Capítulo 33

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Sonreí y comencé a arrancarle todas las prendas que quedaban, últimamente yo no le tenía cariño a ninguna que tuviera, por lo que siempre terminaba comprándose más o arreglándola en su estudio. La acerqué más a mí y la presioné con mi cuerpo en la cama, mientras la besaba más apasionadamente.
Gruñí al sentir los labios de Ian recorrer desde mi cuello hasta mi ombligo- Amo al Ian dominantesexy –hice un movimiento y quede encima de él- Pero esta noche no lo serás cariño –lo bese apasionadamente-
Levanté una ceja y la giré para poderla atrapar mientras besaba con fiereza su cuello-. ¿Quién dijo que no? -pregunté.
-Tu dominante esposa –me gire me senté encima de el- Si seguimos dando estas vueltas en la cama terminaremos en el suelo así que quieto –mordí su pezón y volví a besar sus labios fieramente-
- Auch -dije y sentí sus labios en los míos, sonreí divertido y decidí dejar que ella hiciera conmigo lo que quisiera, total... yo era suyo.
Bese cada centímetro de su cuerpo, con mis labios y lengua, era genial sentir como con cada beso su cuerpo se erizaba, amaba absolutamente todo de él, en pequeños movimientos hice que entrara en mi haciéndonos gemir a ambos. 
Yo no sé, pero creo que la haría tomar el control más seguido, me hacía sentir excelentemente bien. Me conocía y sabía lo que me gustaba. La abracé más a mí, sintiendo su piel rozar con la mía. Mordí sus labios y la acerqué más a mí.
En un beso tierno y apasionado, caí rendida sobre su pecho y este beso mi cabello dulcemente- Amo comportarme como una descarada –dije divertida- Tenemos excelentes resultados. 
(…)

Estaba acurrucada en el pecho de Ian, mientras él jugaba con mi cabello- Eh tenido una estupenda idea –dije levantándome de golpe y sentándome en la cama –Este me miro divertido- No haremos mas el amor hasta casarnos. 
Me le quedé mirando y luego solté una carcajada bastante ruidosa, ella me fulminó con la mirada y yo acaricié su rostro-. ¿Crees resistir por un mes y quince días? -pregunté.
Me cruce de brazos y fruncí el seño- Claro que puedo estuve 2 años sin tener relaciones recuerdas la pregunta aquí es tu puedes? 
- Cariño no he tenido muchas novias que digamos desde... nunca -dije alzando una ceja-. Bien... cero relaciones ni contacto de ese tipo por el próximo mes y quince días.
-Dije sin relaciones no que no habrán besos –Moví mis cejas divertida-
- Cariño, habrá besos... castos -dije y le di uno silencioso-. Así.
-Bueno nuestra última vez fue intensa, imagina lo genial que será nuestra noche de bodas –me acosté de nuevo a su lado y empecé a pasar mis dedos alrededor de su pecho-
-Calla, eres tan sexy cuando dices esas cosas que no creo poder aguantarlo –me levante de golpe- Han quedado patas y hamburguesa y bebe y yo tenemos hambre, papa nos ha desgastado –dije divertida y me puse su camisa- 
(…)

Llegué de la oficina, realmente cansado, ha pasado una semana sin que tocara a Mila y la verdad ya me estaba cansando. La haría caer sutilmente. Era mi mujer, mi prometida, mi esposita. La haría caer sea como fuere. 
Llegué a la casa y ella estaba en su estudio por lo que escuchaba, pues solamente ella tenía la música de Mcfly a todo lo que daba cuando estaba concentrada. Caminé hacia mi habitación y me quité el saco, la corbata y me bajé el pantalón hasta las caderas. Me desabroché la camisa los primeros botones y las mangas las doblé. Me despeiné un poco el cabello y luego de perfumarme otra vez. Entré a su estudio y ella estaba recargada en su lienzo, caminé silenciosamente hacia ella y puse las manos ambos lados de su cuerpo, apoyando mi espalda en la de ella-. Hola -susurré en su oído.
Ese perfume y sentir sus brazos recorrer mi cintura hizo que todo en mi reaccionara, voltee a verlo venia sin saco, sus 2 primero botones sueltos y su cabello perfectamente despeinado, reí y bese cortamente sus labios- Se lo que tramas Somerhalder y no va a funcionar, no esta vez –dije sin apartarme de su agarre-
- Nadie está tramando nada, acabo de llegar del trabajo y lo único que quiero es abrazar y ver a mi mujer -sonreí y besé sus labios castamente, con las ganas que tenía de arrancárselos. Sonreí y besé su frente.
-Si fueras a trabajar así de sexy todos los días no dejaría que salgas de casa –dije sin dejar de dibujar- ¿Te gusta? –dije mostrándole los pequeños diseños de ropa para bebe en los que había trabajado durante toda la tarde, me acerque y bese sus labios un poco más intenso de lo que habíamos hecho durante toda la semana- Un mes y 5 días cariño.
Todo iba bien hasta que me recordó los días de mi tortura. Asentí y besé su cabello-. Sí, son bonitos... nuestro frijolito será todo un modelo cuando nazca -reímos- iré a cenar... ¿me acompañas?
Asentí y sonreí, me levante y caminamos hasta la cocina.
(…)

Ya han pasado 3 semanas desde que no eh estado en nada con Ian y me estaba volviendo loca realmente, había arrasado con los chocolates que compro Ana hoy en la mañana, mi frijolito el cual ya tenía un mes y una semana me estaba jugando una mala pasada con mis hormonas, y Ian no me ayudaba mucho puesto que últimamente le gusta andar desnudo por la casa. Hoy estábamos solos en casa, cosa que no ayudaba mucho, yo estaba en camisón por toda la casa y Ian estaba en la habitación escuche que me llamaba, subí las escaleras comiéndome mi último chocolate entre a la habitación y nada, abrí la puerta del baño y allí estaba en la tina llena de espuma con una copa en su mano y con una mirada divertida cosa que hizo que lo fulminara con la mirada. 

Tres semanas, tres largas y duras semanas, ya no lo toleraba. Explotaría si no estaba con ella, y todo era por su culpa, me acostumbró a estar con ella dos veces o más al día y ahora estar en completo celibato me volvería loco. Saboreaba mi copa de vino y le llamé, cuando entró supo inmediatamente lo que trataba.
- Necesito ayuda -dije poniendo la copa a un lado-. ¿Me tallas la espalda?
Arque una ceja y fruncí el seño- ¿Y desde cuando ocupas ayuda para eso? –Este hizo un puchero y puse los ojos en blanco, tome la esponja y la unte de gel de baño- No funcionara y lo sabes cierto –dije cerca de su oído mientras frotaba su espalda, este juego podíamos jugarlo los 2-
Sonreí divertido mientras sentía la caricia y la esponja con la que Mila me tallaba, me hice hacia adelante y sentía sus manos un tanto más abajo de mi espalda. Apreté los labios entre mis Dientes para no sonreír, sino para seguir aséptico-. Un poquito más fuerte.
Moría por tocarle y besar cada centímetro de su espalda, maldita idea de no tener relaciones en que mente cavia tal cosa, deje la esponja a un lado y frote el gel en mis manos y empecé a darle un pequeño masaje en su espalda mientras frotaba el resto del gel en ella- ¿Así te gusta? –le susurre al oído mientras le daba un corto beso detrás de su oreja-
Me estaba torturando, y sabía exactamente cómo hacerlo, asentí y ella siguió masajeando mi espalda. Suspiré y por debajo del agua, tomé sus manos y las guié un poco más adelante, para que desde mi espalda masajeara mi pecho, y mi abdomen, sintiendo sus manos en mi piel, giré el rostro y besé la comisura de sus labios, mientras la hacía acercarse cada vez más.
Mi respiración se acelero, el seducido termino seduciéndome y torturándome, seguí masajeando desde su cuello hasta mas debajo de su pecho, pero volvía a subir, sabía que si bajaba mas no tendría escapatoria, tome la espuma la unte de gel y me senté al borde de la tina, Ian tenía los ojos cerrados y yo con la espuma tallaba cada centímetro de su espalda, baje y baje hasta que solté la espuma y me levante, Ian abrió los ojos- Tu puedes seguir con el resto.
- Demonios -susurré y vi cómo se iba del baño. Bajé la cabeza rendido y terminé por bañarme solo y rápido. Salí y me puse solo una toalla alrededor de mi cintura, necesitaba más vino. Llegué a la cocina y ella estaba allí-. ¿Qué harás de cenar para hoy?.

Let's Begin With a Forever. (Ian Somerhalder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora