Amor Inesperado ❥SV | TERMINADA |

Te amo

40.

Sebastián Villalobos

—¡Milagro te dejas ver Villalobos! — Habló Daniela entusiasmada caminando hacia mí.

—Lo mismo digo Daniela — hablé nervioso.

Y lo estaba, ella era mi primer amor, y verla después de tanto tiempo me desconcertaba por completo.

—¿Cómo te ha tratado la vida? — Preguntó poniéndose enfrente mío.

«¡VAMOS SEBASTIÁN! Deja los nervios parce».

—Muy bien. No me quejó ¿Y a tí? — pregunté y ella se encogió de hombros.

—Muy bien, igual no me quejó — miró a _______ y ahora sí mi alma cayó al suelo — ¿Y quién es tú acompañante?

—Ya te lo había dicho — me interrumpió _______ y apretó su agarré — Soy su esposa.

—¿Se conocen? — Pregunté desconcertado y ella asintió mientras Daniela negaba.

—Nos vimos en la fiesta de YouTube, ¿Ya lo recordaste o quieres que le hablemos a Juanpa? — Daniela asintió sorprendida.

—¡Cierto, muy guapa tú nueva conquista Villalobos!

—No soy su conquista Daniela — habló _______ enojada.

Diablos ésto comenzaba a ponerse tensó, miraba a mí mamá en forma de súplica y ella evitaba mi mirada. Buscaba a mí tía y ocurría lo mismo. No pensaba que resolviera ésto sólo ¿o tal vez sí?

—_________ es mejor que entremos — la tomé de los hombros — Nos vemos luego Daniela.

—Un caballero nunca deja a una dama sola — habló Daniela y bufé exasperado.

—Tú no eres una... — besé a _______ para que se callara de una vez y después uní nuestras frentes.

—Ve adentro linda. Ve con mi mamá, con mi tía y con mi nona — la tomé de la mano y la guíe hasta donde estaba mi familia — Mesa para seis por favor.

—¿Reservación? — Preguntó él chico y asentí.

—A nombre de Sebastián Vilallobos.

El siguió buscando en su lista y pusó una palomita junto al nombre.

—Disculpe joven, aquí dice que la reservación es para nueve personas — me atragante con mi propia saliva e iba a reclamar por los famosos dilemas y mi madre me detuvó.

—Está bien hijo no importa, seguro debe ser una confusión, no hay problema.

—Acompañenme por favor — ________ me miró y sonreí indicando que fuera con ellas.

—No tardes — me dijo amenazante y me besó escasamente.

—No tardare... Ahora, ve con ellas no van a comerte — ambos reímos y miré a mí mamá que se acercaba hacía nosotros.

—¿Seguro quieres hacer ésto? — Preguntó y yo asentí.

—¿Dónde están mis monstruos? — Pregunté buscando a mis dos ángeles.