Propuesta

449 36 13
                                    

Los días pasaron, Rin caminaba entre los pasillos de la cárcel, ya habían encerrado a Dean y en unas semanas más le darían su sentencia, la cual seria de varios años.

—Cinco minutos —le dijo un oficial. Ella asintió, no pretendía estar mucho tiempo con Dean, sólo quería enfrentarlo.

Se detuvo al estar frente a la celda. El hombre que estaba sentado en el fondo de la habitación. Al escuchar los pasos de unos tacones levanto la mirada.

—Rin... —susurró sorprendido, era la primera que lo visitaba, su familia le dio la espalda una vez que se enteraron que estaba preso.

—Creí que eramos amigos —dijo Rin con tristeza.

—Lo eramos —se levantó y se acercó a los barrotes—. Pero necesitaba el dinero y Sesshomaru lo tenía.

—Si me lo hubieras dicho yo te hubiese dado todo lo que tengo.

—Lo sé pero, no era suficiente.

—¿Por qué mi hija? —Rin estaba molesta, si no fuera por los barrotes le daría una bofetada.

—Porque era una de las debilidades de Sesshomaru, pensaba secuestrarte a ti, pero no estaba seguro de que él renunciara a todo por ti —suspiró—. Lastima que no supe planear todo bien.

—Eres un imbécil —gruño.

Estaba tan molesta, Mei tenía que estar viendo a un psicólogo ya que Dean la había dejado muy mal, ella no paraba de preguntarle a Sesshomaru que si la quería y no dejaba que se le acercara mucho.

—Rin... en verdad lo siento, pero necesitaba llegar a Sesshomaru.

—Un simple lo siento no arreglara nada.

—Se acabo el tiempo —hablo el oficial desde el final del pasillo.

—Adiós Rin, espero puedas perdonarme, mi intención nunca fue hacerte daño. Pero necesitaba el dinero y me deje llevar —fue sincero.

—Esta será la última vez que nos vemos —le hizo saber—. Que tengas una linda estancia en tu nuevo hogar.

Dio la vuelta y se fue de allí. Dio gracias al oficial para después salir del edificio.
Al llegar a casa fue recibida por sus hijos.

—¡Mami! —gritaron en unísono, ella les sonrío y los tomó en brazos.

—¿Dónde está su padre? —pregunto después de darle un beso en la mejilla.

—En el comedor —respondió Kai.

Comenzó a caminar con ellos en brazos, Mei la abrazo con fuerza una vez llegaron con Sesshomaru, quien estaba tecleando en su portátil.

—Ya volví —hablo ella. Sesshomaru la observo e hizo una seña para que se acercara.

—¿Cómo te fue? —sabía a donde había ido, lo habían hablado la noche anterior.

—Bien —dejo a los niños en el suelo—. Vayan a jurar —les susurró, ellos asintieron y salieron corriendo—. Dean es un imbécil —confesó mientras se sentaba en las piernas de Sesshomaru, él la sujetó de la cintura.

—¿Te dijo algo malo? —le dio un corto beso.

—Nada que tu y yo no supiéramos ya —suspiró y junto su frente junto a la de él—. Quería tu dinero, estaba seguro que se lo darías con tal de recuperar a Mei.

—Lo hubiera hecho —le susurró en el oído—. Por ella, por Kai y por ti —mordió levemente su oreja.

—Sesshomaru... —jadeo al sentir el aliento del peliplata en su cuello—. ¿Cómo van las cosas con Mei?

I miss you {NarakuxKikyo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora