11._ la confesión de Damián.

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Emma...

Como cada día lunes, con toda la flojera del mundo voy clase de Historia y teoría de la arquitectura, una de mis asignaturas favoritas.

Esto de tener que tomar un bus para llegar a la Facultad es realmente horrible, voy a tener que buscar un trabajo para comprarme un auto, aunque fuera de segunda mano, o ahorrar para tener para el combustible de mi regalona para antes de que comiencen las vacaciones otra vez.

He pensado todo el día en que tengo que ir a buscar a Damián una vez que termine la clase, tenia que darle la cara despues de haberlo ignorado todo el fin de semana, tenia que concentrarme en mi carrera, aunque aún estamos poniéndonos al día con las materias así que los apuntes y los trabajos no son tan complicados.

Guardo mis cuadernos en el bolso cuando veo que Damián camina en mi dirección esquivando mesas y sillas en su camino, vestido con ropa de deporte, lo que significa que le toca entrenamiento o viene de el.

- Hola Damián – continuo guardando mis cosasun tanto nerviosa - ¿No deberías estar entrenando?

- Si, pero aún me falta una hora - se para frente a mí cruzado de brazos - y quería verte.

Su rostro y sus ojos están triste, desanimado por mi culpa, siempre hemos sido amigos, los mejores y llevamos apenas unos meses siendo novios y lo estoy haciendo fatal.

- Escucha... lo siento, de verdad debería haberte hablado pero...

- Tranquila - me interrumpe - ya me contarás cuando lo creas conveniente, yo voy a estar aquí... siempre he estado aquí para ti, lo sabes ¿No?

¿De dónde sacaba tanta amabilidad? ¿Cómo podía hablarme así después de haberlo plantado sin ninguna explicación? Lo quería de una manera única.

- De verdad lo siento Damián – le vuelvo a decir mientras caminamos por el pasillo.

- ¿Tomaste desayuno? - hace oídos sordos a mis disculpas.

Niego con la cabeza recordando que la primera clase empezó temprano en la mañana y no alcancé a comer absolutamente nada.

- Vamos – me toma la mano y enreda susdedos con los míos - yo tampoco he desayunado.

- ¿Estas seguro?¿No estás molesto?

- Que no – vuelve a repetir. 

Cargo el bolso en mi hombro y unos portafolios que no caben en el, los llevo en mi brazo mientras avanzamos sin prisa hasta llegar a su auto que está en el estacionamiento.

Jenn que me mira desde la cancha mientras subo al asiento delantero enseñándome el dedo medio partiéndose de la risa provocando que me ría yo también, era una idiota, en serio era más que una idiota pero era mi amiga y yo suelo hacerle lo mismo cuando la veo en cualquier parte y con quien esté, creí que habíamos madurado, pero no, seguimos siendo las mismas descerebradas de siempre.

Me acomodo en el asiento y me pongo el cinturón de seguridad como ya es mi costumbre.

- ¿ A qué hora tienes que volver? - Me pregunta una vez pone el auto en movimiento.

- No tengo clases hasta dentro de dos horas.

El Regreso De Eric #1  #PremiosOrange17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora