Mi nombre es D. | Saga La Voluntad De Uno.

CAPITULO VEINTINUEVE

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Empiezo a correr, todos vamos en formación detrás de Daniel y su mamá, llevo un cuchillo en la mano lo cual en parte me aterra al pensar que tendré que usarlo. Lo único que puedo ver en estos momentos es la espalda de Daniel que de cierta forma me da un poco de tranquilidad, o al menos hasta que nos separemos, no digo que el plan no sea bueno, pero si no reproche cuando supe que ellos dos iban a ser la carnada fue tan solo porque Vee me detuvo diciéndome que ellos sabían lo que hacían. Cuando finalmente nos separamos lo único que pude hacer fue mirar al frente para ser fuerte diciéndome a mí misma que estarán bien como Vee me dijo, pero aun así no pude evitar tener la sensación de un agujero en mi estómago.

Corremos pasando pasillo tras pasillo, no tardamos mucho en llegar a una de las puertas de emergencia gracias a Louren quien es quien nos lideraba, mi vista pasaba de adelante hacia atrás y de izquierda a derecha con la paranoia de que uno de esos sujetos iba a salir en cualquier momento y matarnos a todos, mi vista también pasaba a la chica rubia que entro de la nada, no estoy segura de confiar en ella por la forma en que llego atacándonos, el momento en el que tenía a Daniel a punto de apuñalarlo con el mismo cuchillo que lleva en la mano mientras yo me quedaba en mi lugar congelada viendo como casi lo matan.

No tardamos mucho en llegar a las escaleras de emergencia y llegar al primer piso sin problemas, Louren se detiene en seco provocando un par de choques entre nosotros.

—¿Puedes abrirla? —Alcanzo a escuchar a Louren quien se dirige a la chica rubia quien solo asiente con la cabeza.

Ladeo mi cabeza a un lado para ver a la chica rubia estirando su mano hacia el seguro de la puerta, se alcanza a escuchar un "clic" de la puerta sin que toque dejándome boquiabierta. Louren abre la puerta, pero extrañamente la alarma no suena, tal vez cortaron la electricidad en todo el centro comercial. Entramos en la tienda de accesorios para el hogar lo sé porque aquí compre una vez unos decorativos para mi habitación. Jacob cierra la puerta detrás de nosotras mientras Sam se mantiene a un lado de nosotras, veo como Sam pasa su vista varias veces como yo de lado a lado, pero sobre todo en la chica rubia quien creo que esta forcejeando la puerta del fondo.

—Por aquí — nos dice Louren a lo que todos acatamos entrando por la puerta.

Miro el pasillo (o al menos lo que se alcanza a ver por la oscuridad) mientras trotamos, las paredes son de concreto gris y de las paredes y el techo salen tubos de colores que quien sabe para que serán ¿Cómo es que Talía sabia de este camino?

Trotamos por un rato pasando varias puertas en el camino, cuando me doy cuenta la chica rubia está forzando otra puerta, al cruzar la puerta entramos en lo que debe ser la bodega más grande del centro comercial, siempre me pregunte como seria, pero por la oscuridad que apenas me deja ver lo que tengo enfrente no puedo verla detalladamente.

—No se separen —Dice la chica rubia.

—¿Ahora ella nos da órdenes? —Reprocha Vee a mi lado.

—Sam —Digo a lo bajo.

Me pongo un poco nerviosa al no recibir respuesta de parte de Sam, tomo la mano de Vee entrelazando nuestros dedos, mis manos tiemblan al igual que mis piernas por lo que Vee me aprieta la mano, jalo a Vee conmigo solo para tener la certeza que no estoy sola. No doy ni tres pasos cuando chocó contra algo o más bien alguien quien me da un susto que casi me hace dar un grito.

—Tranquila soy yo —Me dice Jacob tomándome de la muñeca—, cuidado con eso casi me apuñalas.

—Lo siento —Digo apretando la mano de Vee mientras la otra me la pongo en el pecho, puedo sentir mis latidos, incluso podría decir que puedo oírlos a punto de estallar.