Capítulo 23

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—¡Kiba, por favor, suéltame!— Sollozó— ¡No estoy loca, esas mujeres están enfermas! ¡No pueden continuar intentado llenar la mente del pueblo y de las niños de odio! ¡Estábamos juntos en esto!

Pero Kiba siquiera volteó a verla.

>>3 días antes

Tenten estuvo en vela toda la noche, a penas pudo pegar un ojo.

Y todos lo notaron al ver aquellas espantosas ojeras que llevaba como atuendo.

—Pareces un pandita— Comentó Kiba.

—Vete a la mierda.

—Un pandita gruñón.

Caminaron por la aldea, sin poder evitar alejarse de Tenten, quien tenía un genio de perros.

—¿Es por Neji?— Susurró el Inozuka, muy bajo, a Shino, quien asintió— Ese estúpido me las va a pagar cuando lo vea.

Se mantuvieron en silencio rondando la aldea, hasta que de pronto, notaron una gran edificio, realmente grande y todo de piedra pulida. Llevaba en medio el gran símbolo de Iwagakure y abajo de éste "Academia Ninja".

Y viendo la hora que era, supieron que los niños no tardarían en salir.

Estaban en lo cierto.

Una estampida de niños corrieron fuera del lugar, desde los más pequeños hasta los mayores quienes ya tendrían 12 o 13 años.

Fue entonces que notaron algo extraño, un gran grupo de niñas llevaban en el brazo izquierdo una especie de tatuaje, era un ojo, aunque la pupila apenas se distinguía, ya que era ligeramente más negra que el resto del ojo.

Eran varias y todas de hallaban en grupos de más chicas con el mismo tatuaje.

Ni siquiera tuvieron que discutirlo, era obvio que el tatuaje significaba que apoyaban la especie de movimiento que vociferaba Kurotsuchi y sus amigas. Aunque supusieron que no sabían que este ojo era un símbolo de las usuarias.

Entonces, entraron en la academia.

(...)

—¿K-Kurotsuchi? ¡Es buena maestra! B-Bueno, me debo ir, ¡Adiós!

Y así fue como el 5to maestro desapareció frente a sus ojos después de haber mencionado el nombre de alguna de las tres mujeres.

¿Por qué les tenían tanto miedo? ¿Qué era lo que ellas habían ocasionado? Era increíble la influencia que habían tenido en ese pueblo, y sobretodo, que el Tsuchikage no haga nada al respecto.

—¿Y si el Tsuchikage no lo sabe?— Comentó Kiba cuando ya estaban fuera de la academia, sentados en unas bancas, al rededor del monumento del 1er Tsuchikage— Tal vez se lo tengan oculto, considerando el hecho de que ellas tres lo mantengan al tanto de la aldea.

—Eso... Eso podría ser cierto— Tenten miró a Kiba con asombro, y Shino asintió— ¡Tenemos que hablar con él! Cuanto antes, mejor. Debe saber de esta situación antes que sea demasiado tarde.

Se fueron corriendo de ahí, teniendo en mente las cosas que debían decirle al Tsuchikage y como abrirle los ojos. Él hombre no podía seguir cegado ante el inminente odio a su nieta que se estaba creando.

El primero en llegar fue Akamaru, quien dio vueltas emocionado sabiendo que habían resuelto el problema, sin embargo, no pudieron siquiera entrar.

Sayuri los esperaba en la entrada.

—¿Que hacen aquí, ninjas de Konoha?

—Muévete, tenemos asuntos que resolver— Respondió Tenten, sin tacto, sin embargo la castaña se plantó en su lugar con los brazos cruzados— ¿Eres sorda o que?

«Desire»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora