Capítulo 25

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Hinata admiró nuevamente el precioso y delicado anillo que reposaba en el dedo anular de la pelirrosa. No pudo evitar gritar y saltar de alegría y emocionarse hasta las lágrimas cuando Sakura interrumpió en su habitación para contarle la conmovedora escena.

Pronto se descubrió pensando en el compromiso, en casarse, en llegar de blanco del brazo de su padre y ser recibida con la iluminada sonrisa del amor de su vida. Sintió celos del anillo que reposaba en el dedo de una de sus mejores amigas y después, se sintió terrible. ¿Cómo podía envidiar a su amiga? ¿Sabiendo lo tormentoso que fue el amor para ella? Sakura se merecía esta felicidad, después de tanto luchar por fin estaba a puertas de casarse con Sasuke, y ella estaba ahí, a su lado, deseando estar en su lugar.

Sacudió su cabeza sacando esos turbios pensamientos, su momento quizá aún no había llegado, solo debía esperar pacientemente. Había esperado a Naruto durante casi 14 años de su vida y ahora estaba con él, esperar un poco más no le haría daño.

—Es simplemente perfecto, Sakura-chan— Sonrió armoniosamente y abrazó otra vez a su amiga— En serio te lo mereces.

Sakura lloró otra vez, probablemente por 5ta vez consecutiva desde que llegó a la habitación de Hinata, ¡Es que no se lo podía creer! Por fin estaba comprometida con Sasuke, y ese precioso anillo era terriblemente ella, se sentía identificada con esa pequeña piedra, frágil y a la vez, fuerte. Como su amor por él.

—¡Bueno, traje desayuno para mis chicas favoritas! No le digas esto al Teme— Naruto entró a la habitación con bolsas en las manos, completamente feliz, dejó las bolsas encima del enorme futon y se acomodó al lado de su novia— Traje galletas, jugos, onigiris y este dulce que se vende mucho aquí— Les enseñó una especie de pan con forma de nube, de un profundo color gris— Parece ser que le gusta a toda la aldea, y se ve delicioso, ¿No?

Apretó levemente uno, mostrandole a las chicas lo esponjoso que era aquel curioso pan. Sakura fue quien lo tomó.

—Lo probaré— Los dos restantes la miraron ansiosos. La pelirrosa mordió suavemente una esquina, y la crema dulce que el pan llevaba dentro inundó su boca. ¡Era delicioso! Aunque la crema al final se sentía un poco agria, era increíblemente delicioso, agridulce, le encantó— ¡Ay, pruebenlo!

Hinata y Naruto le hicieron caso, probaron de los dos panes restantes y suspiraron de placer. El pan nube típico de Kirigakure era delicioso, Naruto deseó que existiera uno igual en Konoha.

—Quisiera que Sasuke lo pruebe—  Habló la chica con la boca aún llena— Le encantaría.

Naruto esta vez fue el que se quedó callado mientras veía a su mejor amiga y a su novia disfrutar aquel pan. Sasuke se había adelantado, le había pedido matrimonio a la pelirrosa y supuso que ahora Hinata estaría preguntándose cuando seria su momento.

¡Ay, maldito teme siempre me ganas!

Ahora debía ser perfecto, mucho más que lo que antes planeaba.

—Oigan— El rubio pidió atención — Habrá un festival este sábado, "El día del Mizukage" y después un baile, aunque no se si podremos entrar, tendríamos que recibir invitaciones de Mei-chan. Pero bueno, esa es una excelente oportunidad para conocer a todo el pueblo, ¿No?

—Y la más peligrosa también — Exclamó Sakura — Todos estarán ahí, incluso la posible usuaria. Podría ocultarse en cualquier lado y tomarnos desprevenidos.

—Pero por como van las cosas de sigilosas, creo que es la mejor opción — Hinata se terminó el pan y limpió las migajas de sus labios— Puede que sea la primera y última oportunidad, la usuaria parece estar muy calmada, o quizá está llevando las cosas tan ocultas que no podremos descubrirla. Pero puede que en ese festival, podamos saber si está tramando algo, literalmente, es nuestra única opción.

«Desire»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora