Una Cuestión de Edad

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Rose

- Recuérdame que la próxima vez acepte tu oferta de ir en avión. – digo

- Eres tan obstinada. – dice Robert conduciendo – Ya estaríamos allí, pero preferiste hacerte la difícil, ahora tuvimos que soportar dos días de viaje en auto.

- A mí me gusta. – dice Gus sonriente sentado en el asiento trasero del auto de Robert.

- Y eso es todo lo que importa. – dice Robert. Saca una de sus manos del volante y prende el equipo de audio. - Busca algo de música Rose.

Suspiro frustrada y comienzo a cambiar de radio.

- ¡Mami! Deja ahí... - me dice Gus.

Me detengo de cambiar la radio, comienza a sonar una canción bastante animada.

- En la fuerza está el poder, en el sabio está el saber, con el tiempo todo llegara... - comienza a cantar Gus - En el día que hoy comienza, mil repuestas buscaras, subirás a la montaña, la cima alcanzaras...

- Hijo de hombre, busca y ve. – cantan Gus y Robert a dúo. Miro a Robert - Que tu alma libre este, orgulloso un día estarás, hijo de hombre, un hombre un día serás.

Pasaron algunas horas.

Robert seguía conduciendo, Gus se había quedado dormido en la parte trasera.

- ¿Cómo te la sabias? – pregunto rompiendo el silencio.

- En un día vimos cinco veces Tarzán y logro que yo accediera a cantarla con él.

- Vaya... Cada día me sorprendo más. Para ser honesta no te tenía fe.

- Yo tampoco me la tenía, pero Gus hace que sea muy fácil querer serlo... Quiero ser un buen padre para él, quiero ser una mejor persona por él, quiero que sienta orgullo de mí. – hace una pausa – Puede que no me creas... Pero adoro y amo a este niño.

- Te creo... Me has demostrado que puedes ser buen padre para Gus.

Quedamos en silencio.

- ¿Cuánto falta para llegar? – pregunto.

- Una hora aproximadamente. – dice. Lo miro, el me observaba.

- Pon la vista al frente. – lo regaño.

Mira hacia adelante - ¿Estas nerviosa? – pregunta.

- No, ¿Por qué debería estarlo? ..... Aparezco después de cinco años y con un hijo. Les eh causado mucho sufrimiento a mi madre y a mi hermana. No tengo porque estar nerviosa, ¿no? – digo con algo de sarcasmo.

- No deberías estarlo. Siempre has sido una mujer muy valiente, que supera sus miedos y les hace frente.

- No me considero valiente.

- Dejaste absolutamente todo y comenzaste una nueva vida desde cero para ti y para tu hijo. Solo tenías 18 años. Yo creo que eso es muy valiente.

- Si tú lo dices.... – digo aun algo nerviosa.

- Te contare algo, para ver si eso ayuda a tus nervios.

- ¿Qué cosa? – pregunto extrañada.

- Fui a verlos...

- ¿A quiénes? – pregunto confundida.

- A mis padres... a los verdaderos.

- ¿Fuiste a Escocia? – pregunto sorprendida.

- Si... Fue varios meses después de que te fuiste. Fue sin planearlo... Se me paso por la cabeza y a la hora estaba a punto de tomar un vuelo.

- ¿Los encontraste? – pregunto.