Una Cuestión de Edad

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Robert

Siento un cálido tacto sobre mi espalda, alguien me la acaricia suavemente. Abro mis ojos y veo a Rose mirándome con ternura.

- Es la primera vez que alguien me mira en la forma en la que tú lo haces - digo 

- ¿En que sentido? - pregunta confundida. 

- Que no me mira con miedo, con odio. Nunca nadie me miró en una forma cariñosa. - digo con algo de tristeza. Rose pone su mano en mi mejilla y la acaricia. Se acerca y me besa. - ¿Tu madre donde piensa que estás? - pregunto. 

- Con Patrick 

- ¿Y Patrick?

- En mi casa - dice riendo.

- No puedo creer que este consintiendo que mientas. - digo.

Ríe - Es usted una mala influencia Sr Wallace. - hace una pausa - ¿Y tu esposa donde piensa que estás? 

- Muchas noches me quedo en la empresa, trabajando hasta tarde y me cruzo a dormir al hotel de enfrente. 

- Vaya, confía mucho en tí - dice apenada. 

- Rose, no te sientas mal, no estás destruyéndo nada. No se puede destruir algo que no existe. 

- ¿Y porque sigues casado? 

- No lo sé, supongo que para mantener las apariencias.... Además mi vida es más sencilla teniendola como mi esposa, que como mi ex esposa resentida. 

- ¿Nunca la amaste? - pregunta.

- No. No recuerdo haber amado a alguien en mi vida, ni siquiera a mis padres.

- Lo siento, hago muchas preguntas - dice apenada.

- Rose, está bien. Me conoces lo suficiente como para saber que yo respondo a lo que quiero. - ella sonríe. Hago una pausa - ¿Y tú? ¿Haz amado a alguien? No cuenta tu familia, ni Patrick.

Se queda pensando - No. Eh estado con muchos chicos pero nunca llegue a querer a ninguno. Supongo que no eh conocido al indicado - dice parándose de la cama. Comienza a buscar su ropa y a vestirse. Me siento en la cama y la observó. 

- ¿Te gustaría que pasemos el fin de semana juntos? - digo rompiendo el silencio. Rose deja de vestirse y me mira sorprendida. 

- ¿Lo dices enserio? - pregunta extrañada.

- ¿Tu que creés? 

- Vaya, pensé que yo iba a ser la que insistiria para vernos. - termina de vestirse. Agarra su bolso y se lo cuelga al ombro. Se me acerca y me besa. - Me encantaría. Nos vemos en el trabajo. 

Sale de la habitación del hotel. Me vuelvo a acostar. 

Rose me tiene como un perro a sus pies. 

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Rose

Tengo que pensar una buena mentira para poder pasar el fin de semana con Robert. No puedo creer que haya sido el quién lo propuso, está tan cambiado últimamente. 

Llegó al colegio y me acerco a mis dos amigos. 

- Hola - digo. 

- Hola Rose - dice Ian.

- Hola, estás hecha un desastre. - dice Patrick.

- Y vos estás tan caballeroso como siempre Patrick. 

- ¿Para que están los amigos si no es para decir la verdad? 

- Le recordaba a Patrick lo de mañana, pueden quedarse a dormir en casa el viernes por la noche si no llegamos a terminarlo. - dice Ian. - Mi padre no tiene problema.