I miss you {NarakuxKikyo}

Frente a frente

Rin conducía a toda velocidad, su corazón latía tan rápido que pensaba que se saldría del pecho. Su rostro estaba completamente rojo y su mente pensaba en lo ocurrido hacia unos minutos. 

¿Acaso había sido un espejismo? ¿Lo extraña tanto que ya lo veía en todas partes? Se negaba a creer que en verdad lo había visto, eso no podía ser verdad. Agradecía que el autobús pasara justo en el minuto exacto en el que él parecía querer acercarse a ella.

—Tranquila —dijo en un suspiró, tratando de controlar su alocada a respiración. 

Miro por el espejo retrovisor y negó de inmediato, no había manera en que él la siguiera, pues era bastante obvio que acaba de llegar a la cuidad. ¿Estaría ahí por cuestiones de negocios?

Una sonrisa triste apareció en sus labios, de seguro de eso se trataba. Era imposible que él sólo fuera hasta esa lugar para buscarla. 

Dio un largo suspiró tratando de contener las lágrimas que amenazaban por salir  de sus grandes ojos. Bajo la velocidad del su vehículo antes de que alguna patrulla la viera y la obligaran a detenerse como si fuera una delincuente. 

Al llegar a su casa, espero por unos minutos dentro del auto. Limpio sus mejillas ya que unas lágrimas traicioneras salieron. Cerro los ojos e inhaló y exhalo varias veces hasta que ya se sintió calmada. No podía mostrarse ante sus hijos con una cara de pocos amigos, ellos se merecían verla con una sonrisa. 

Antes bajar del auto se miro al espejo para asegurarse de que no se notara que lloro o que estaba nerviosa. Kai era bastante inteligente y se daría cuanta. Mei era un poco más despistada, pero en cuanto Kai le decía que su madre estaba triste, ella también se ponía triste y abrazaba a Rin con fuerza.

Entro a la casa y todo lo malo se borro como por arte de magia al escuchar la risa de sus pequeños. Así que no pudo evitar sonreír de oreja a oreja mientras caminaba por el pasillo hasta llegar a la sala donde estaban sus hijos jugando a las escondidas. 

—¡Mami! —Mei salió de atrás del sofá y se lanzo a Rin con una gran sonrisa.

—Mei —dijo emocionada, mientras se ponía en cuclillas para recibir el abrazo de Mei.

—¡Kai! ¡Mami ya llego! —grito Mei a todo pulmón. 

A los pocos minutos Kai se unió al abrazo. Rin les dio un beso en sus frentes y después ellos la convencieron para jugar. La castaña acepto y tomó asiento en el sofá para cubrir sus ojos con sus manos.

—Uno, dos... —comenzó el conteo con una sonrisa en los labios, escucha los pasos de sus hijos correr por toda la casa buscando un buen escondite—. ¡Listos o no, haya voy! —les grito Rin, quien parecía una niña más.

La niñera se fue de la casa sin hacer ningún ruido para no interrumpir a la familia, solo le dejo una nota a Rin el comedor para que la viera en cuanto se sentara a comer.  

~O~O~O~

Sesshomaru se registro en el hotel, su estancia seria por tiempo indefinido. Subió a su habitación en compañía del botones que llevaba su maleta.

El hombre dejo la maleta de Sesshomaru cerca de la cama y antes de salir hizo una reverencia. Sesshomaru, una vez que estuvo solo. Se quito la chaqueta para después dejarla sobre la silla. Luego se recostó mirando el techo.

No pudo evitar sonreír de lado, ¿quién diría que se encontraría a Rin tan pronto? Creyó que tal vez se tardaría una semana en verla o que tendría que esperar a que fuera el dichoso cóctel. Debía admitir que si el dichoso cóctel fuera en otra cuidad se hubiera negado rotundamente a ir. Hubiera inventando cualquier cosa con tal de no asistir.