¿Secuestradores?

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11.

[ Sebastián Villalobos ]

-¡Oh Dios mío! - grité tocando mi cabeza - ¡VOY A EXPLOTAR!

-¡Hay wey, un pinche terrorista! - gritó Tatto en alguna parte de la habitación.

Me senté en la cama y estaba todo echó un desastre, miré una pequeña nota en la esquina de la cama y me estire para tomarla.

«Fuí por el desayuno, les deje unas pastilla a cada uno para la jaqueca, recuerden que tienen que ir temprano al aeropuerto - _________».

Lancé la nota por alguna parte de la habitación, y después de procesar la información que decía en aquella nota me pusé rápidamente de pie.

-¡La boda! - grité y busqué mis pantalones, abrí el armario para buscar algo de ropa y grité cerrandolo nuevamente.

-¿Qué te pasa perro? - Preguntó Paisa malhumorado y yo negué.

-Oh Dios mío, no Sebastián, no puedes ver éso de nuevo - susurré y caminé por la habitación - ¡QUE ASCO!

Dos gritos provenientes del armario me sacaron de mis pensamientos, Paisa y Tatto gritaban de una manera tan armónica.

-¡Tatto! - gritó de dolor Paisa.

-Perdón creí que era chicharrón - habló Tatto apenado - ¡Quiteme sus huevos de mi cara parce!

-Y ¿Cómo quieres que te los quité sí me los haz dormido animal? - Preguntó Paisa - ¡Sebastián, coño abre la maldita puerta!

-¿Qué, estás enfermo? Ni loco vuelvo a abrir la puerta, arreglense cómo puedan - me encogí de hombros.

-¡No seas cabrón! - gritó Tatto - ¡Tengo los testículos de tu amigo restregandome la cara!

Corrí hacía el armario, y abrí la puerta para después salir de la habitación, no volvería a ver ésa escena en mi jodida vida.

Caminé hacía las escaleras y un Juca demasiado ebrio estaba adornando él principio de las escaleras.

Con demasiada cautela comencé a moverlo para que reaccionará.

-Hey Juca - susurré - Juca, despierta, tenemos que irnos - lo moví nuevamente y al ver que no reaccionaba azote mi mano contra su mejilla - ¡Joder holgazán despierta de una buena vez!

-¿Qué te pasa mal parido? - despertó y al ver su espalda grité como nunca, el gritó de vuelta - ¿Qué qué pasa? - Preguntó asustado.

-Su espalda parce, sí de por sí ya estaba chistoso, ahora no existe descripción para usted - dije entre risas.

-Me estás asustando Sebastián ¿Qué sucede? - se giró dándome la espalda tratando de ver aquella cosa tan horripilante.

-Buenos días ¡Ahhhhhh Jesús! ¿QUÉ RAYOS ES ÉSO! - gritó Scremau y se pusó junto a mí.

-¡Hablen ya! ¿Es grave? - Preguntó Juca desesperado.

-Grave, horrible, escalofriante, realmente no tiene descripción - aseguró Scremau negando.

-Sí me mostrarán que tengo sería mejor - Scremau asintió y sacó su celular acercándose a Juca cuándo note su espalda grité de nuevo asustado.

Amor Inesperado ❥SV | TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora