Mi nombre es D. | Saga La Voluntad De Uno.

CAPITULO DIECISIETE PARTE TRES

Me adentro nuevamente por el bosque hasta que encuentro una camioneta negra. Reconozco esa camioneta.

—Déjala en paz —Escucho.

Reconozco esa voz. Activo mi legado y veo a Sam botado en el suelo intentando recuperar el aliento a la vez que intenta recuperar sus lentes. Me acerco a la camioneta y la levanto de la parte trasera. Corro hasta ellos y la arrojo en medio de Sam y James Merrys haciendo que choque contra un árbol. No tienen idea de cuanto desearía que James estuviera en medio del árbol y la camioneta. Las miradas se posan en mí. Me paro frente a Sam y María. Miro por sobre mi hombro a María ayudando a Sam a levantarse mientras él tiene sus manos en su estómago intentando recuperar el aliento.

—Se los diré solo una vez —Digo señalando a James—, déjenos en paz.

Todos se ríen. James levanta las manos.

—Oye —Dice con una estúpida sonrisa engreída—, solo quería hablar con una vieja amiga.

Aprieto mis puños. No necesito otra razón para romperle la cara a este imbécil.

—Cuidado —Grita Sam.

Atrapo el bate en el aire y se lo lanzo de regreso a Michel golpeándolo en la cara haciendo que pierda el equilibrio y caiga de trasero al suelo. El resto del equipo se forma junto a James.

—Déjamelo a mi —Dice Aaron haciendo tronar sus nudillos—, el chico malo me la.

Lo interrumpo antes que termine de hablar dandole un golpe que le rompe la nariz haciéndolo retroceder y caer frente a los demás. Steven se lanza hacia mí con un golpe. esquivo el golpe y lo agarro de su brazo. Le golpeo a un lado de su abdomen. Escucho el sonido de sus costillas cuando lo golpeo. Lo agarro de su hombro y brazo y lo arrojo frente a los demás que dan un paso hacia atrás. Ninguno de ellos me interesa. Mi objetivo en James.

—No puedes ganarnos a todos al tiempo —Dice James.

No tiene idea.

Agarro a Mike de su chaqueta y lo arrojo por los aires contra un árbol. Retrocedo para esquivar el bate de Aaron. Tomo impulso y le pateo el estómago haciéndolo volar al menos dos metros antes de que ruede otro metro. James se lanza hacia mí con un golpe burdo. Le hago una zancadilla haciéndolo caer. Pongo mi pie en su espalda antes que pueda pararse. Esto lo voy a disfrutar. Le agarro sus brazos y los levanto desde abajo hasta la arriba. Oigo como se queja del dolor, pero no es suficiente para mí. Le levanto lentamente los brazos muy lentamente para disfrutar él momento. Quiero oír ese crack de sus huesos al crujir, quiero oír su grito de dolor al ver sus brazos dar un giro de trecientos sesenta grados.

—Detente —Ruega James.

—NO.

Me detengo al escuchar el grito de María. Miro a María y a Sam. Sus caras llenas de horror y miedo por la escena ¿Qué estoy haciendo?

—Si dicen algo de esto te arrancare los brazos —Le digo al oído a James antes de soltarlo. Miro como se queja del dolor con los brazos inmoviles. Veo al resto del equipo inconsciente o retorciéndose de dolor a excepción de Alex que solo me mira de pie congelado. Camino alejándome del escenario.

—Espera —Escucho a mis espaldas. Apresuro el paso hasta que me agarra de mi chaqueta.

—¿Qué paso ahí? —Me pregunta.

No la miro. No quería que me viera, no así.

—Ellos no —Me detengo. Simplemente las palabras no me salen.