Miró con atención sus labios, rosados, apetecibles. Su cabello rubio y su pecho fuerte subir y bajar al respirar calmado.
Dormía plácidamente abrazando a su ahora prometida Hinata Hyuga, ambos desnudos y tapados por la sedosa cubrecama blanca, probablemente después de amarse y celebrar su reciente compromiso.
Respiró agitada, el héroe de Konoha era realmente atractivo, incluso a través de las sábanas podía notar el esplendoroso cuerpo del que disfrutaba la Hyuga todas las noches.
¿Cómo sería probarlo?
Aunque ella podía hacerlo cuando quisiese.
—¿Naruto-kun?— Hinata abrió los ojos cuando se sintió extraña, se sentía observada. Prendió la luz de la lámpara que se encontraba a su lado y movió suavemente a su novio— ¿Cariño?
—Uhm, ¿Qué?— Susurró, apenas abriendo un ojo y volteando a ver su chica— ¿Que sucede mi amor?
—Creo...—Habló bajo— Creo que había alguien en la habitación.
El rubio inmediatamente se sentó, alerta. Pero no sintió ninguna presencia extraña, la luz tenue alumbró la habitacion, y no vieron a nadie.
—Quizá fue un sueño, durmamos otra vez.
Y aunque algo desconfiada, la chica se recostó nuevamente y se arrullo en el pecho del Uzumaki. Siquiera pensó en su byakugan.
Sora sonrió en la esquina de la habitación, no había sido vista, y tampoco se iba a arriesgar a ello. Caminó sigilosa por la habitación, sin antes acercarse nuevamente a la pareja y acariciar el rostro de Hinata, las mujeres se hacían débiles cuando se enamoraban, era el lema que siempre se repetía.
Lástima que una mujer tan hermosa como la Hyuga se haya vuelto débil.
(...)
Sakura miró con mucha atención a la Mizukage.
Se preguntó que hacia en la casa en donde ellos se hospedaban si obviamente, un Kage es una persona ocupada. Miró, sospechosa, a su novio, quien se mantuvo gélidamente callado, le pareció curioso, realmente curioso verlos ahí.
—Buenas tardes, Mizukage-sama— La pelirrosa se inclinó un poco, seguida de la pareja que estaba detrás de ellos — ¿Quieren sentarse? La sala común está más allá, creo que en este momento está desocupada, las parejas parecen haber salido. Puede usted ir avanzando, nosotros le daremos pronto el alcance.
—Sería un placer— Contestó Mei— Preferiría seguirlos.
—Oh, cierto, no conoce el lugar— Reafirmó Sakura— Por aquí.
Había caído en la primera trampa.
Continuaron el corto recorrido hasta las mesas comunes, había té preparado e incluso panes nube recién comprados en la mesa. Se sentaron al rededor de esta.
—¿Qué tal la celebración de ayer, Mizukage-sama?— El rubio la miró fijamente, sonriendo— ¿Le gustó?
—Fue preciosa, magnífica. Cariño, realmente me sorprendiste— Le dijo a su novio.
Daisuke sonrió.
—Lo que sea por ti cariño.
Lo que sea.
—Entonces, Mizukage-sama, con todo el respeto que se merece— Habló la ojiperla, aún perturbada por sentir que alguien la miraba mientras dormía — ¿A que se debe su visita?
—Oh, como saben, ya llevan una semana aquí— Naruto la vio fijamente, Mei lo vio mientras hablaba. El rubio se mantuvo en silencio observándola, realmente era atractiva, pero del tipo de mujer atractiva mayor, podía notar claramente la diferencia de edades, una belleza madura, adulta, hipnotizante. Movió su cabeza ligeramente, no podía pensar así siendo un hombre comprometido— ¿Averiguaron lo que necesitaban? Una semana es bastante tiempo, ¿O necesitan alguna ayuda para llegar a respuestas?
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«Desire»
FanficEra un período de paz, más de dos años y medio después de la 4ta Gran Guerra Shinobi. Sin embargo, el Hokage Kakashi tenía un mal sabor de boca, sentía que algo realmente malo y grande estaba por suceder. Después de enviar a una importante misión a...