28._ Cosas nuevas.

1.8K 147 22
                                    

Damián...

Emma está frente a mi puerta con su maquillaje corrido y lágrimas en sus mejillas.

- ¿Emma, que tienes? - La tomo del brazo para hacerla entrar - ¿Qué haces aquí?

Emma nunca ha sido una persona que llora frente a los demás, la he visto derramar un par de lágrimas en el aniversario de la muerte de sus padres, pero más allá de eso, creo que es la primera vez.

Por instinto la acomodo en mi pecho acariciando su cabello, mientras la escucho sollozar sin tratar de disimular cuando se ahoga en sus propias lagrimas que siento pena por ella al verla así.

- ¿Puedo quedarme contigo? - me pregunta sin mirarme aún apoyada en mi pecho.

- Puedes quedarte siempre que tú quieras pero ¿por qué estas llorando?

- Por todo, sobre todo porque soy una tonta...

Acompaño a Emma hasta mi dormitorio e inmediatamente se saca sus botas y se acuesta sobre mi cama cubriendo su cuerpo con mis frazadas en posición de feto, era extraño verla así, tan frágil, tan vulnerable que incluso la desconocía un poco.

Todo lo que hacía era andar con la cara hasta el suelo, siempre andaba de mal humor y por supuesto que tenía nombre y apellido.

- ¿Es por Eric que estas así? - Le pregunto de manera fría.

- ¿Por qué me preguntas eso? – odiaba que respondieran una pregunta con otra para evitar responderla.

- Porque nunca te había visto llorar antes y desde que él llegó ya no eres la misma.

- Es muy complicado Damián, no lo entenderías.

Me molesta que Eric siempre sea el motivo de todo lo que le pasa a Emma, cada vez que está enojada es por él, cada vez que está triste es por él, cuando está nerviosa, incluso cuando está feliz, todo siempre es por él ¡y no!, no lo entiendo.

- Te estás enamorando de él otra vez - me atrevo a decirle, porque ya no es una pregunta, es una afirmación, y ya no tenía nada que perder si me lo confirmaba, aunque no fuera lo que quería escuchar.

Me acomodo frente a ella en la cama, nos quedamos mirando a los ojos con la cabeza sobre nuestras almohadas.

- Siempre has sido tan perfecta para mí, Emma – no podía negarlo, nuestra ruptura había calado hondo en mi corazón e intentaba sobrellevarlo - Cada vez que te miro trato de buscar algún defecto en ti, cualquier cosa, lo que sea para poder evitar no amarte tanto pero es tan difícil.

Su mano se posa sobre mi rostro acariciando mis mejillas con suavidad y aquí estamos otra vez, tan cerca que podría besarla, pero esta vez hay algo diferente, ya no éramos novios y ella está enamorada de Eric, puedo verlo y duele más que una patada en mis partes bajas, pero es solo que aún no se ha dado cuenta, es la típica sensación en la que tu si puedes notarlo pero ellos no

- Yo no estoy... - se detiene al ver mi cara ¿Por qué se engañaba a si misma? ¿Qué caso tenia a esta altura? ¿No herirme? – No lo tengo claro.

- Tus ojos dicen todo lo que necesito saber, no es a mí a quien amas y está bien, soy lo bastante hombrecito para saber cuándo retirarme.

Emma sabe que es cierto y es por eso que no dice nada, sólo se limita a girar en la cama y apoyar todo su cuerpo al mío donde su espalda queda a la altura de mi pecho y su trasero justo donde no quería que quedara.

Se relaja apoyando su cabeza en mi brazo que ella misma acomoda para dejarlo como almohada, su respiración se vuelve tranquila a medida que avanzar los minutos.

El Regreso De Eric #1  #PremiosOrange17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora