¿Gwen viva?

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Narra Gideon

Fui de pesca al lago, estuve 2 días antes de volver, al pueblo me estaba alojando en una hermosa cabaña, me tocaron los días más soleados que había visto desde que escape, fueron mis días de calma, de paz donde pude encontrarme donde por fin pude decidirme a olvidar ese hecho tan traumático. Donde dejaría descansar en paz a mi amada, querida Gwen los recuerdos jamás se irían, pero su fragancia seguiría conmigo, aun su voz, ella era lo que me motivaba a seguir, ella es el motivo de querer seguir a ella no le gustaría que esté triste.
No es el tiempo el remedio que lo cura todo, no hay elixir no hay nada que cure el dolor y el trauma de haber perdido a la persona que mas amas.
Estos días vengo soñando con Gwen, exactamente aquel día fuera de la cafetería pero nada fuera de lo normal.

Estaba pensando ir a desayunar al café de Kate, así que me acosté temprano, además al elapsar el dia anterior tuve pequeños problemas, me crucé con personas de la alianza florentina al parecer tenían en esa época una sede aquí, aunque era muy extraño se me hacia mas facil creer que seguían el rastro de Lucy y Paul, al reconocer mi anillo con la insignia de la logia, comenzó una batalla, salí algo herido pero nada grave. Solo me asuste un poco pero luego di batalla no me iba a dejar vencer tan fácil, como ya saben el krav maga me ayudo demasiado pude vencer mis oponentes.

Otra noche más el sueño de lo vivido en la cafetería, cuando creo que logre olvidarla ella vuelve a mi, su aroma a flores, como cada vez que acariciaba su cabello este emanaba un aroma que me recordaba a la primavera, a todo lo que la primavera referencia, quisiera volver a la vida como lo hacen las plantas después del invierno, quisiera ver el sol como cuando ella estaba a mi lado, no me importaba el clima nublado habitual de la fría Londres a su lado todo era sol y felicidad. 

Porque no se lo dije cuando estaba con vida, cuando aún estaba conmigo, ahora entendía la famosa frase que habla del vaso roto. 
-Agarra ese vaso, tíralo al suelo ¿Que pasa? -Se rompe- Ahora pídele perdón- ¿Vuelve a estar como antes? -No- Exacto-
Destroze su confianza hice pedazos lo que había construido en tan solo un momento por querer que encuentre a alguien mejor sin darme cuenta que ella se iría conmigo a américa o cualquier lado pero fui cobarde quisiera remediar esto, pero es tan tarde, que acabe con la vida de Gwen.

La única persona por la cual sentí algo más que verdadero, la única persona por la cual hubiese dado hasta mi propia vida, por la cual hubiese sacrificado lo que tenia y aun más. Pero se acerca el momento voy a vengarte Gwen prometo ser fiel a esta promesa, lamento haberte fallado, lamento haber sido tan cerdo -entre lágrimas- no podía hacer otra cosa, por la madrugada decidí volver a elapsar quería hablar con Lucy y Paul contarles de mi plan saber si puedo contar con ellos.

A la mañana siguiente

Había decidido salir a tomar un café iba caminando por las vacías calles del pueblo se acercaba un fuerte tormenta, estaba caminando, cuando vi a alguien tan conocido que no pude hacer mas que ponerme pálido, era un papel

-Tartamudeando- Mi mi mi Mr Bernhard-
Mr Bernhard: Señor de Villiers ¿como esta? 
Gideon: ¿Qué hace usted aquí? -En shock sin poder moverse- ¿Está con la logia? 

Mr Bernhard: Tranquilo, yo no estoy con nadie, vine por mi franco aquí, tengo una casa.
Gideon: Está bien, entonces no dirá nada. Ni a Lady Arista ni a la logia.
Mr Bernhard: A nadie solo quería darte algo, es algo que Gwen debería haberle dado, pero eso no ha sido posible gracias a la tragedia.
Gideon: Está bien como quiera, ¿Quiere ir a tomar un café conmigo?
Mr Bernhard: Está bien, vayamos aquí a una cuadra, hay un café.
Gideon: Allí mismo me dirigía.

Con Mr Bernhard charlamos largo rato, me contó cómo había tomado el duelo la familia de Gwen, dice que no fue fácil, pero que Grace viajo a un pueblo cercano con los niños, para despejarse, Lady Arista a París con Glenda y Charlotte, entonces el viajo aquí para dejar un poco la fría y oscura casa en la que antes la luz de Gwen había iluminado. Explicaba que con su rebeldía, el continuo compañerismo con sus hermanos hacían que sus travesuras fueran muy graciosas, y aunque debiera mostrarse totalmente serio en su trabajo él creía que esas cosas eran las que le habían hecho aprender lo que era la felicidad, cuando Gwen murió las travesuras cesaron, esa casa iluminada con el rubí, llena de primavera hacía todo diferente.

El renacer del cuervoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora