El renacer del cuervo

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Narra Gwen

Todo salió muy bien, estaba realmente feliz, todo comenzaba a marchar bien, en el pasillo charle con Mr George sobre el proyecto y mi mente pensaba que parecía mentira que ese bondadoso hombre fuera parte de una ex logia tan corrupta, pero tal vez él confío en la gente equivocada, por eso confiaba tanto en él, sabía que no era su culpa sino de quién lo engaño y manipuló.

Gideon: Gwen estás bien?
Gwen: Emm si, lo siento es que estaba perdida en mis pensamientos.
Gideon: Sí, de eso me dí cuenta, pero en qué pensabas?
Gwen: En Mr George, en cómo un hombre como él, tan bueno, fue parte de los planes del conde -levantando los hombros-.
Gideon: Creo que los ideales del conde en su momento parecían lo correcto obvio quitando su segundo plan macabro y oscuro que mantuvo en las sombras. 
Gwen: Pues el conde los timo, les llenó la mente de mentiras.
Gideon: No voy a negar que tienes razón, en su momento por la causa era lo que debíamos hacer para mostrar lealtad, pero morir por una causa que no es honesta no lo vale.
Gwen: Te recuerdo que tú casi lo haces en más de una ocasión y por estas mismas personas.
Gideon: -besando su frente- pero todo cambió, cuando el pequeño rubí llegó a mí vida y salvó mi patética vida pero conocí a la mujer más excepcional de este planeta.

Sólo le sonreí y seguí caminando con él de las manos, íbamos a ir ante Lady Arista y la familia a cenar, eso avisamos apenas saltamos. Les dije que tenía un motivo especial, pero no cuál, Lotte, Lai, mis hermanos y primos, todos estarían presentes y sería genial. Muchos no querían a Gid pero mientras sea mi felicidad sé qué me van a ayudar y apoyar.

*Varias horas después*

Narra Lai

Salimos de la logía con Noah íbamos en un auto prestado y la música ambientaba el momento, era un día lluvioso, muy típico de Londres, veía las gotas bajar por el vidrio. Cuándo escucho su voz sacarme de mis pensamientos

Noah: Tierra llamando a Lai
Lai: Lo siento
Noah: No es problema, preguntaba si tienes idea de algún café por aquí, cómo sabés soy nuevo.
Lai: Pues no puedo recomendar nada, yo estoy igual, soy nueva por aquí.
Noah: Pensé que habías vivido aquí
Lai: Mí madre me encerró en un internado durante mucho años, mi padre antes de morir dejó instrucciones para el internado, ya pasaron cuatro años y medio un desde que deje ese lugar, justo al cumplir 16 luego de mi primer salto incontrolado.
Noah: Creo que nuestros padres nos escondieron, por nuestro bien, comprendo la angustia que sientes, al fin y al cabo mi padre hizo lo mismo conmigo, me envió con una familia rebelde de la logia a criarme en Argentina para estar alejado de todo y protegerme ocasionalmente me trajo a Londres a casa donde Gideon y Raphael se estaban criando pero me mantenía encerrado los días que estaba aquí, era para disfrutar su presencia, era durante las vacaciones de su esposa con su madre. 
Lai: Me duele el hecho de no haber crecido con mí familia, pero sé que recuperaré el tiempo perdido, pasé lo que que pasé.
Noah: Se lo que se siente, hubiera querido hermanos, pero mis padres solo se abocaron a mi cuidado y seguridad, hubiera querido criarme con mis hermanos, aunque por lo que cuenta Gideon de su crianza sus interminables clases de modales, violín, krav maga y otros 6 idiomas debe haber sido horrible no ser un niño, en ese aspecto le compadezco. 

Noah notó cómo lagrimas empezaban a caer por mis mejillas entonces quedó en silencio unos minutos.

Noah: Mirá allí hay un Starbucks vamos a tomar algo.

Bajamos del auto, me desestabilice unos segundos y el me dió su brazo, sólo lo miré a los ojos y me perdí allí. Fue como sí mi alma conectará a lo más profundo de su ser, ví sus sentimientos, dolor, tal vez mi magia iba más allá de lo que esperaba.

Lai: Lo siento, no quería que pasará ésto -removiendose incomoda-.
Noah: Los accidentes pasan Lai, deberías saberlo.
Lai: Losé losé.

De pronto me dí cuenta que sentía cosas con él, qué había algo en mí qué me hacía querer besarlo, entonces decidí ignorar todo, sólo toqué su hombro y cuándo se giró instintivamente envolví mis brazos alrededor de su cuello y lo besé, torpemente pero lo hice.
La fría lluvia Londinense nos estaba mojando, pero nada me importaba, me estaba quedando sin aire el abrazaba mi cintura, me separé lentamente y baje mi cabeza ocultando el sonrojó.

Lai: Lo siento, sólo me dejé llevar, tal vez tú no sientas lo mismo que yo, pero me gustas desde el primer momento en que te vi y caí en tus brazos Noah.
Noah: Lai, sólo mírame -posando sus dedos bajó el mentón- una acción vale más que las palabras.

Me volvió a besar y yo me sentía un gran bollito de mazapán, me derretiría en sus brazos.