Número desconocido

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33.

_________ Martínez

Prensa, vecinos y mucha seguridad se encontraba al alrededor del edificio. Sebastián me abrazaba por encima de los hombros y yo por la cintura.

—Procederemos a abrir la caja — dijo el oficial y asentimos — ¿listos muchachachos.

Los policías se acercaron a la caja, la prensa estaba grabando todo, y estábamos listos para lo peor.

La caja se movió y todos asustados dimos un salto para atrás.

El policía se persinó y abrió la caja.

Suspiró aliviado y Sebas me soltó corriendo en círculos como loco.

—¡Es una bomba, vamos a explotar! — siguió corriendo y él policía dio una orden desconocida — ¡CORRAN POR SUS VIDAS, SALVEN A SUS AMIGOS! — el policía preparó una jeringa — ¡CABALLEROS POR SIEMPRE! — se acercó a una cámara y él policía le inyectó algo en el brazo — Cabalajdbskns — calló al suelo y lo hicieron a un lado.

El policía sacó a un pequeño perrito demasiado tierno, pelaje excesivo y de color blanco.

—Es para ustedes — me extendió al perrito y yo lo cargue.

El perro comenzó a repartir besos por toda mi cara, todos nos miraban asombrados y después miraban a Sebastián que seguía inconsciente en el piso.

—¿Cuánto tiempo tardará en despertar? — le pregunté al policía y él miró su reloj.

—En menos de 30 minutos ya estará despierto, fue una dosis leve — sonrió y asentí —¡Retirada! — gritó él policía y todos comenzaron a abandonar el edificio.

Yo me senté en el piso con el perrito en manos esperando a que Sebastián reaccionará.

—¿Cómo te llamaremos? — cargue al perrito y miré su aparato sexual — todo un varón.

Sebastián Villalobos

Cosquillas en mi rostro eran cada vez más rápidas, sentía húmedo por diferentes partes de mi rostro y sonreí. Era ________.

La tomé de la cara y estaba llena de pelos.

—Estás más peluda linda — talle mis ojos y una pequeña bola de pelos estaba encima de mí.

Grité y lo quité de encima mío. _______ me miró y volvió a cargar al perro.

—¿Te gusta? — sonrió mientras besaba su pequeña cabeza.

—¿De dónde lo sacaste? — Pregunté y ella rió.

—De tú famosa bomba. Por cierto Tatto ha llamado — se paró del suelo — Ha dicho que igual te ama.

—¿Qué pasó con la bomba? ¿Lograron desactivarla? — me pusé de pie y ella asintió.

—Está es tú bomba — acercó al perro a mí rostro, miré su aparato reproductor y efectivamente era hombre — ¿Ya sabes como... — Un líquido casi transparente entró en mi boca.

Amor Inesperado ❥SV | TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora