Capitulo 24 *Nueva llegada*

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Los meses pasaban, todo parecía volver a la normalidad. Los padres de Naraku regresaron a México una vez que él y Kikyo les confirmaran que se irían a vivir para allá después que el bebé naciera.

Naraku consideraba que era lo mejor, pues Sango aún no era encontrada. Los policías le habían dicho que tal vez ella se había ido de la cuidad ya que no había rastro de ella en ningún lado. Aún así no podía arriesgarse a que ella reapareciera e intentara hacerle daño a su esposa e hijos.

Ya habían pasado cuatro meses desde que Sango huyo, Sara murió y Kohaku se suicido. Tanto a él como a Rin y Kikyo les tomo la noticia por sorpresa, los oficiales que lo encontraron en su celda colgado dijeron que tal vez Kohaku había tomado esa decisión debido a que los demás presos se burlaban de su condición, de no ser un "hombre" completo, que el joven había caído en una depresión que lo llevo a la muerte.

Menomaru había salido de la cárcel en libertad condicional, el abogado que Sesshomaru había contratado le sirvió de mucho. Rin intento pagarle todo lo que gasto en dicho abogado, pero Sesshomaru no acepto ni un peso. 

Naraku dio un largo suspiró, ahora que lo pensaba, parecía que todo hubiese pasado ayer. Salió de sus pensamiento al escuchar unos pasos entrar a la sala corriendo, una sonrisa se formo en sus labios al saber de quien se trataba.

—¡Papi! —era Kagewaki—. ¿Jugamos? —lo miro con suplica mientras le mostraba un par de coches pequeños en color blanco y negro.

—Sí —respondió con media sonrisa, mientras cerraba su portátil, al fin de cuentas no estaba trabajando como se supone que debía estar. 

Kagewaki le dio el coche negro a su padre y ambos se pusieron a jugar sobre el sofá. Kikyo salió de la cocina, su vientre estaba más abultado y se sentía mejor, ya Naraku la dejaba preparar algunas veces la cena. Sonrió al ver como ellos jugaban, nunca pensó que vería a Naraku en esa faceta de padre que, a decir verdad le sentaba muy bien, le daba un toque mas serio a la personalidad del ojos carmín. 

Los veía tan felices que no quería llamarles para que ya fueran a cenar, se acercó con cautela y sonrió al escuchar como hacían ruidos con sus bocas fingiendo el sonido de los mini vehículos que pasaban a toda velocidad por los sofás.

—¿A qué juegan? —pregunto curiosa.

El pequeño levanto la mirada y le regalo una tierna sonrisa a su madre.

—A rápido y curioso —respondió con su voz inocente.

Naraku y Kikyo no pudieron evitar reírse ya que el niño había querido decir rápido y furioso, pues había visto la película hacia días y le había gustado. 

—Hay que ir a cenar —hablo Naraku al tomar al pequeño en brazos. 

—Iré a servir —aviso.

Ellos fueron a lavarse las manos, luego tomaron asiento los tres y procedieron a cenar. Hablaron sobre el preescolar del pequeño, pues ya había empezado hacia un mes. También hablaron de otras cosas. Al terminar, ellos fueron a lavarse los dientes y ella limpio el comedor. Al terminar de lavar los platos, apago las luces y se fue a su habitación donde ellos la esperaban ya recostados en la cama. 

Entro al baño para lavar sus dientes, cepillar su cabello y ponerse su pijama, luego volvió a la habitación y se recostó en la orilla de la cama, pues Kagewaki estaba en medio de ambos, pero cuando se quedo dormido, Naraku lo paso a la cama que tenían a un lado de la suya. Les encantaba que él se durmiera con ellos, pero tenían que acostumbrarlo a dormir en su propia cama, pues en unos tres meses más nacería el nuevo bebé y no querían que el niño se sintiera desplazado al ver que de un día para otro ya no dormía con ellos. 

I miss you {NarakuxKikyo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora