Entramos al Jeep y cuando cierro la puerta de copiloto siento un golpe en mi cabeza.
—Auch —Me quejo—, yo también te extrañe—Digo con sarcasmo.
—¿Porque te fuiste?
Pienso por un momento en si decirle la verdad a Talía, pero me retracto. No porque no sea importante, sino que porque no quiero tener que marcar otra línea en el mapa.
—¿Qué no viste las noticias? —Pregunto como si fuera lo más obvio del mundo del—, todo se volvió una locura así que tuve que salir de allí.
—¿Sin avisarme?
—No quería correr riesgos —Digo encogiéndome de hombros.
Ella solo me mira por un momento. Arranca el auto. Tomo el sobre que metí en mi bolsillo y saco la flor que había guardado.
—¿Y qué tal el empleo? —Pregunta Talía.
—Fue — hago una pausa olfateando la flor—, interesante.
El resto del camino resulta en silencio. No muy lejos veo lo que creo es la salida de este pueblo. Talía me entrega un marcador negro y se lo que significa. Abro la guantera y saco el mapa. Busco Nueva Jersey y lo marco con una x. Muchas familias tienen fotos y uno que otro recuerdo de sus viajes, nosotros tenemos el mapa. Pasamos de estado en estado sin una estancia muy prolongada con la fachada de una madre trabajadora que viaja por su trabajo. Talía no es mi madre, solo es una guerrera que me encontró por casualidad.
Nos detenemos en frente a una casa de dos pisos. La pintura blanca se ve mugrienta como si no le hubieran pintado de nuevo en años. El techo se ve como le faltan algunas baldosas y el jardín está cubierto por césped que me llega hasta el abdomen. A un lado frente a la casa se ve un buzón cubierto totalmente por oxido.
—¿Porque nos detenemos aquí? —Pregunto.
—Un nuevo hogar —Responde Talía.
Miro a Talía esperando que ría por la broma. Ella me mira y levanta las cejas antes de bajar del Jeep.
Bajo del auto y miro las ventanas podridas de la casa. Aun espero que sea una broma. Frente a la puerta de la casa hay una mujer vestida con traje de paño a lo cual deduzco que debe ser de alguna inmobiliaria.
Entramos en la casa la cual es más pequeña de lo que aparenta. Las paredes son delgadas y el piso está totalmente entapizado. El primer piso solo se conforma por una sala de estar, la cocina y un estudio con vista al frente de la casa.
Subo al segundo piso en cual es un simple pasillo con dos habitaciones y el baño al fondo del pasillo. Entro a una de las habitaciones la cual tiene un agujero en toda la pared entre el pasillo y la habitación. Veo como la mujer sube las escaleras y tras ella Talía. Miro el resto de la habitación no muy grande apenas con una cama y un pequeño armario.
—Nada como la privacidad de un hombre —Dice parándose frente al agujero en la pared como si no lo hubiera notado.
La miro de reojo y la ignoro.
—¿Qué edad tienes? —Pregunta.
—Quince —Respondo sin interés en la conversación.
—Bueno, pues no hay paradas cerca, pero la escuela se encuentra a cinco kilómetros.
—No tendremos problemas con eso —Interrumpe Talía—, siempre lo puedo llevar.
Después de una segunda vista al primer piso amueblado Talía firma los papeles de compra. Vamos al jeep y sacamos las cajas que Talía trajo desde Nueva Jersey. Algunas con simples objetos como computadoras y otros aparatos de Talía y una que otra que nunca abrimos, pero siempre llevamos con nosotros. Después de dejar la última caja en su lugar me sacudo las manos, oigo a Talía llamándome desde la cocina. Apenas cruzo la puerta lo primero que diviso es el pequeño muffin que tiene una vela encendida encima.
—¿Qué es esto? —Pregunto gracioso.
—Feliz cumpleaños.
—Aún no es mi cumpleaños —Digo riéndome.
—Lo sé, pero pensé que podrías recibir tu regalo antes —Dice y no puedo evitar notar la sonrisa que se le dibuja en su cara.
—¿Regalo? —Pregunto confuso pero curioso.
Ella asiente y se acerca al comedor que está enla cocina. Saca dos cajas enormes envueltas en papel para regalo.
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NO OLVIDEN QUE SUS VOTOS SIEMPRE ME AYUDAN
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Mi nombre es D. | Saga La Voluntad De Uno.
Ciencia FicciónExisten otras razas, otras vidas más allá de la tierra. Durante años nos hemos mantenido ocultos entre ustedes. Vivimos con habilidades las cuales solo pueden soñar, con los poderes que solo pueden imaginar y en una guerra la cual no quieren ni pens...