Una Cuestión de Edad

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Ian

Abro los ojos al oír mi celular sonar con insistencia, miro la hora, eran las 5 de la mañana. Tomo mi celular y me aparece en la pantalla el número de Patrick, contesto.

- ¿Patrick? - pregunto extrañado.

- Ian.... - dice despacio con algo de tristeza.

- ¿Te encuentras bien? - pregunto

- Define bien.

- ¿Acaso estas borracho? - pregunto al oírle su voz sonar extraña.

- Si, estoy muy borracho.

Suspiro - Iré por ti, ¿Dónde estás?

- En el club nuevo del centro.

- Espérame ahí.

- No iré a ningún lado ricitos.

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Comienzo a caminar rápidamente. En las calles había gente fumando, gente borracha, y gente que volvía a sus casas.

- ¡Ian! - dice una voz alegré que hace que me detenga en seco. Veo hacia donde proviene la voz, y veo a Patrick sentado en los escalones de la entrada de una casa.

- Patrick, te dije que me esperaras en el club - digo algo molestó - Podría no haberte encontrado.

- Pero lo hiciste, tranquilo rubio teñido. - dice. Tenía los ojos algo entrecerrados y su voz delataba que estaba borracho ya que arrastraba las palabras, además de no pronunciar bien.

- ¿Y tus zapatos? - pregunto confundido al ver que estaba descalzo.

- Me robaron.... Mis zapatos, mi billetera, mi chaqueta - hace una pausa - Perdí mis llaves por ahí... Por suerte llevaba mi celular escondido entre mis pantalones.

Lo tomo del brazo y lo paro - Ven, mi auto no está muy lejos, iremos a mi casa.

Me saco la campera y se la extiendo.

- No, no, no, no puedo tomarla.

- Hazlo o te dará una pulmonia, ni sueñes que te daré mis zapatos.

Se pone la campera - No pretendía que me dieras nada.

- Rose me mataría si se entera que deje que su mejor amigo muriera de frío.

- Dudo que le importe...

- ¿Por qué dices eso? - pregunto confundido.

- La... La... Llame unas cinco veces... Y no me respondió - dice en tono borracho.

- Seguramente no escucho su celular, ahora vamos, antes de que te enfermes. - digo y pongo uno de sus brazos sobre mis hombros, y comenzamos a caminar hacia mi auto.

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Lo siento en mi cama, tenía la mirada perdida.

- Si que estás borracho - digo suspirando - Iré a buscarte algo para tomar.

No me responde, tenía la mirada fija en la ventana de mi habitación.

Bajo y voy hacia la cocina.

- Dios.... ¡Papá! - digo casi infartado al ver a mi padre sentado en la oscuridad de la cocina - ¿Que diablos haces en lo oscuro? ¿Un rito satánico?
- Quería sorprenderte, y vaya si que le hice. ¿De dónde vienes? Te oi salir, estas no son horas para que salgas jovencito.

- Me llamo el hijo del Sr Wallace para que lo fuera a buscar.

- ¿Patrick está aquí? - pregunta extrañado - ¿Es con quién te oi entrar?