El Regreso De Eric #1 #PremiosOrange17

12._ Eric v/s Damián

Eric...

Estar entrenando de lo mejor y de la nada ver llegar a Emma con el maldito de Damián me hace cabrear hasta las pelotas y peor aún es verlos besarse como si se amaran de toda la vida, ella debería estar besándomea mí de esa forma, lo había hecho un millón de veces antes.

No entendía el motivo de aquel chico cuando llegó preguntando por ella el día de la fiesta hasta que dijo que era su novio, no creí que fuera cierto o en realidad no quería creerlo pero fue Adam quien me lo había confirmado después y estaba claro que debí haberlo cabreado hasta las pelotas por puro gusto, y así haber provocado una gran discusión y no tener que ver esto luego.

Y ahí estaban, abrazados, besándose como si olvidarán que alguien los puede estar observando, por un segundo me imaginé siendo yo quien la abrazaba por la curva de su espalda sólo para acercarla a mi cuerpo, que eran mis labios los que rozaban los suyos y que luego de unos segundos ya no era sólo un roce sino que era una presión que podría habernos hecho llegar más lejos, pero no, era Damián quien gozaba de ese privilegio.

¿Por qué simplemente no van al baño a follar en ves de hacer su patética escena de amor frente a todo el mundo?

- Eric te estoy hablando hace rato ¿Por qué no me respondes? - Adam llega corriendo hacia mí siguiendo la dirección de mi mirada - Vamos viejo... te toca al arco - me dice palmeando mi espalda tratando de dar su apoyo.

De nada sirve fingir que estas bien si por dentro estas haciendo un esfuerzo enorme por ignorar las cosas que por mucho que trates de evitarlo más daño te hacen, por ejemplo esto, Emma y ese idiota es algo para lo que no estaba preparado, aunque tampoco estaba preparado para verla a ella después de tanto tiempo que me siento como un idiota.

Espero a que Adam se vaya para darle una última mirada. Damián ya no está y ella mira en mi dirección desde su sitio, por una fracción de segundo pienso en que me va a sonreír pero luego levanta su mano y me enseña su dedo medio acompañado por una sonrisa pero no la que yo esperaba, es una mezcla entre burla y malicia.  Mi dolor le hacía gracia yentonces me doy cuenta que esta no es la Emma que yo conocía, definitivamenteno lo era. Emma jamás disfrutaría el dolor ajeno. 

- ¡Eric! - me vuelven a llamar.

Corro hacia la portería tratando de hacer como si nada ha pasado, ignorando la frialdad de Emma, la inmadurez de esa niña, porque eso era en este momento, una niña.

Vamos haciendo cambio de arquero cada veinte minutos y para mi buena suerte Damián está justo en el equipo contrario.   Ahora tenía tres propósitos;ganar el campeonato para largarme del país, reconquistar a Emma y que elmaldito de Damián no esté en la nómina final.

- ¿Podríamos ir por unas cervezas cuando salgamos? el día está bueno. - me dice Adam mientras fingimos tratar de quitarnos la pelota, entre amagues y movimientosde pies.

- No es mala idea, podrías decirle a Emma - me río de mi propio chiste porque obviamente no va a ir si estoy yo.

- Claro también le digo que se vaya contigo en tu auto y así recuerdan los viejos tiempos - me sigue el chiste - ¿Te quedas tu con el balón o yo? - me pregunta porque ya llevamos mucho tiempo haciendo regates para conversar.

- Yo por supuesto - le digo y de un movimiento le quito el balón llegando hasta la portería donde está Damián y golpeándolo con el empeine le doy la dirección necesaria para que entre justo por la esquina, haciéndose imposible que lo pueda atrapar.

Así lo hice todo el tiempo que duró el entrenamiento, le marcaba goles como si fuera lo más fácil del mundo y aunque podía escuchar las groserías que decía cuando marcaba cada gol, simplemente lo ignoraba y dejaba que se hundiera en su propia cólera, golpeando el suelo con los puños y mirando en mi dirección como si pudiera asesinarme con la mirada.