El Regreso De Eric #1 #PremiosOrange17

34._ Cambios de humor.

Adam...

Cuando el entrenamiento empieza es como una faceta que ambos tienen eso de fingir que no hay ningún problema entre ellos, y una vez que termina, vuelven a sus miradas asesinas y todo lo que implica el odio que ambos se tienen. Pero a medida que avanzan los días, Damián es más tolerable a la presencia de Eric hasta el nivel de aguantarse el estar en la misma mesa con nosotros, sinceramente me gustaría que ambos estuvieran ahí.

- ¿Cómo te trata la vida hoy, viejo? – me saluda Eric, chocando mi puño.

- Supongo que bien – miro al resto de los chicos que están rodeando a Cris que mira una revista de chicas desnudas – Supongo que a Julieta se le pasara su enojo en algún momento.

Había dejado de ponerme atención el muy imbécil, está mirando a su espalda buscando a alguien, no había que ser un genio para saber a quién.

Julieta y yo no nos hemos visto desde el día en que nos peleamos porque decía que yo prefería al nuevo que a su hermano con el que ya llevábamos más de tres años de amistad, que estaba siendo desleal con Damián, no sentía que estuviera siendo desleal como decía ella, pero Eric había llegado y nos habíamos hecho amigos sin pensarlo, no fue que planeara alejarme de Damián como decía Julieta y la verdad es que no tenía ganas de verla y preferiría que siga siendo así, tampoco ayudaba que su hermano no quedara en la nómina.

Eric ha llegado de un humor totalmente diferente al de ayer, y no sé si se debe a Emma u otra cosa pero es irritante verlo llegar con cara de perro un día y con una sonrisa de oreja a oreja el otro, creerá que no me doy cuenta que en algo anda metido y con quien.

- ¿Por qué no dejas esa cara de imbécil? - Le digo para que se ponga serio de una puta vez.

- ¿Qué te pasa, ahora no puedo estar feliz? – dice aun mirando a su alrededor, se le había perdido la doncella.

- Ayer andabas irritante y hoy día te veo saltando en una pata - lo miro y el idiota sigue sonriendo - suéltalo.

- ¿No sé a qué te refieres? - se hace el desentendido y se pone de pie arreglando su pantalón del equipo de la universidad.

Corro hasta él y golpeó sus pelotas haciendo que se doble del dolor diciendo un par de groserías mientras se soba sus pelotas, le había dado justo donde quería.

- ¡Mierda, mierda y más mierda! - dice mientras se agarra sus cochinas partes flectando un poco las rodillas - ¡bastardo!

Me río mientras hace unas sentadillas medias raras tratando de calmar su dolor y cuando cree que se le ha pasado un poco sale disparado en mi dirección tratando de alcanzarme.

Corro lo más rápido que puedo tratando de arrancar pero el hijo de perra corre como Usain Bolt y cuando me pilla aprieta una de mis bolas haciendo que un dolor invada todas mis partes bajas.

- ¿Duele? - me dice apretándome con fuerza, mientras se parte de la risa y cuando me suelta lo único que hago es sobarme y hacer las putas sentadillas que dicen que calman un dolor de huevos, de seguro me veía igual de idiota que él.

Me alejo un poco, me siento en el pasto y él se acomoda junto a mí, seguía doliendo una de mis bolas pero a él no le afectaba mucho porque se reía y seguía con la misma cara de imbécil.

- ¿Parece que te tocó ayer que andas de tan buen humor? - lo golpeo en el hombro una vez el dolor ha cesado - Cuéntame maldito... ¿Es Emma? - Le pregunto bajando la voz.

- Sí, pero no te voy a contar nada más.

- ¿Lo hicieron? - agarro su cabeza y le revuelvo el pelo, él tenía una actitud de niño a veces y yo tenía mis pies bien puestos sobre la tierra y sabía que los chicos me veían como tal.