Estoy recostado en la puerta de la habitación que me han dado, tengo la cabeza pegada a la puerta mientras contemplo el techo recordando el regaño por parte de Louren "¿y que te hace pensar que puedes hacer lo que quieras con ella?"
Suelto una pequeña risa ante lo graciosos que es, pero mi sonrisa desaparece al mismo instante que apareció ¿Dónde he oído ese nombre antes? Coloco el libro que compre en el escritorio y saco mi portátil. Necesitare otro de estos. Busque información importante que me diera idea alguna de mi situación. Aun desaparecido. Me levante de la silla para quitarme la mochila y la chaqueta cuando noto una ventana emergente en medio de la pantalla. Me acerco para poder ver la ventana, pero reacciono por instinto cerrando el portátil cuando golpean a la puerta. Es Louren.
—Te necesitan abajo —Dice con voz áspera.
—Bajo en un momento —Digo de forma cortante cerrando la puerta en su cara. Doy un suspiro ¿y ahora qué?
Salgo de la habitación tomando camino hacia el primer piso pensando en la pequeña ventana ¿un hacker? Pero rio ante lo absurda que suena la idea. Bajo las escaleras y saco el pequeño mapa que hice. A la derecha. Paso por al frente de las tres salas que tienen cuando al fin encuentro la indicada. Era la misma en la que me entrevistaron en la mañana. Entro y tomo asiento en el mismo sillón de ayer, y aunque sea el mismo parecía más incómodo. Me quedo observando a fijamente a Emilia esperando que inicie la conversación ¿o acaso no fue ella quien me llamo? Se arregla la garganta y por fin decide hablar.
—Bien señor D.
realmente ya me estaba cansando con eso del "señor."
—Por favor, solo D —Digo intentando sonar de forma amable. Emilia se vuelve a acomodar la garganta.
—Bien D, necesito que preste mucha atención —Dice de forma áspera, lo cual solo ignoro.
—Estaremos ausentes durante un tiempo.
—¿Cuánto tiempo? —Pregunto de forma casi instantánea interrumpiéndola. sé que sueno impaciente pero realmente "un tiempo" sería una gran molestia en mis planes.
—Un mes —Dice, pero noto un tono de desconfianza y temor. Supongo que el simple hecho de salir sin pedir permiso no fue buena idea en mi primer día. Tomo un respiro y analizo la situación. Supongo que no tengo otra opción, y si tengo suerte poder salir en las noches lo cual me facilitaría el movimiento en las calles. Doy un suspiro y doy la única respuesta que puedo dar.
—Bien —Digo sin más rodeos, pero ella no parece satisfecha con mi respuesta.
—¿Cómo puedo confiar en usted? —Dice de forma directa, desconfiada y cortante. Saco mi celular de mi bolsillo y luego tomo el de ella que se encuentra en la mesa de centro que nos separa. Hackeo su teléfono en un solo toque desde el mío, dejando mi número ingresado en sus contactos.
—La tendré en contacto cada ocho horas —Digo de forma seca. Realmente no quería seguir con esta conversación, tenía cosas más importantes por hacer como el hecho de que tenía un problema con mi computadora, el cual aún no sabía cuál era.
Ella solo se quedaba mirando su celular el cual estaba en mi mano estirada para que lo tomara. Arregle mi garganta, lo cual parece que funciono captando el mensaje. Ya que finalmente tomo el celular.
—Lo estaré llamando muy seguido —Soltó, pero parecía más una respuesta al azar que una fija. Me levanté de mi asiento el cual ya me estaba más que fastidiando y Salí de esa sala. Tome el pequeño mapa de mi bolsillo. A la derecha. Empecé a subir las escaleras topándome con Louren quien iba de bajada con un vaso de cristal vacío. Decido ignorarla cuando pasa a mi lado, pero ella me empuja reteniéndome contra la pared. Me toma por el cuello de la camisa.
—Aléjate de ella —Su voz es áspera y amenazante, pero para ser sinceros, no me podría importar menos.
—¿O qué? —Pregunto. No tengo interés en pelear con ella, solo fastidiarla. Ella solo aprieta más el cuello de mi camiseta.
—Se lo que eres —Gruñe.
—¿Enserio? —Pregunto con tono burlón.
Tomo su muñeca y la aprieto hasta que suelta mi camiseta. Doblo su brazo hasta que escucho un quejido de su parte. «no debes matar humanos—Recuerdo.» Suelto su muñeca y sigo mi camino. Miro sobre mi hombro para verla masajeando su muñeca con dos dedos sin soltar el vaso de cristal. Cierro la puerta con seguro y opto por mirar mi computadora, introduzco la contraseña y carga mostrando cada una de las ventanas que tenía como las deje incluyendo la nueva. Un mensaje. ESTAS EN PROBLEMAS. Trago saliva y siento como me baja la sangre. Solo hay una persona que me podría encontrar desde cualquier lugar del mundo.
—Talía.
NUEVO CAPITULO.
NO OLVIDEN QUE SUS VOTOS ME AYUDAN.
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Mi nombre es D. | Saga La Voluntad De Uno.
Science FictionExisten otras razas, otras vidas más allá de la tierra. Durante años nos hemos mantenido ocultos entre ustedes. Vivimos con habilidades las cuales solo pueden soñar, con los poderes que solo pueden imaginar y en una guerra la cual no quieren ni pens...