Eric...
Me doy vuelta en la cama por décima vez está noche, haciéndose imposible que pueda dormir, pero es inevitable no pensar en Emma y su cabello rubio que siempre llamaba la atención, donde fuera que íbamos, era un maldito afortunado por tenerla conmigo.
Cuando empezamos a salir tenía dieciséis años y ella tenía quince, pero ya éramos amigos desde mucho antes, jamás había estado con nadie y al igual que ella no sabíamos nada de lo que era estar en pareja donde todo lo fuimos aprendiendo juntos.
Me tocaba por curiosidad conociendo cada parte de mí sin ningún tipo de censura, siempre estuve a su disposición cuando ella lo deseaba, a veces me provocaba a propósito para ver como reaccionaba yo a todos sus encantos, nadie ha tocado tanto como ella lo hizo en el pasado, así aprendimos sobre el amor y también del sexo, lo llamábamos el entrenamiento previo para cuando estuviéramos listos.
Jamás volví a encontrar a alguien en quien confiara de la manera como lo hacía en ella, nunca la trate mal ni la obligué a hacer algo que no quisiera y nunca llegamos a hacerlo aunque era lo que mas deseaba, a veces me la imaginaba frente a mí, desnuda, con esa sonrisa que tanto la caracterizaba y la visualizaba haciendo todo lo que me hubiese gustado que me hiciera.
Pero de un momento a otro todo cambio, nuestras vidas se separaron, pero mi corazón siempre le perteneció incluso cuando ya no estaba conmigo, yo siempre fui suyo por completo aunque ella no lo supiera.
Resignado a no poder dormir, me levanto de la puta cama y me visto con un pantalón deportivo, un poleron con capucha y me calzo mis zapatillas para correr, busco mis auriculares y el celular preparándome para salir a trotar tal como lo hacía los primeros meses que se marchó, es como estar viviendo el mismo proceso por segunda vez.
Nada ha cambiado, mate a dos personas y Emma me odia hasta la muerte.
Con Maroon 5 a través de los auriculares corro por todo el borde costero, mientras que avanzan todas mis canciones favoritas.
A medida que corro observo toda la gente que sale de las discoteque, parejas de la mano que caminan contentos por la arena, pero déjenme decirles que no serán felices por siempre como en los cuentos de hadas ¡estúpidos ilusos! Porque la vida es cruel, nosotros los humanos somos crueles, dañamos a quienes más queremos incluso aunque no tengamos la intención, pero lo hacemos de todas formas.
Al cabo de cuarenta minutos he logrado los diez kilómetros que era lo que esperaba hacer está noche.
Me acomodo en la arena un rato antes de marcharme observando las olas ir y venir, había echo esto un montón de veces, el ruido de las olas silenciaba mi llanto cada vez que me follaba a una chica que no era Emma, recuerdo que iba hasta la playa y lloraba tratando de sacar todo rastro de una mujer que no era ella, hasta que me acostumbre a las mujeres y Emma salió por fin de mis pensamientos.
- ¿Mala noche? – la morena amiga de Emma se acomoda a mi lado en la arena.
- ¿Qué crees tú? –Le respondo sin despegar la vista del frente.
- Emma es un tanto... violenta – saca una botella de cerveza de su bolso y retira la tapa con un abridor que cuelga en su llavero.
- Nunca fue así – le quito la botella de la mano y le doy un largo sorbo y se la vuelvo a entregar - al menos antes que se fuera...– me levanto de su lado arrepintiéndome de lo que dije- olvídalo.
- No tengo idea de lo que habrás hecho en el pasado pero me caes bien ¿sabes?
- ¿gracias? – La miro confuso y comienzo a caminar – Nos vemos, morena.
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El Regreso De Eric #1 #PremiosOrange17
Teen Fiction#GucciAwards2018 #sakura2018 #RAwards2018 ¿Que pasa cuando el amor se acaba en un abrir y cerrar de ojos? Emma pierde a sus padres en un accidente automovilístico provocado por su novio Eric, un imán para las mujeres, un cuerpo perfecto y bendecido...