Capítulo X.

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Aiden había regresado al Hotel después de la pequeña charla que tuvo con Freya. Debía de pensar mejor en lo que planeaba hacer, ya que su venganza contra la Familia Mikaelson ya le había propiciado dos nuevos enemigos y ningún aliado. Con la muerte de Esther, se había quedado sin ayuda y la única que parecía ayudarla era Josephine, pero sabía muy poco de ella y casi no estaban en contacto.

Lo que debía hacer era hablar con Adam e idealizar un plan y forjar una alianza sólida que la mantuviera a salvo mientras realizaba su cometido, entendiendo por forjar la alianza con algo más que un pacto entre malvados.

El llamado en la puerta la distrajo de sus pensamientos, se levanto a abrir y se sorprendió al ver del otro lado a Adam.

— ¿Cómo me encontraste? —cuestionó Aiden.

— Soy un hechicero, encontrar gente es algo que hago muy bien —respondió Adam entrando a la habitación—, ¿Es aquí dónde vives?

— Pago una muy buena renta por este lugar, así que prefiero no escuchar tu comentario sobre el lugar —dijo Aiden sentándose en el sofá, Adam se acerco a ella e hizo la misma acción—. Tengo la curiosidad de saber qué haces aquí.

— Vengo a ratificar que tengas el plan listo, Dahlia está ya en Nuevo Orleans y queremos saber el plan que tienes, lo que sea no debe pasar de hoy.

— No soy tan malvada como aparentó, tengo mi corazón —expresó Aiden sin mirarlo—. Pero he planeado algo, y no planeó hacerlo tan pronto. Disculpame con los ancestros, pero no trabajo tan rápido.

— ¿Por qué quieres prolongar el final de los Mikaelson?

Aiden no respondió, tal vez una parte dentro de ella no quería vengarse de los Mikaelson, tal vez ésta parte dentro de ella sentía que estaba actuando de una manera muy apresurada y por esa razón todo le estaba saliendo mal. Así que decidió mentirle.

— Pase más de dos años encerrada en ese lugar —dijo recordando—, no tienes la menor idea de lo que viví. No planeo que ellos mueran de una manera tan rápida, quiero que ellos sufran y si los ancestros no están de acuerdo con mis métodos, les recomiendo buscar a otro que haga su trabajo sucio.

Los ancestros lanzaron un hechizo que hizo que la nariz de Aiden comenzará a sangrar, la chica notó de inmediato el líquido cayendo de su nariz. Tomó un papel y rápidamente lo detuvo.

— Como notarás, los ancestros están en desacuerdo contigo —dijo Adam—. Comprendo el odio que tienes hacia los Mikaelson, no puedo imaginar lo que viviste ahí, pero eso no es algo que les importe —se levantó y camino hacia la salida, seguido de Aiden— Te recomiendo que tengas un plan para la comida.

— ¿Es esto una especie de invitación a comer? —cuestionó Aiden detrás de él.

— Como quieras tomarlo —dijo con una sonrisa—, te esperare en el mismo café del otro día. A las tres.

— ¿Eres paciente?

— No lo soy. Se puntual.

Dijo y después se fue, ahora debía tener un plan listo a las tres de la tarde y lo más difícil era que aún no planeaba vengarse de los Mikaelson. Así que decidió despejar su mente de tantos problemas, y qué mejor que ir a divertirse con los mismos Mikaelson, aquellos a quien tantas ganas tenia de hacerlos sufrir.

Mientras la familia Original había tenido su primer encuentro con Dahlia, en específico Hayley con Hope, quienes ahora planeaban algo para mantenerla alejada de Hope. Cuando Aiden llegó a la casa escucho los gritos de Niklaus que provenían del comedor, cuando iba llegando escuchó que hablaban de cómo Dahlia había tomado los cuerpos de varias personas del pueblo, así que decidió jugarles una broma.

— Se está preparando para una batalla —expresó Niklaus recargándose en la silla frente a él. Junto a él se encontraba Freya, Elijah, Hayley y Rebekah.

— Y mi querido Niklaus, voy a ganar esa batalla —dijo Aiden entrando a la habitación, cambiando su acento para que se notará más real.

— ¿Dahlia? —expresó Freya con miedo.

— No, sólo estaba jugando con ustedes —respondió Aiden con una sonrisa.

— No estamos en actitud de tolerar tus bromas Aiden —comentó Niklaus.

— Vamos Niklaus, tú no eres el aburrido de esta familia. Ahora que Kol murió, otra vez, imaginaba que estarían buscando la manera de traerlo de vuelta.

— Tenemos un problema más grande en estos momentos, pero consideraremos tu opinión —expresó Niklaus con una sonrisa.

— Si, la tía lunática, obsesionada con las primogénitas de cada familia —dijo Aiden observando a Freya—. Ya escuché la historia.

— ¿Debemos saber el por qué estás aquí? —cuestionó Rebekah llamando la atención de Aiden—, no recuerdo que te hayamos invitado a nuestros asuntos personales.

— Aiden estamos en una situación muy complicada en estos momentos, lo menos que queremos es un problema más —dijo Elijah levantándose.

— ¿Eso significa que ya no soy bienvenida aquí?

— Aiden, tú siempre serás bienvenida en nuestras vida, pero ahora si no tienes idea de dónde está nuestra tía lunática —dijo Niklaus acercándose a la chica—. Te pediré que vuelvas otro día.

Aiden lo observó por unos segundos y después volteo a ver a Freya— Puedo preguntarle a algunas personas.

— Grandioso.

Despierta | Parte III | The OriginalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora