Capítulo 26

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- ¿Te estás acostando con esa zorra? –preguntó Kira mirándome fijamente, sus ojos grises eran tan impresionantemente fríos que me helaban un poco.
- Lo que haga o no con Mila es mi problema –respondí y ella asintió-. ¿Qué quieres?
- A mi hija ya te lo dije –respondió.
- ¿Cuánto dinero necesitas? –pregunté-. Vamos Kira, a quién engañas… tú no querías a esa niña en primer lugar.
- Te quiero a ti de nuevo –pronunció y yo reí.
- Quieres más bien dinero ilimitado, no solo ceros –sonreí-. Cariño, yo ya no estoy contigo. Te odio más de lo que te pude llegar a amar. Así que basta de juegos. 
- Bien –dijo y sacó un arma de su bolso. Me quedé helado y no supe qué hacer, quería detenerla. La puerta se abrió y Mila entró. La fulminé con la mirada y Kira caminó hacia ella, la empujó y salió de allí.
- Mila, busca a Lizzie ahora –gruñí y salí detrás de Kira, qué pretendía hacer era lo que más me asustaba. 
Comencé a correr detrás de ella y solo vi cómo apuntaba y disparaba. El corazón se me detuvo y todos comenzaron a gritar, miré hacia donde había disparado y mi hija tenía sus manitas en su pecho. Creo que allí fue donde perdí toda razón. Ella me miró y cerró sus ojitos para luego caer al suelo. 
-¡Lizzie! –grité desesperado. Leo corrió hacia Kira y la aventó al suelo, yo comencé a correr hacia mi hija- ¡Lizzie!
(…)

¡LIZZIE!

Todo paso en tan poco tiempo, ahora estábamos en el hospital a la loca de Kira se la habían llevado a la policía, yo estaba junto a Ian el cual tenía su mirada fija en una pared blanca, Izzy estaba en emergencia, quería abrazar a Ian pero me daba miedo, sentía que esto era mi culpa tenía que cuidarla no podía dejarla eh igual eso hice, puse mis manos en mi cara y solté todo lo que tenia dentro esto eran demasiadas cosas en un dia, y la única persona que me haría sentir mejor, era justo la persona que estaba peor que yo, el doctor salió.

-Parientes de Elizabeth Somerhalder? 
Estaba tan asustado, tan preocupado, y tan perdido. No podía escuchar más allá que el latido de mi propio corazón, el cual latía realmente irregular. Cuando el doctor llegó me levante de golpe al escuchar su nombre. 
- Soy su padre -respondí.
Lo siguiente no lo pude escuchar bien, pues negaba con la cabeza, me decía algo así como que habían hecho todo lo que habían podido. Que mi hija había recibido una bala expansiva y que mucho de su organismo se había desgarrado. Yo no podía ver, mis lágrimas inundaban mi cara y mis manos temblaban. El corazón lo tenía muerto junto con mi hija. Caminé hacia atrás deteniéndome con la pared que me hizo caer al suelo-. ¡Mi niña! -grité-. ¡Elizabeth, no! -grité aún más furioso conmigo, con todos, con Kira. Ella... ella se hundiría en su propio veneno.
Mi corazón se helo, mire a Ian quien estaba tirado en el suelo con la mirada perdida, me acerque a el pero este me aparto rompiéndome aun más el corazón de lo que ya estaba, me quede a su lado, pronto Leo y los chicos llegaron, habíamos quedado en segundo lugar por debajo de Dakota, ni siquiera ganarle a Nathalie me hacía sentir mejor, mi niña hermosa había muerto, y yo que lo único que tenia que hacer era cuidarla la deje sola.
(…) 

- Ian sigues perdiendo dinero, si sigues así tendrás que vender más propiedades y podrías perder las acciones que has comprado recientemente –escuchaba que me hablaban. Observé mi reflejo en el cristal del escritorio.
Lucía cansado, con los ojos rojos y ojeras. Habían pasado ya seis meses desde lo de mi hija y aún podía recordar cómo la caja blanca y pequeña bajaba por el hoyo de su sepultura. 
- No me importa Green –susurré. 
- Pero eres el presidente… dejarás sin empleo a muchísimas personas Ian –respondió y yo me levanté, lo único que quería era regresar a casa y dormir, como hacía todos los días. Quería morirme ya. ¿Mila? No lo sé, a veces la veía, a veces no. Yo simplemente no sentía ni el deseo, ni el anhelo por vivir. Todo se había ido a la basura. 
- Señor –susurró Leo cuando yo iba a subir al auto-. ¿Quiere que vayamos a casa de su abuela? 
- No Leo –respondí-. A casa. 
(…)

-Buen dia Ana–dije con una media sonrisa entrando a la casa- Ian aun no regresa –Ana negó con la cabeza- Bien, -subí las escaleras y justo como lo imagine su habitación era un desastre, pegue un fuerte suspiro y me dispuse a recoger las cajas de comida llena de ella, camisas tiradas su cuarto al igual que Ian era un desastre, hace 6 meses la pequeña Izzy había muerto, y no había dia que no me lamentara por no haber cuidado de ella, Ian estaba perdiendo todo y eso me preocupaba no por mi si no por él, yo ahora estaba trabajando en una idea, pondría una pequeña boutique y le llamaría justo como mi niña hermosa. Ah Ian le veía solo cuando yo venía a verlo y eso era todo el tiempo pero él a veces no salía de su habitación, si compartía conmigo era solo sentarse en un sofá por media hora y luego se iba de nuevo a la cama, era triste, odiaba no poder hacer nada por ayudarlo, Sabia que tenia junta por lo que estaba dispuesta a arreglar un poco su habitación a la pobre de Ana en un momento de cólera casi le pega por entrar el otro dia. Estaba tendiendo su cama y metiendo la comida podrida en una gran bolsa de basura cuando escuche un gruñido y antes de que pudiera hacer algo Ian entro en la habitación al verme me fulmino con la mirada. 

- ¿Qué estás haciendo aquí? -pregunté mientras me quitaba la camisa y la corbata, creo que ni siquiera combinaban. Me saqué los zapatos y me tiré en la cama-. Deberías estar trabajando Mila.
Pegue un suspiro y recogí la camisa y todo lo que había tirado donde yo hace un rato había recogido- Tu deberías estar haciendo lo mismo Ian, y que hago aquí trato de recuperar a mi novio.
- Tu novio está muerto -susurré mientras me hundía entre las almohadas.
-NO Ian tú no estás muerto –deje todo a un lado y me senté a su lado- Y muy dentro de ti sabes que es así –acaricie su mejilla- Que no te das cuenta tu abuela y yo estamos muy preocupadas todos lo estamos, solo no te aísles déjanos entrar
- ¿A dónde? -pregunte con lágrimas en los ojos-. ¿Qué quieres que les muestre? -pregunté-. Estoy roto Mila... muy roto. No puedo dormir, no puedo despertar sin esperar que alguien atraviese la puerta, suba a mi cama y me despierte con sus manitas rodeando mi cuello. A cada lugar que miro observo sus ojos y cómo caía al suelo. No... Me duele -gruñí apretando los puños.
-Crees que no me siento así Ian, amaba a tu hija como no tienes idea… Lo peor es que tu no dejas que entre que no lo ves Ian quiero cuidarte y estar contigo, este dolor que siento en el pecho es horrible y se hace aun mas grande cada que me gruñes o me pides que me valla. Dijimos que comenzaría con un para siempre, entonces déjame entrar y ser tuya para siempre –dije con lagrimas en los ojos- Lizzy te amaba Ian, ella no le habría visto verte de esta forma, estas roto yo también lo estoy, solo déjame estar contigo y hacer que el verdadero Ian vuelva. 
Estiré su mano y la abracé a mí hundiendo mi cara en su pecho y comencé a llorar desesperado, sintiendo cómo todo se me venía abajo, como todo se me iba entre los dedos. Lloraba a grito abierto esperanzado a que esto fuera una fea pesadilla, aunque yo sabía perfectamente que no era así-. Te necesito –lloré-. Estoy solo, solo otra vez.
Lloraba junto a Ian, lo abrace fuerte y lo acurruque a mi pecho- No estás solo, nunca lo has estado –dice acariciando su cabello- Eh estado contigo todo este tiempo y –pegue un suspiro- Nuestra pequeña Izzy siempre va a estar contigo amor, no la vemos pero está aquí con nosotros –bese su frente- Yo no pienso irme, tendrás que rogar para que lo haga y aun aunque lo hagas no pienso hacerlo.

Let's Begin With a Forever. (Ian Somerhalder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora