CAPITULO VEINTICINCO PARTE TRES

4.9K 549 39
                                    



—¿Dónde está María? —Le pregunto a Vee que lleva el sombrero de María.

—¿Qué no está contigo? —pregunta mientras intenta no regar la bebida que lleva en la mano—. Fue a buscarte hace un rato.

—No la he visto.

—Hey —Se queja Vee cuando la gente empieza a empujarnos.

—¡fuego! —Empieza a gritar la gente mientras nos empuja.

Vee tropieza botando su bebida, me agacho pegándome lo más que puedo a ella para ayudarla a parar. El lugar se empieza a llenar de humo y en lo único en lo que me concentro es en salir de aquí. Veo como el fuego empieza a bajar por dos de las columnas que dan al segundo piso, la gente empieza a empujar más fuerte obligándonos a Vee y a mí a acelerar el paso.

—¡Daniel! —Me grita Sam.

Levato mi mano mientras grito el nombre de Sam para podernos encontrar. Logramos salir del lugar con Vee. Sam se acerca a mi mientras Susan tose un poco al igual que Vee debido al humo que alcanzaron a inhalar.

—¿Qué paso? —Pregunto confundido viendo el lugar que se está consumiendo en llamas.

—Creo que fue un mal cable o un cigarro no lo sé —Explica Sam.

—Oigan ¿Dónde está María? —Pregunta Vee haciendo que se me congele la sangre.

María.

—¿Dónde está María? —Activo mi legado de visión, paso la mirada por todo el mundo, pero no veo la veo—. Ella debe estar adentro.

Instantáneamente mis pies empiezan a correr al interior de la fábrica.

—¡MARIA! —Grito a todo pulmón.

La primera planta está totalmente en llamas, pero vacío, corro a las escaleras, un escalón se rompe con mi peso haciendo que mi pie siga derecho, uso mi cola enterrándola en la pared para ponerme de pie, me acerco a la primera puerta y la pateo derribándola, reconozco a la persona que esta adormecido en el sillón, pero no es María. Una viga cae al otro lado de la oficina, corro hasta el imbécil que esta drogado y lo arrastro, el humo empieza a limitar mi vista. Trato de buscar con la mirada hasta que una silueta aparece frente a mí.

—¿Qué haces aquí?

—¿Dónde está María? —Pregunta Jacob ignorando mi pregunta.

—Ten —Digo entregándole al chico drogado—, sácalo de aquí.

—¿Y María?

—Solo lárgate —Le grito empujándolo.

Empiezo a avanzar por el segundo piso moviendo mi mirada de un lado a otro mirando a través del humo. Una viga del techo cae detrás de mi partiendo el suelo y mi camino de regreso, pero ahora eso lo de menos. Una explosión resuena haciendo temblar todo el lugar seguido de otra explosión, mi vista pasa al primer piso en el que están los tanques con gas ¿a quién mierda se le ocurre abandonar esas cosas? oigo un grito de ayuda que viene del otro lado, corro hasta la siguiente oficina. derribo la puerta de un empujón y veo a María frente a mí arrodillada intentando respirar, veo como la viga se parte encima de ella, reacciono por instinto atrapando la viga con mi mano derecha, lanzo la viga a un lado y la levanto.

—¿Estás bien?

—Si —Dice forzadamente intentando retener el aire para no respirar el humo que llena el lugar.

—Tenemos que irnos.

La tomo de la mano. Tenemos que salir de aquí. Me detengo en seco al ver cinco tanques de gas que se mueven a punto de estallar justo frente a nosotros. Todo pasa tan rápido que si no fuera por mi legado de visión no podría creerlo. Saco mis colas y en un rápido movimiento la cubro de pies a cabeza con ellas al igual que la abrazo para cubrirla con mi cuerpo de cualquier trozo de metal que salga volando, el impulso de la explosión casi me hace tropezar, siento como las llamas nos cubren por completo, mi mente divaga en mis recuerdos. Aster es lo único que viene a mi mente, la forma en la que veía como todos luchaban solo para ver quién es más fuerte o solo luchaban por gusto para pasar el rato y quemar un poco de energía. Abro mi boca empezando a inhalar, abro mis ojos observando el cómo el fuego pasa frente a mis ojos hasta mi boca, no puedo creerlo, realmente lo estoy haciendo. Cierro mi boca al no poder consumir más del fuego, no puedo consumirlo todo, pero al menos consumí lo suficiente protegerla, empiezo a desenrollar mis colas de su alrededor dejando ver un rostro de total asombro y confusión. Me quedo mudo hasta que otra explosión que sacude el suelo me hace volver a mis sentidos, miro a mi alrededor, la única Salida está cubierta en llamas y a punto de colapsar, no hay forma de salir por ahí. miro a mi alrededor, pero no hay nada más que restos de los tanques por el suelo y la viga que estuvo a punto de caer sobre María, el techo parece que está a punto de colapsar y salir por la puerta no es una opción. Aprieto mi mandíbula con fuerza, cargo a María pegándola lo más que puedo a mí y me acerco a la salida hasta quedar casi sobre esta. Me doy vuelta estirando mis colas apenas lo que me permite el espacio entre la puerta y yo, corro lo más rápido que puedo hasta la pared, impulso mis colas de golpe haciendo que destrocen la pared. Una vez hecha la salida entierro una de las colas en el piso mientras la otra la entierro en la pared externa del lugar para mayor agarre. Una vez mis pies tocan el suelo quito el agarre de mis colas, miro a María quien aún se mantiene aferrada a mí con los ojos cerrados y aguantando la respiración.

Mi nombre es D. | Saga La Voluntad De Uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora