CAPITULO VEINTICUATRO PARTE DOS

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...


—Y por último un radiador nuevo —Dice Sam anotando en una libreta—¿Enserio crees que podamos repararla? ¿me estas escuchando?

—No —Respondo sin mirarlo—, es que —Señalo la enorme jaula frente a mi—, ahí hay un mapache —Digo viendo como uno de los ocho mapaches toma algo de comida y corre hasta otros dos mapaches ¿Por qué hay una jaula con mapaches en el centro comenrcial?

—Ah si —Dice Sam viendo dentro de la jaula—, son las mascotas de la escuela.

—¿Escuela? —Pregunto ingenuo ¿si son las mascotas de la escuela no deberían estar en la escuela?

—Pronto serán las finales del equipo de futbol así que todo el pueblo anda esta temporada con el espíritu deportivo, así que estas son las mascotas del equipo.

—Qué pueblo más extraño —Digo para mí mismo.

Me quedo observando no sé por cuanto tiempo la familia de mapaches hasta que Sam llama mi atención diciéndome que ya llegaron, veo como María y Susan hablan en lo que se acercan a nosotros lo cual de cierta forma me da alivio que Susan no la juzgue o la evada. Saludo a María con un beso y Sam hace lo mismo con Susan.

—Yo también estoy aquí ¿saben?

Me volteo a ver a Vee que acaba de llegar.

—¿Qué? ¿también quieres un beso? —Digo con todo el sarcasmo del mundo a lo que ella me responde enseñándome el dedo del medio.

Caminamos hasta el cinema donde después de una casi disputa Sam y yo ganamos escogiendo la de acción, las filas son largas por lo que nos separamos. Sam, Susan y María compran las palomitas mientras Vee y yo compramos las entradas. La fila se ha movido más rápido de lo que esperaba y en todo este tiempo Vee no me ha dicho algo ofensivo o tan siquiera algo para molestarme.

—Realmente eres una molestia ¿lo sabias?

—Cinco minutos sin decirme algo ofensivo, eso ya es un récord para ti —Respondo, pero ella no responde lo cual es raro.

—Ni siquiera debería estar aquí, solo estoy de sobra —Confiesa.

—Eso es cierto.

Miro a Vee quien tiene la mirada en María que sostiene dos vasos de gaseosa junto a Susan y Sam. Me muerdo la lengua por la confesión que me hace ¿Por qué me dice esto?

—Tu mayor error fue callarte —Digo finalmente cortando el silencio tenso que se estaba haciendo entre nosotros.

—¿De qué hablas?

—¿Nunca pensaste en como seria si le hubieras dicho? —Ella aparta la mirada ahora al suelo mientras se abraza a ella misma.

—No es tan fácil.

—¿Por qué, porque también es mujer? ¿o por miedo a su rechazo? —Digo en un tono molesto—, todo este tiempo me has estado fastidiando para tenerla solo para ti, pero ¿crees que eso cambiaria algo? Dices que nos es fácil, pero —Me detengo al darme cuenta que no puedo decir lo que pienso—. Cuando te conocí juraba que eras su novia —Confieso finalmente.

La fila avanza, ya estamos a tres parejas de comprar nuestros tickets de entrada.

—¿Sabes qué? Creo que te la dejare esta vez —Dice saliéndose de la fila.

—Espera ¿A dónde vas? —Digo en voz alta para no salir de la fila.

—A casa —Me dice caminando hacia las escaleras que dan a la salida.

Mi nombre es D. | Saga La Voluntad De Uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora