Amor Inesperado ❥SV | TERMINADA |

Mi cruel realidad

Últimos capítulos.

45.

__________ Martínez

-¿Estás bien? - Alex tendió su mano hacía mi y yo asentí.

-Gracias - sacudi mis pantalones y el acarició mi mejilla.

-Te extrañe tanto - se acercó con la intención de besarme, pero, lo detuve con mi mano.

-Alex.. Tienes entrevista - el abrió los ojos y asintió - Te esperaré en la entrada, no tardes - susurré y el asintió.

Antes de poder correr hacia las entrada, el jalo de mi brazo y unió nuestros labios en un cálido beso ¡NO PUDD EVITARLO, LO EXTRAÑABA JODER! La multitud gritaba como loca y los medios estaban grabando ésto para el artículo de la semana. Poco a poco se separó de mí y sonrió al ver mi reacción.

-Lo siento, tus labios me lo pedían a gritos - susurró y yo asentí apenada.

-Te esperaré afuera - trate de caminar lo más rápido posible, pero la gente no me lo permitía.

-¡Te amo! - grito y yo rezaba mentalmente porque Sebastián no viera ésto.

‹Lo siento, en verdad lo siento›.

Sebastián Villalobos

—Suficiente — Saak apagó la televisión y todos se miraron asombrados, en cambio yo tenía la mirada perdida en algún lugar de la habitación.

Me pusé de pie y comencé a rondar por la sala, los chicos me hablaban pero sus llamadas de atención eran nulas.

—Sebas — me llamó por última vez Acosta y explote.

-¡NO, NO, NO! - mi momento de locura y tortura había llegado, derrumbe todo lo que estaba enfrente mío - ¡NO MALDITA SEA NO! - grité y arroje la mesa de cristal lejos de mí.

-Sebas, cálmate - habló Mario detrás mío.

-¡No me pidas que me calme! - lágrimas descendían por mis mejillas - ¡No otra vez no joder!

Los chicos trataron de detenerme, pero, los alejé completamente de mí, no los quería cerca, no quería tranquilizarme.

Sólo quería despertar. Despertar en Vegas y no haberla conocido nunca.

-¡Sebastián basta! - Juca tomó mis hombros y lo siguiente que hice fue golpear su rostro.

-¡NO NO BASTA! ¿Acaso no lo entiendes? Me utilizaron - cada palabra, era un puñal atravesando mi débil pecho, era mi cruel realidad.

-Cálmate - Alejandra me abrazó por detrás y negué.

-Aléjate de mí - traté de quitar sus delgados brazos, pero, ella hacía más presión sobre mí abdomen - Alejandra quítate.

-No lo haré - Juanpa se acercó lentamente a nosotros y tomó a Alejandra - ¡DÉJAME JUAN PABLO!

-Alejandra quítate - volví a repetir, tenía que controlarme, no podía hacerle daño, no podía ser capaz de otro aborto, una nueva vida que sería próximamente la vida entera de dos de mis grandes amigos, el producto de su amor, amor que yo no he podido encontrar.