Capitulo 16 *Una buena noticia*

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Rin sujetaba a Kikyo con fuerza. Sango estaba con una sonrisa victoriosa en los labios. Naraku tomó al niño en brazos ya que este no dejaba de abrazar su pierna.

—Hola —saludó Naraku en voz suave. Sentía una emoción extraña al abrazar al niño.

—Hola —saludó el pequeño con una sonrisa inocente. 

Camino hasta llegar frente a Sango.

Kikyo parpadeo varias veces el pareció que tenían el niño y Naraku era increíble, era Naraku en versión pequeña, pues había visto unas fotografías del ojos carmín cuando era niño. No había duda, era su hijo.

—¿Qué demonios significa esto? —le pregunto molesto.

—¿No te alegra conocer a tu hijo? 

—No es mi hijo.

—¿No? Es tu viva imagen —miro de reojo a Kikyo—. Es nuestro hijo.

—Eso es imposible —aseguro.

—Oh vamos —sonrió de lado—. Recuerda que estuvimos juntos meses de tu supuesta boda.

Kikyo abrió los ojos a mas no poder. Él le había jurado que con Sango no había tenido nada que ver. 

—Eso no es verdad —dijo serio mirando a Kikyo de reojo ya que podía ver esa mirada de molestia.

Sesshomaru aún estaba junto a la puerta del baño. Tenía los brazos cruzados, escuchaba y observaba todo lo que estaba pasando. Sara seguía en su lugar, parecía entretenida viendo todo. 

—¿Estás bien? —le pregunto Rin a Kikyo en un susurró ya que la vio hacer una mueca. 

—Sí —respondió seria—. Sera mejor que me vaya —miro a Naraku—. No tengo nada que hacer aquí —se soltó del agarre de Rin—. ¡Ahh! —se quejó ya que un dolor en el vientre bajo se hizo presente. 

—¿Qué te pasa? —Rin la volvió a sujetarla.

—M-me duele —balbuceo.

—Te llevare al médico —miro a Sesshomaru con suplica, este camino hacia ellas y tomó a Kikyo en brazos—. Gracias —le susurró Rin. 

Él no respondió, sólo comenzó a caminar hacia la salida. Naraku tensó la mandíbula, bajo al niño y este fue con Sango. 

—¿A donde vas? —pregunto Sango molesta al ver que él pretendía ir con Kikyo.

—Eso no es tu incumbencia.

—Lo es, ahora sabes que tenemos un hijo, debemos casarnos. 

Naraku casi suelta una carcajada, eso debía tratarse de una broma.

—No me casaria contigo aunque fueras la unica mujer sobre la tierra —le hizo saber en voz fria.

—Pero es tu hijo.

—Lo dudo —miro al niño de reojo—. Tú y yo estuvimos juntos hace como seis o siete años, si hubieras tenido un hijo mio, el niño tendría cinco o seis años y no tres o cuatro.

—Tu inteligencia me asombra —dijo con media sonrisa—. Pero aunque no lo creas esta niño es tuyo, puedes hacer la prueba si lo deseas.

Naraku frunció el ceño, Sango hablaba con una seguridad que parecía que estaba diciendo la verdad, pero eso no podía ser verdad. Pues no estuvieron juntos y con la única persona que había estado era Kikyo.

—Me llevare a niño —aviso, una idea paso por su mente y la quería comprobar.

—¿Está loco? —se sobresalto—. No te lo llevaras a ningún lado.

I miss you {NarakuxKikyo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora