33._ Otra vez la misma piedra.

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Eric...

La semana se ha pasado volando, entre entrenamientos y aguantar a Adam que aún no se arregla con Julieta y por otro lado esta Emma, quien se ha encontrado conmigo un par de veces en los pasillos donde nos besamos desesperadamente y luego fingimos que nada ha pasado.

No lo acepto, no dejaré que juegue conmigo, no seré su amigo de reserva cuando a ella se le antoje, yo quiero ser más que eso, quién a ella no le de vergüenza llevar de la mano o que el mundo supiera que tenía sentimientos por mí, esto no era compartido y por lo demás ¿Por qué le daría vergüenza? A cualquier chica le gustaría que yo me paseara con ella de la mano por los pasillos ¿Por qué Emma tenía que ser diferente? Y por sobre todo, me gustaría ser el único porque no pienso estar con ella a escondidas y que luego vuelva a la cama con otro, no, no y definitivamente no.

Somos capaces de estar frente a nuestros amigos en total tranquilidad, no nos hablamos y casi ni nos miramos para no levantar sospechas y sin embargo deseo tanto tenerla en mi cama, en mis brazos.

Soy tan patético porque mientras más me convenzo a mí mismo que debería dejarla ir, más ganas me dan de buscarla, de correr tras ella y decirle que la amo, pero aún me queda algo de dignidad después de lo que me ha dicho el fin de semana ya pasado.

También fingía que la usaba pero yo sabía que la necesitaba, y mucho.

La observo todos los días en la cafetería y aunque puedo notar los gestos tan "amables" de Damián, nótese la ironía con la que hablo, de comprarle un chocolate caliente frente a todos, quedando como el rey del universo por hacer eso, me contengo para no lanzarme sobre ella como solemos hacerlo en los pasillos.

Adam no era estúpido, sabía que algo me pasaba con ella, solo que no tenía claro si era para bien o para mal así que le pedí que sólo habláramos lo justo y necesario de ella, que no quería saber que pasaba con su vida.

Después de eso no preguntó ni dijo nada más, no quería levantar sospechas entre mis amigos y que el idiota de Damián terminara por enterarse que ya lo habían reemplazado.

El entrenador nos dio la tarde libre debido a un malestar estomacal por comer una hamburguesa en mal estado por lo cual me voy temprano a mi departamento.

Me había dado una ducha rápida y me acomodo en el sillón vestido solo con un pantalón de pijama para ver un partido en la televisión pero antes de poder acomodarme, suena el citófono avisando que tengo visita.

Adam se ha pasado un par de veces a hacerme alguna visita rápida o nos ponemos a ver algún partido bebiendo unas cervezas pero cuando abro la puerta para que entre, no es Adam quien está del otro lado sino que Emma.

¿Cómo había encontrado mi departamento? Está parada frente a mí, vestida con un simple pantalón de buzo y un poleron con capucha ambos de color celeste.

- ¿Qué haces aquí? - Le pregunto de mala gana.

- Necesito hablar contigo.

- Habla rápido porque estoy ocupado - le abro el paso para que entre y la sigo cerrando la puerta con violencia.

-No sé qué hacer contigo – se voltea frenándome - Estoy confundida Eric...

- Sí viniste a eso, te puedes ir – paso mi mano por el cuello para no tener que hacer algo estúpido con ella, como acariciar su mejilla por ejemplo - no me interesa.

- ¡¿Qué quieres maldita sea?! - Me pregunta alzando la voz acercándose a mí, y por un momento pienso en que va a golpear mis pelotas.

- ¡Nada! ¡De ti no quiero nada! - lo quería todo pero también tenía mi orgullo herido por sus palabras.

El Regreso De Eric #1  #PremiosOrange17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora