Capítulo XV.

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Aiden se dirigió al cementerio en donde se encontraba Dahlia, en el mismo lugar de la noche anterior. Se acercó a ella lenta y silenciosamente.

— ¿Has visto tú cuerpo? —cuestionó Dahlia sin mirarla.

— Lo hice y debo decir que tus métodos son muy sensibles a mi gusto —dijo Aiden—, ¿puedo tener mi collar de vuelta?

— Lo necesitaba porque debía crear un vínculo reciente de ti —respondió Dahlia dándole el collar—, mi magia es muy tradicional.

— Lo capto, ¿qué haces ahora?

— Me uno con la mente de Niklaus para lograr hacerlo entender sobre lo que pienso hacer con su hija, tal como lo dijiste —comentó Dahlia.

— No lo olvides, debes de mostrarle los peores momentos de Freya —dijo Aiden tomando varios de los objetos que tenia Dahlia—. Por más malvado que Klaus aparente, sé que tiene un gran corazón y si ve lo que Freya sufría y con las palabras adecuadas, ese corazón puede ser tocado.

— Quiero que vayas a la mansión y le quites la daga, pero cuando lo ordene —dijo Dahlia dándole un pedazo de hoja—, te enviaré un mensaje ahí, en el momento adecuado.

— ¿Algo más?

— No por ahora.

Aiden salió del cementerio con rumbo a la mansión de los Mikaelson. Mientras Dahlia conseguía hablar con Niklaus y mostrarle partes de su historia.

Freya tenía un plan que iba en contra de lo que Elijah y Rebekah pensaban, por lo que decidieron actuar a sus espaldas. Mientras Hayley y Jackson seguían buscando la manera de irse del bosque.

Aiden llegó a la casa y en la sala se encontraba Elijah hablando por teléfono con Hayley sobre lo que planeaba hacer Freya con Hope para atraer a Dahlia a una trampa.

— Haré lo mejor para Hope —dijo Elijah antes de colgar el teléfono.

— No puedo creer que le clavarías la daga —expresó Aiden llamando su atención.

— No tenía opción.

— El Elijah que conocía nunca diría eso y nunca traicionaría a su hermano —comentó Aiden tratando de remover su conciencia—. Espero que su plan funcione y que no se arrepientan de esto, porque por mal que él esté, nunca dejaría que algo le pase a su hija.

— ¿Estás sugiriendo que le quite la daga?

— Quiero verlo.

Elijah llevó a Aiden donde tenía a Niklaus, obviamente Aiden ya sabía dónde estaba Niklaus porque ya había ido unas horas atrás. Pero se limito a fingir sorpresa por verlo de esa manera.

— Nunca imagine verlo así, no de esta manera. Todo lo que una vez fue Niklaus Mikaelson en esta ciudad se está perdiendo —dijo Aiden.

— Mi hermano ha tenido muchos problemas, sacando lo mejor y lo peor de él —expresó Elijah sin dejar de verlo.

— "Siempre y Para Siempre", ¿dónde quedo?

Elijah se quedo sin palabras después de escuchar a Aiden, la chica sólo planeaba hacerlo sentir mal por ello y claramente lo estaba consiguiendo.

— En tantos años jamás había sentido esto —dijo Elijah—, no sé que debo hacer.

— Te lo dije una vez y te lo repito, haz lo que creas conveniente —respondió Aiden. Comprendía que tenia a Elijah donde quería y de la manera en que quería, ahora solo restaba mantenerlo así y continuar con los demás.

Elijah recibió un mensaje que lo hizo abandonar la habitación, dejando a Aiden sola con Niklaus. La chica estuvo esperando por varias horas, aguardando por el mensaje de Dahlia. Cuando la noche se ponía, el papel se incendió; Aiden entendió que esa era la señal así que retiro la daga de Niklaus. Quien despertó repentinamente, aunque normalmente tardan más de lo que él lo hizo.

— Bienvenido a la realidad —dijo Aiden sonriendo.

Luego de que Niklaus se mejorara ambos salieron de la habitación hasta que Niklaus escuchó que Hayley hablaba, así que fue hasta el lugar en donde oyó que ésta decía que se llevaría a Hope alejándola de todos los enemigos que pudieran tener. Por lo que Niklaus salio enojado de la casa.

Aiden lo llevó hasta donde se encontraba Dahlia donde ellos hablaría sobre lo que harían, mientras Aiden regresaba con Adam. Quien estaba en la sala de su casa leyendo los grimorios que Aiden le había dado, de Esther.

— Llegas temprano —dijo Adam sin mirarla.

— Cambio de planes.

— ¿Qué quieres decir con eso? —cuestionó Adam dejando el libro yendo hasta ella.

— Confieso que pensé en dejar mi venganza contra los Mikaelson, pero ahora la he retomado —respondió Aiden ante la sorpresa de Adam—. No me mires así, esto es lo que los ancestros quieren. No voy a matar a Niklaus o alguno de ellos, voy a hacer que ellos lo hagan; entre ellos mismos.

— ¿Qué estás planeando exactamente?

— Voy a ayudar a Niklaus a eliminar a Dahlia y después, le voy a dar el mayor dolor de su alma —dijo Aiden tomando la vela—. Consigue boletos de avión, elige el destino.

— ¿Para cuándo?

— Mañana y que sea para tres.





Despierta | Parte III | The OriginalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora