32._ La ley del hielo

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Eric...

La he visto con Damián en la galería porque prácticamente todos los días se ponen a conversar y hacer vida social, la he visto llegar con él a la facultad, la he visto caminando con él por los pasillos y cuando le pregunto si ya volvieron, dice que sólo son amigos, no me jodan.

He visto como Damián le compra desayuno todos los días con su maldita cara de niño bueno y aunque ahora podemos sentarnos en la misma mesa sin patearnos el trasero, las ganas aún existen y con mayor intensidad.

No sé qué está tramando Emma pero con sus cambios de humor y bipolaridad me están estresando más de la cuenta, sabía que las mujeres eran complicadas pero ella realmente sobrepasó los límites permitidos.

Ayer estaba de buen humor e incluso me estaba seduciendo y aunque casi me subo al mesón para poder besar esos labios me contuve hasta que tuve que volver a la mesa con Adam porque si por mí fuera, me quedaba haciéndole compañía hasta que hubiera llegado la hora de irme.

En la mañana a pesar de haber llegado con Damián nuevamente, porque parece que ya es su chofer particular, me la he encontrado en el pasillo antes de ir a clases.

Hice como que no la vi, soy especialista en eso y dio buen resultado porque vi cuando agachó su cabeza al pasar junto a mí sin decirme nada.

Ahora voy caminando hasta el baño y otra vez viene caminando justo en mi dirección, lleva un vestido corto floreado, y sus zapatillas Converse negras que ya parecer estar desteñidas por el sol, su pelo atado en una cola, me fijo en cada detalle, aunque aún no se ha dado cuenta de mi presencia por ir mirando el suelo.

Me pongo delante de ella hasta que choca con mi pecho.

-Auch! Fíjate donde vas mal... ¿Eric?

- Hola de nuevo - soné algo frío - yo creo que deberías ver más el camino que tus lindas zapatillas.

- Sí, podría - me sonríe - pero iba pensando en ti.

- ¿Qué te traes? – le pregunto porque su jueguito no me causa gracia alguna.

Le gusta provocarme por lo visto, y no tengo idea el porqué de sus cambios de humor pero en lo que a mí respecta, lo mejor era mantenerme lo más alejado posible, era inteligente, sabía lo que significaba que no querían estar contigo.

- Claro, algo más hermosos todavía - Le guiño un ojo – nos vemos luego – la corro un poquito por el hombro y apartarla de mi camino.

Cuando salgo del baño, Emma hurga en su casillero.

Avanzo para pasar por su lado y seguir mi camino pero ella se da cuenta de mi presencia, cerrando su casillero de un portazo y me detiene posando una mano en mi pecho.

Doy un paso al lado para seguir mi camino pero Emma hace exactamente lo mismo, da un paso hacia el mismo lado quedando frente a mí otra vez.

- Escucha - cierra sus negros ojos un segundo y luego los vuelve a abrir - lo siento, no quería ser cruel, pero estaba asustada.

- ¿De qué?

- De todo...

- ¿Por qué no vas a molestar a Damián? - le sonrío falsamente - el estúpido de los cuernos ¿Le contaste que nos besamos? - le pregunto a modo de burla.

A Emma se le desfigura la cara pero se recompone con facilidad.

- Me confundes - da un suspiro fuerte - y mucho, no sé qué hacer en estas situaciones, siempre he tenido a quien quiero y lo he dejado con la misma facilidad y no sé por qué con Damián es diferente, no puedo dejarlo así como así, es complicado estar en esta situación.

El Regreso De Eric #1  #PremiosOrange17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora