre de los vampiros y no tener ninguna habilidad. Pero que estaría dispuesta a ayudar en lo que sea necesario.

Hayley y Jaden habían encontrado a la última representante de una manada, Keelin, la que les hacía falta. Ahora sólo era cuestión de convencerla de dar un poco de su veneno.

— ¿Estas segura que es ella? —cuestionó Jaden.

— La vieja de la aldea dijo que ella era, así que para mi es suficiente —respondió Hayley bajando del camión—. Ve a la parte de atrás, te aseguro que querrá escapar.

Hayley entro al bar donde se encontraba la chica, observó que estaba sentada en la barra, fue directamente hasta ella para hablar.

— ¿Keelin? —cuestionó Hayley sentándose junto a la chica.

— No te conozco, ¿qué es lo que quieres?

— No te preocupes, sólo necesito tú sangre, va a ser rápido.