Capítulo 35

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Apreté el brazo de mi abuelo, mis padres no habían venido, era increíble quien se pierde la boda de su hija. Mire al frente y note la mano apretada de Ian y su mandíbula tensa, reí divertida estaba realmente nervioso, mi abuelo me dejo en el altar no sin antes besar mi frente, fije mi mirada en Ian y le susurre “Ya vine, no tendrás que matarme” le guiñe el ojo, el tomo mi mano y ambos giramos para encontrarnos con el sacerdote. 
(…)

Sonreí y el sacerdote comenzó a decir el discurso. La miraba de reojo y ella lucía tan perfecta, tan feliz, como si este fuera el mejor día de su vida. Era tan hermosa, ¿cómo rayos había sucedido que yo quedara con alguien como ella? Apreté los labios tratando de disimular mi boba sonrisa, pero era inevitable no reírme bajito.
(…)

Quien diría que la desquiciada Mila Vilani amante del trabajo y casada con el, se estaría casando en este momento y no con cualquier tipo si no con el amor de su vida, mire a Ian y note que me miraba le dedique una tierna sonrisa, era increíble lo guapo y la suerte que tenia, Louis tenía razón siempre al recordarme lo guapo que era mi futuro marido, el era precioso. El padre hizo que nos miráramos de frente mientras él hablaba “En la salud y en la enfermedad” Recordé nuestra primera cita, el evento de Chevrolet, como estuvo pendiente de mi durante toda la noche, “En las buenas y en las malas” Cuando robaron mi trabajo el y Izzy estuvieron conmigo en todo momento apoyándome dando fuerzas y motivación. Apreté fuerte su mano y sonreí deseaba poder besarlo y compartir junto a el, el resto de mi vida.
(…)

Los votos fueron los más lentos que había escuchado en mi vida, aunque le deposité todo mi corazón en ellos, lo único que quería era terminar para poder besarla. Cuando por fin el sacerdote medio autorización. Di un paso hacia adelante y tomé sus mejillas entre mis manos.
- Para mí... -susurré- ahora ya es suficiente -dije y cerré sus labios con mi boca, atrayéndola más a mí y diciéndole, o más bien probándole, que no había nada que me hiciera separarme de ella. Que ahora mi vida le pertenecía, que ahora yo era todo suyo. La atraje más a mí, abrazándola por la cintura y sonreí-. Hola señora Somerhalder.
Escuche los aplausos en la iglesia, una sonrisa se formo en mi rostro aun sin separarme de los labios de Ian cuando el hablo- Nos casamos –dije emocionada-
- Estás de blanco, yo de un chaleco incómodo y que pica, con el sacerdote frente a mí sosteniéndote en mis brazos, luego del "sí, acepto" y tú a penas lo notas -dije y la besé de nuevo-. Ya es mi señora Somerhalder.
Bese de nuevo sus labios cortamente y luego salimos de la iglesia, todos nos felicitaban y nos tomaban fotos, caminamos hasta la limosina tediosa que había alquilado Ian, y nos adentramos en ella para dirigirnos al salón donde tendríamos nuestra pequeña fiesta, apoye mi cabeza en su hombro y uní nuestras manos admirando nuestros anillos de boda- Mila Somerhalder. Mi nuevo nombre es realmente sexy. 
Sonreí y la abracé más a mí-. Toda tú eres simplemente sexy -respondí besándola tiernamente-. Espera a que sea de noche cariño... -susurré.
Reí divertida y mordí su hombro ligeramente- Se acabo la tortura… No volvamos a hacer caso a mis geniales ideas ¿te parece?
Sonreí y asentí-. Por favor... no más torturas -mencioné-. En el baño hace unas semanas... pensé que por fin te tendría pero... eres fuerte señora Somerhalder.
-Me torturaste durante todo el mes, sabes lo tedioso que era tener luchar por qué no vieras mi vestido y por soportar las enormes ganas de hacerte el amor mi pobre frijolito y yo sufríamos y nos ahogábamos en chocolate para lidiar mi enorme tensión y ganas de comerte a besos.
Sonreí y la cargué sentándola en mi regazo y acomodando su vestido el cual ocupaba gran parte del auto-. Una terrible tortura de mi parte -susurré- pero terminará... hoy terminará.
-Bese sus labios tiernamente mientras le ayudaba a aflojarse un poco la corbata, cuando logre hacerlo solté los 2 primeros botones de su camisa y bese su cuello – Mmm ¿Y si nos brincamos la fiesta? –dije divertida.
- Tú la organizaste -susurré- y mi nana y tus abuelos nos esperan -susurré-. Pero puedo hacer que disfrutes mucho el camino al salón -susurré entre el beso algo fiero.
Solté un gruñido al sentir ese beso fiero- No sabes cuánto necesitaba esto –dije al sentir los besos de Ian recorrer mi cuello- Te extrañe cariño. 
Busqué el borde de su vestido y todo para ver ese liguero tan tentador-. Luego lo morderé con más delicadeza -susurré y la moví para poder abrir mi pantalón-. No grites... -pedí mientras me acomodaba y la besaba fieramente de nuevo, acercándola más a mí.
-En el coche –dije en un susurro al sentir como Ian estaba a punto de entrar en mi- Bésame porque te juro que va ha pasado tanto tiempo que el chofer pensara que me estas matando–dije divertida-
La giré y la besé apasionadamente mientras estaba en ella y gruñí bajito sintiendo su cuerpo de nuevo en el mío. Hacía tanto que no la sentía que hasta se me había olvidado la sensación. Gruñí y la aferré más a mí-. Te extrañaba.
Termine cayendo en su pecho agotada tratando de recuperar mi aliento- Dios Ian eso ha sido –bese sus labios cortamente- Mi marido es ardiente –dije divertida.
Reí bajito y la besé muy lentamente-. Acomódate el vestido, ya llegamos -susurré besando sus mejillas-. Saldrás con una felicidad renovada.
-Mi trabajo de mes y medio se ha estropeado –dije acomodando mi vestido- Desde que dijiste que si en el altar tengo esta sonrisa, solo que ahora se intensifico al doble –bese su mejilla-
- Me encanta el brillo que ahora hay en tus ojos -dije besando su mano-. Hay que entrar allí mujer, ¿lista para ver a mi nana otra vez?
Salimos y Ian tomo mi mano- Estoy lista para bailar el primer baile con mi esposo –dije sonriendo mientras jalaba a Ian dentro del salón.
Sonreí y noté cómo todos aplaudían al vernos entrar. Sonreímos y saludamos a todos mientras caminábamos-. Gracias -sonreí mientras me alejaba con Mila de mi mano.
(…)

(http://www.youtube.com/watch?v=JJLpKbqGYco)

Ian y yo nos pusimos en medio del salón, todas las miradas se posaron sobre nosotros y yo sonreía, luego recordé la única tarea que había tenido Ian durante toda la organización de la boda- Que canción has elegido.
Ian tomo mi cintura con una mano y con la otra unió nuestras manos- Ya lo veras –La canción comenzó a sonar, mire a Ian y este tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro-
- Espero que te guste -dije mientras tomaba su mano y besaba sus nudillos-. Porque pasé cerca de dos días escuchando música romántica y llorando con todas... 
Reí y bese sus labios cortamente- Por eso te la pasabas metido en el estudio y salías con tus ojos rojos cierto –Este asintió- Es hermosa –Ambos nos movíamos lentamente, mientras otras parejas en el salón también lo hacían- Quiero irme ya a no sé dónde iremos porque no has querido decime. 
- Te he dicho que es una sorpresa señora Somerhalder -susurré- has estado muy ansiosa hoy. ¿Quieres llegar al lugar de la luna de miel o quieres la noche de bodas? -pregunté riendo mientras besaba sus labios dulce y castamente.
-Ambas –dije divertida y lleve mis manos a su cuello para jugar con su cabello mientras el ponía ambas manos en mi cintura y seguíamos bailando- Mi pequeño frijolito y yo te extrañábamos… además ya estamos casados y estoy embarazada, complace a tu mujer embarazada y enamorada, -Ian me hizo dar una vuelta y luego me atrajo a él- Te dije lo bien que te queda ese traje, tendré que agradecerle a la tal Vilani por tan perfecta vista. 
- Esa diseñadora tiene una gran vista -dije y ella frunció el ceño-. Es la diseñadora más adorable que he conocido jamás, ¿te dije que una vez salió con un vestido rojo en una pasarela y casi se me sale el corazón cuando la vi?
Negué con la cabeza divertida y sonreí- No nunca me has hablado de ella, quieres resumirme su historia. 
- Bien, yo estaba cansado, harto de estar invirtiendo en tonterías, esto era lo único a lo que más o menos era viable. Yo tenía que encontrar a una chica que según todas las revistas era la mejor modelo internacional, ¿pero sabes qué encontré? A un hermosa, inteligente, rejega, come hamburguesas, diseñadora, que me hizo cambiar mi modo de ver las pasarelas -susurré.

Let's Begin With a Forever. (Ian Somerhalder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora