Capítulo 36

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-Entonces tu ibas a ver a Kristen pero te has terminado enamorando de una rejega amante del trabajo –este asintió- Pues yo te contare mi historia, estaba estresada la irresponsable de Kristen no había llegado y la pasarela comenzaba en 5 minutos, Louis me obligo a lucir el vestido, al salir a la pasarela me encontré con un chico con un penetrante mirada azul que hizo que por poco callera del escenario, luego nos conocimos y por Dios como te odie –dije divertida- Luego salimos y yo estaba fatal, igual fue un caballero y me invito a salir… Y así paso vacaciones, luego se olvido de mi existencia así que tuve que enviar un correo, lo salve de unas arpías nos fuimos de vacaciones, me enamore y él me frustraba porque no me besaba me hacia volverme loca, nos casamos de mentiras y éramos una pareja feliz, luego llego a casa de mis abuelos con una nena hermosa la cual nos mira desde el cielo, y ahora estamos bailando porque es el dia de nuestra boda, oh y por cierto en aproximadamente 7 meses seremos padres –dije divertida- Y ese es mi cuento favorito de todos los tiempos le ha ganado a La bella durmiente jamás pensé que eso llegara a pasar. 
- Un cuento demasiado interesante... ¿cómo le pondrás como título? -pregunté y ella seguía pensando mientras miraba hacia el techo del local-. ¿Qué te parece: "Empecemos con un Para Siempre"? -pregunté y en sus labios se esbozó una enorme sonrisa-. Te amo.
-“Empecemos con un Para Siempre” –me puse de puntillas y bese sus labios- Te Amo. –La canción dejo de sonar y aplaudieron, nosotros les dedicamos una sonrisa y caminamos fuera de la pista de baile- Vamos a estar con tu abuela y con los míos, bebe y yo queremos comer –acaricie mi vientre- , y luego ir a celebrar nuestra luna de miel –moví mis cejas divertida-
(…)

Habíamos bailado hasta cansarnos y habíamos disfrutado de las bromas familiares, hacía mucho que no estaba con tanta gente que fuera querida por mí. Incluso mis socios parecían divertirse y me sentí extrañamente bien. Nunca había visto tanta gente junta y por el motivo de mi boda con mi hermosa mujer, con mi musa, con Mila. 
Cuando por fin todo terminó hice que mi nana llamara la atención mientras yo me robaba a mi esposa. Ella reía divertida, creo que todos los chocolates le habían afectado. Tomé su mano y la cargué en brazos mientras la llevaba a la limosina-. Es hora de irnos esposa mía.
-Al fin –dije en sus brazos- Eh querido que llegue este momento toda la noche –Entramos a la limosina- Pero no me has dado oportunidad de cambiarme –hice una mueca- Ya me dirás ¿cuáles son tus planes de recién casados? 
- Un avión... una playa... y un elevador que no se estrenó en Cancún -susurré en su oído.
Un escalofrió recorrió mi espalda-¡IREMOS A CANCUN! –Grite emocionada- Y no hagas eso de nuevo porque no llegaremos al aeropuerto, que por cierto no voy a andar por todo el aeropuerto en mi vestido de novias –le mire a los ojos- No quieres hacer una pequeña parada primero –dije jugando con su corbata- 
- En realidad sí -respondí- me encanta el traje pero el chaleco me pica -dije riendo y ella besó mis labios-. Vamos al departamento por un cambio de ropa y luego nos vamos al aeropuerto.
(…)

Pronto llegamos a nuestra casa, se sentía genial decir que ahora también era mía, Ian me traía aun cargada, ambos veníamos riendo pues me había golpeado con la puerta de la limosina cuando trato de alzarme- Eso dejara un feo golpe en mi frente, tendré que demandar a mi esposo por agresión –dije aún riendo-
Reí y besé su frente-. Lo siento, pero estás más grande de lo que pensé que estarías -dije mientras caminaba con ella hacia el elevador y la abrazaba más a mí.
-Esto se lo contare a mi frijolito y futuros frijolitos, el dia que tu padre trato de ser romántico y estampo mi cara con la puerta –dije y ambos reímos… Ian acariciaba mi aun plato vientre, las puertas del elevador se abrieron y llegamos a casa, la cual estaba completamente sola- Es bueno estar en casa –dije sonriendo, mientras apoyaba mi cabeza en su hombro, Ian tomo mi mano y me llevo directo a la habitación.
- No te haré el amor aún -La besé muy lentamente mientras la hacía caminar hacia atrás-. Pero te quitaré el vestido de la forma más seductora que has conocido jamás -susurré en su oído.
Sentí como todo mi cuerpo se estremecía, Ian dejo un reguero de besos desde mi cuello hasta llegar a mi espalda donde estaba el cierre del vestido- Sa… Sabes que eso no es justo cierto –dije en un susurro. 
- Claro que lo sé -dije mientras me giraba y besaba su espalda, mordiendo pequeños pedazos de piel y saboreándolo mientras bajaba por la línea que las dividía.
Sentía sus caricias y me estremecía sentía que en cualquier momento iba a desplomarme- Quieres dejar de torturarme Ian –gruñí.
- Lo siento Mila -susurré y bajé mis manos por su trasero delineándolo y bajando el vestido, luego ayudé a sacárselo y sonreí mientras la abrazaba más a mí-. Te veo en diez minutos -susurré y caminé hacia la otra habitación para cambiarme, sino perderíamos el vuelo. 
(…)

Me dejo embobada, solté un gruñido oh esta sin duda iba a cobrármelas, busque entre mi ropa elegí un vestido ahora mucho mas cómodo y blanco, después de todo seguía siendo el dia de mi boda, solté mi peinado y alborote mi cabello, tome mi bolso y entre donde estaba Ian acomodándose la camisa, me apoye en el marco de la puerta y este volteo a verme divertido- Creo que se antoja que estas vacaciones en Cancún sean iguales a las anteriores… Te veo en la sala Leo nos espera -salí sonriendo divertida, sabía que eso no le había gustado en lo absoluto- 
¿A qué se refería con eso? Era la duda que me había azotado en cuando me lo comentó. Por favor, que no sea otro fin de semana sin nada de nada. Era nuestra luna de miel no me podría torturar así. Me terminé de cambiar, con una camisa negra de cuello V y unos jeans azules, unas botas Levi's negras y me desarreglé bien el cabello. Tomé mi mochila y salí detrás de ella-. ¿Sin nada? -pregunté.
Le mire y mordí mis mejillas para evitar reír por ver la cara que tenia, era claro que no seria así, no sería tan estúpida de castigarme de tal forma- En nuestras primeras vacaciones tuvimos algo –Ian me miro serio- Bueno pues estas serán iguales –me encogí de hombros y una risita se me escapo-
- Mentirosa, no aguantarías siquiera otro fin de semana sin tocarme -dije mientras caminábamos al elevador-. ¿Desaprovecharás el elevador de Cancún?
-Tu desaprovechaste este yo también puedo –le saque la lengua- Vale es cierto no podría aguantar otras 24 horas, pero no creas que apenas llegando me harás el amor, -le amenace con mi dedo- Bebe y yo queremos tomar el sol, y comer una enorme hamburguesa con queso, luego pasear y tal vez hacer el amor –dije divertida-
- ¿Te parece llegar hacer el amor y luego todo lo demás? -pregunté y ella negó-. Bien, bien... -dije rodando los ojos mientras la abrazaba a mí-. Todavía nos queda un montón de vida para hacerte mía.
-Ash odio cuando dices esas cosas porque me hace olvidarme de que quiero ahorcarte por hacer lo que hiciste, solo en tu cabeza entra tentar tanto a una chica y mas a una embarazada que no recuerdas mis hormonas locas –le di un leve codazo en el estomago… El elevador se abrió y ambos nos encontramos con Leo, Ian negó con la cabeza divertido, al parecer esto le divertía… Subimos al auto y Leo nos llevo hasta al aeropuerto, hicimos todos los tramites y justo cuando íbamos caminando para ir a abordar el avión una chica se aventó y beso a Ian frenéticamente.

Let's Begin With a Forever. (Ian Somerhalder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora