6._El reencuentro

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Emma...

Bronceada, increíblemente guapa, así es como llegó mi amiga de sus vacaciones en el Caribe, sus padres dueños de un restaurante en la playa podían darse un lujo como éste de viajar a las playas más hermosas del mundo el tiempo que se les diera la gana.

Lleva unos jeans ajustados, que realzan su redondo y enorme trasero, una polera roja con la espalda completamente descubierta, unos tacones que le hacen juego con su polera, y colgada de su brazo lleva una chaqueta de jeans.

Aún tiene el mismo corte de pelo y la misma tonalidad, lo único que le ha cambiado es su color de piel a uno más tostado del que estábamos acostumbrados a verla, y que además le quedaba de maravilla.

- Jenn ¡¿Qué diablos te ha pasado que estas tan guapa?! - Hago un gesto de observarla  asombrada con los ojos abiertos con exageración.

- ¡Emma! - me abraza con fuerza y entusiasmo hasta casi ahorcarme - Dios... no te imaginas, palmeras, sol, playa y un millón de chicos guapos por donde mires - me sostiene de los hombros con demasiada energía -Tenemos que ir algún dia...las dos... solas - me apunta con él dedo - ¡es el paraíso!

- Claro claro, algún día - le digo con sarcasmo, porque sé que jamas tocaría la arena caribeña, por lo menos en un largo tiempo - quizás cuando me gane la lotería nos podemos ir a vivir.

- Que amargada nena - pasa su brazo por atrás de mi cuello y me obliga a caminar con ella - y si mejor buscamos unas cervezas y nos vamos afuera, esto huele asqueroso - me dice mirando a su alrededor donde hay chicos con su pelo pegado en sus frentes, esparcidos en los sofás echos mierda y riéndose con la boca a todo tarro, con sus grasientos rostros colorados por culpa del calor y del alcohol.

Pasamos entre la multitud que baila al ritmo de la música hasta llegar a la cocina que tampoco de salvaba de la multitud, donde también hay un par de chicos e incluso una chica sentada sobre el mesón con un chico entre medio de sus piernas besandola como un desesperado.

- Pásame una cerveza y vayámonos por favor - le ruego cuando revisa lo que hay en el refrigerador con mucha calma mientras coquetea con un chico que está fumando justo en la pequeña ventana que da hacía el garaje.

- ¡Jenn! - Le doy un codazo suave en las costillas.

Le indico las botellas con un simple gesto para apurarla porque esto de verdad esa atestado de gente y huele a putrefacción. Bueno quizás exagere un poco pero realmente huele fatal y mis fosas nasales van a terminar con un daño severo si sigo oliendo toda esta mierda de aquí.

- ¡Jenn, maldita sea! - la vuelvo a empujar haciendo que choque con el chico.

- Lo lamento - le dice muy sonriente.

- Me voy sin ti - le digo aburrida - te espero afuera.

- Okey okey - dice sacando dos botellas de Corona - voy contigo - cierra el refrigerador con fuerza y por supuesto me la imagino rodando los ojos - los chicos están en la terraza.

Avanzamos entre la multitud una detrás de la otra, haciendo el caminito entre las parejas que mueven sus cuerpos tan pegados que hasta pienso que van a follar aquí mismo al ritmo de la música.

- ¿Y cómo van las cosas con Damián? - me pregunta alzando la voz para que pueda escucharla por sobre los gritos y todo el ruido que hay en el lugar.

Todos los meses me hacia la misma pregunta, que ¿como iban las cosas con Damián? estaba sorprendida que me hubiese quedado con él y no disfrutar la soltería como lo hacia ella, como lo hacíamos ambas.

- Bien aunque igual no lo he visto mucho pero todo sigue igual de perfecto hasta antes que te fueras, no te hagas la loca y dime ¿Conociste muchos chicos en el Caribe?

El Regreso De Eric #1  #PremiosOrange17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora