Eric...
Cuando me despierto ya en la mañana, Emma está vistiéndose en completo silencio a un costado de la cama, desde mi posición veo un tulipán tatuado en su espalda, que empieza desde la nuca hasta la mitad de su columna.
- ¿Qué haces? – da un respingo y voltea a verme.
- Me pongo mi ropa - la observo como recoge desde el borde de la cama, la ropa que sin control alguno le saque anoche.
- ¿Para qué?
- ¿Cómo para qué? No voy a andar desnuda por ahí.
- A mí no me molesta.
- Me imagino que no – rueda los ojos caminando hacia el baño.
- ¿Te vas? - Tan malo podía ser el hecho de que se haya entregado a mí por primera vez que se quería ir tan deprisa.
- No, voy a ver que hay para desayunar, amanecí con más hambre de lo normal - me sonríe coqueta.
Me siento en la cama rápidamente para ver que hago en estos momentos. Nunca le he dado desayuno en la cama a nadie, incluso cuando éramos novios tampoco lo hice y la verdad es que no sé qué hacer ¿La cargo al baño? ¿Al comedor? Que estúpido sonaba eso ¿Qué hago?
- ¿Emma? – ella se detiene a medio camino, se habia puesto una camiseta de las mías - ¿Que se supone que debo hacer en estos casos? ¿Traer desayuno a la cama? ¡Joder! No tengo idea.
- Tranquilo – rodea la cama para acercarse, la camiseta le tapa sus muslos solamente - las cosas románticas nunca han sido lo tuyo - me da un beso tierno en mis labios.
- Se supone que debería atenderte, cuidar de ti - le digo - ¿estas decepcionada? Yo lo estaría.
Como se me fue ese maldito e importante detalle, debería estar atendiendo sus necesidades y que ella estuviera acostada, tranquila disfrutando de su primer día después de haber hecho el amor conmigo por primera vez.
- ¿Te arrepientes? ¿Es eso?
- No ¿Cómo crees? - se sube a mi regazo, rodeándome con sus piernas - Quería hacerlo.
- ¿Por qué estas diferente? Distante. - debería rogar por un abrazo, quizás algunas caricias.
Había estado con chicas vírgenes en las que al otro día me pedían abrazo por monton, que las cobijara bajo mi cuerpo y un sin fin de estupideces que no me interesaban en ese entonces y yo como un hijo de puta que fui, las dejaba para volver a mi casa sin importarme sus estúpidos sentimientos.
Con Emma no me pasaba eso, al contrario, quería que se sintiera amaba por mí.
Yo sabía el porqué de su distancia, como siempre había una sola persona capaz de cambiar su estado de ánimo sin estar presente...
- No, es sólo que no quiero que Damián se entere de esto.
- ¿Damián? ¿Porque siempre tienes que sacar a Damián? estamos los dos.
- Te quiero Eric, me gusta estar contigo aunque a veces te odie por ser un idiota...
- pero - me adelanto - siempre hay un pero...
- Pero Damián es un chico diferente a ti, su forma de afrontar las cosas dolorosas es muy diferente a la tuya... Tu sólo vas, te emborrachas por ahí, te vas con la primera chica que encuentras, ¡y no me digas que no! - me apunta con el dedo antes que le diga lo contrario - pero él no, él sufre en silencio, se aleja de la gente que lo quiere y no quiero que pase eso ahora.
- Sólo estamos tú y yo aquí - le vuelvo a repetir.
- Si - me sonríe - es tierno que pienses que estoy arrepentida - acaricia mi rostro con sus delicadas manos - esto era lo que ambos queríamos desde siempre ¿lo recuerdas?
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El Regreso De Eric #1 #PremiosOrange17
Novela Juvenil#GucciAwards2018 #sakura2018 #RAwards2018 ¿Que pasa cuando el amor se acaba en un abrir y cerrar de ojos? Emma pierde a sus padres en un accidente automovilístico provocado por su novio Eric, un imán para las mujeres, un cuerpo perfecto y bendecido...