Una Cuestión de Edad

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Rose

Estaba en la entrada de la escuela, esperando a que el llegará.

Veo que un auto negro polarizado estaciona en la puerta, y lo veo bajar.

- Pat... - digo con algo de tristeza al tenerlo enfrente mío.

- No me hables como si fuera un perrito abandono. - dice algo molesto y sigue caminando.

Camino detrás de él.

- Tu y yo aún tenemos una charla pendiente - digo.

- No tenemos nada de qué hablar. - dice aún caminado, y sin mirarme.

- ¿Lo que pasó el fin de semana te parece nada? - digo algo enojada.

- Ya demasiado tuve en mi casa con mis padres regañandome con que daño su reputación, como para ahora también tener que escucharte a ti.

Lo tomo del brazo, y se lo apreto con fuerza. El me mira.

- No tienes por qué tratarme así, solo me preocupo por ti.

- ¿A sí? - pregunta con algo de sarcasmo y tristeza.

- Sabes que te amo Patrick. - suspiro - ¿Que es lo que sucede? ¿Por que haz echo eso?

- No hice nada - dice serio

- ¿Por que ibas a hacer eso? - reformulo

- ¿Acaso nunca te sentiste tan casada, tan triste, tan vacía; que la única solución es dejar de sentir para siempre? - dice con tristeza

- Si me eh sentido así, pero jamas se me ah pasado por la cabeza intentar suicidarme. Ni siquiera cuando murió mi papa, y honestamente en ese tiempo creía que era el fin de mi mundo.

- Supongo que no todos reaccionamos igual a los problemas... - dice serio y sigue caminado.

Camino detrás de el - ¿Que problemas tienes? - pregunto preocupada, el sigue caminado ignorándome - ¡Patrick! - grito enojada.

Me mira fastidiado - ¿Puedes dejarme tranquilo? No tengo ganas de aguantarte. - sigue caminado. 

Quedo parada en shock, mirando como se aleja.

- Ro - oigo la voz de Ian. Miro a mi izquierda, y lo veo a mi lado. - ¿Todo bien?

- No. No se como llegar a el. ¿En que momento me volví una extraña en la vida de mi mejor amigo? 

- ¿Tu le cuentas absolutamente todo a Patrick?

Quedo callada - No.

- Tienes que entender que hay algunas cosas que son muy privadas en la vida de uno, nunca vas a llegar a conocer a alguien en su totalidad.

- ¡Trato de suicidarse Ian! - digo enojada.

- Lo se, y es algo grave, pero no vas a lograr que el hable contigo si actúas como sus padres. En vez de regañarlo, trata de entenderlo. 

Suspiro - ¿Y como hago eso?

- Escucha, no critiques.  

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Robert

Estaba terminado una presentación en mi computadora, cuando oigo que tocan la puerta de mi oficina. A los segundos veo la cabeza de Rose asomarse por la puerta entreabierta.

- Hola linda - digo con una sonrisa.

Estaba seria, pero sonríe sin poder evitarlo.

- ¿Linda? - pregunta aun tratando se reprimir su hermosa sonrisa.