Capítulo 6

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Levanté la mirada y medio sonreí, para luego bajarla y plantarla en mi comida. Su mirada reprobatoria seguía haciéndome recordar a Lizzie, era una tortura verle.
Me miro pero no dijo nada y siguió comiendo, me sentía boba esperando una respuesta, decidí seguir comiendo en silencio y admirar la vista, era genial ver a los niños correr de un lado a otro me hacia recordar a mi hermano, hacia ya un tiempo que no sabía nada de él, tome un sorbo de pepsi y seguí mirando el lugar luego empecé a toser como boba al verle que estaba haciendo ella aquí. 
Levanté la mirada y ella comenzaba a toser escandalosamente, miré hacia la derecha allí pude ver a una chica que caminaba hacia acá-. ¿Quién es? -pregunté aún comiendo.
Si Ian estoy bien gracias volví a poner mis ojos en blanco- La ex novia de mi hermano quien le dejo plantado en el altar y quien puedo considerar mi mayor competencia –dije molesta dejando el plato de comida- Se me ha quitado el hambre. 
- ¿Competencia? -pregunté mientras terminaba con mi plato y bebía un poco de mi soda. La observé y juraría que si la mirada de esa chica lanzara dagas, Mila ya estaría desangrándose frente a mí.
-Robo mis diseños hace unos años y los expuso como suyos –dije realmente molesta- Y luego plato a mi hermano en el altar, claro luego me vine de Italia eh hice mi propio imperio, la baje de su trono y me odia a muerte… Ah por cierto es una zorra descarada así que en cuanto llegue empezara a coquetear contigo, así que espero que lo que hablamos en el avión lo recuerdes –No sabía ni porque decía eso pero ver a Nathalie siempre hacia que la sangre me hirviera y solo pensara con el hígado- 
Levanté una ceja y la señorita se acercó a nosotros, yo a penas levanté la mirada pues la tenía puesta en Mila.
- Buenas tardes, ¡Que sorpresa verte aquí Mila! -dijo ella.
- Buenas tardes -respondí aún sin mirarle, ¿para qué?
- ¿Qué te trae por aquí? -preguntó la chica.
-Luego de terminar una colección y terminar los últimos preparativos para una fundación no caen mal unas vacaciones –dije dedicándole una falsa sonrisa-
-Ya veo –dijo mirándome de arriba abajo- Has subido de peso Mila –dijo burlona y poso su vista en Ian- Oh no nos han presentado soy Nathalie Bonet es un placer –dijo coqueta acercando su mano a Ian-
Cuando escuché que la había llamado gorda sentí que la sangre me ardió debajo de la piel. Le miré y estreché su mano-. Ian Somerhalder -respondí y ella no me soltaba, por lo que yo la zafé.
- ¿No es usted el multimillonario de empresas Green Somerhalder Arts Corp? -preguntó y yo suspiré.
- Así es -respondí y bebí un poco de mi soda.
-Oh es un gusto conocerte –se sentó sin invitación a la mesa-
-Y cuénteme ¿de donde se conocen? ¿Amigos? ¿Encuentro casual? O ¿Novios?
Mi sangre hirvió había ido demasiado lejos- Eso es algo que a ti no te importa sabes –me cruce de brazos- La mujer gorda te pide que te retires de la mesa ahora mismo Bonet –la fulmine con la mirada-
- Tranquila cariño -mencioné tomando su mano por encima de la mesa, ella me miró y resopló-. Cuando una mujer le pregunta a otra sobre el chico que tiene al frente, quiere decir que enserio quiere robártelo -Bonet se puso roja-. Es una pena que quien me haya flechado hayas sido tú -sonreí-. Señorita, me alegro de haberle conocido. Pero estamos en medio de nuestra luna de miel.
Estoy segura que mis ojos se abrieron tanto como los de Nathalie y mi boca fue a dar al suelo- Luna de miel –dijo Nathalie asombrada- Mila porque, ¿cuándo? ¿Dónde? ¿Dónde está tu anillo? –Me miro arqueando una ceja-

-No iba a meterme al mar con él y estropearlo –dije como si nada- Fue algo privado ya sabes solo AMIGOS, te pido dejes disfrutar de mi luna de miel con mi apuesto esposo así que –Nathalie asintió y se fue de la mesa, dejándonos a nosotros aun con las manos entrelazadas- Gracias por eso –le dedique una tierna sonrisa-
Esperé hasta que la señorita se fue del establecimiento para soltar su mano. Luego volví a mi taco abandonado-. No es nada esposa mía -respondí con media sonrisa y luego terminaba de comer-. Por cierto... me gusta tu cuerpo, con que a mí me guste basta.

Me ruborice y asentí, no entendía porque decía tal cosa y porque yo me comportaba tan boba con él, seguí comiendo mi hamburguesa, Ian se le notaba cansado por lo que fuimos a la habitación el se metió a su habitación y yo me fui al balcón con mi ipad para seguir leyendo mi libro 50 sombras, parecía boba pegando suspiros y leyendo detenidamente el libro, que daría yo por tener un Grey en mi vida, no se cuanto tiempo estuve allí hasta que sentí una mano en mi hombro.
(…)

Estaba en mi habitación, por fin había dormido bien, las horas que siempre me permitía, cuatro. Al despertar eran las nueve de la noche y me vestí un tanto casual. Caminé hacia la habitación de Mila y cuando entré ella estaba en su balcón, a lo lejos veía las letras-. Christian Grey eh...
Me voltee y me ruborice de inmediato- Es un tipo fascinante, -dije sonriendo mientras dejaba el ipad en la mesa eh Ian se sentaba enfrente- Has dormido bien? 
- Tenía dos días sin dormir, mi cuerpo lo pedía a gritos -sonreí-. ¿Cómo te sientes?
-En este momento con ganas de llorar este libro es asombroso –dije emocionada- Pero me siento realmente bien, lo estoy pasando realmente bien –le dedique una sonrisa sincera- ¿Y tú?
- No me había sentido tan relajado en mucho tiempo -confesé sonriéndole cordialmente-. ¿Cree ahora que pueda pagarme la cena que me debe?
Asentí- Me das un momento y me arreglo un poco aun tengo arena en el cabello y escuche que hay un restaurante rico a unas cuadras no muy lejos del hotel.
- Bien, te esperaré en la sala -mencioné poniéndome de pie, recibí una llamada telefónica-. Dios... esos no me pueden dejar en paz ni por un fin de semana -dije y vi el vaso de Mila en la mesa-. Ups -dije y ahogué allí el celular.
(…)

Salí vestida con un vestido floreado, con la espalda descubierta, cuando note que en mi vaso de agua había un celular nadando, negué con la cabeza termine de peinar mi cabello tome mi bolso y fui a encontrarme con Ian.

-Tu celular murió en mi agua –dije poniendo el vaso en la mesa-
- ¿Uy enserio? -pregunté-. Es una pena... el lunes compraré otro -dije mientras me levantaba y alborotaba un poco mi cabello. Caminé hacia ella y tomé su mano. Luego caminamos hacia la puerta y al elevador, donde le solté y las metí a mis bolsillos.
Soltó mi mano y fruncí el seño porque lo hizo, me gustaba sentirle se sentía realmente bien, al llegar a la planta baja camine detrás de Ian y llegamos a su deportivo, subimos y arrancamos hasta llegar al intimo y pequeño restaurante de comida italiana, pedimos y ambos estábamos tomando nuestras bebidas y luego una pregunta vino a mi cabeza- Ian te has enamorado alguna vez?
Había pedido pasta con rabioles y algo de vino tinto. La noche al menos pintaba bien, hasta que su pregunta me desconcertó un poco. Levanté la mirada-. ¿Por qué la pregunta?
-Curiosidad, disculpa fue algo de la nada hagamos que nunca pregunte nada –dije apenada mientras tomaba un sorbo de mi vino y jugaba con el tenedor-
- Una vez -respondí mientras bebía un poco de vino-. Pero mi odio extremo por esa mujer sobrepasó el amor que sentí por ella.
Mis ojos se abrieron, no sabía si preguntarle quería hacerlo pero podía contestarme un y a ti que te importa, era meterme en terreno ajeno y de mis labios solo salió- Oh ya veo.
- Haga la pregunta -pedí- este fin de semana es mi esposa a los ojos de varias personas -mencioné sintiendo la mirada de muchas chicas en mí.
-Porque gano el odio al amor –solté de golpe realmente quería saberlo y sentía una gran necesidad de ello.

Let's Begin With a Forever. (Ian Somerhalder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora