I miss you {NarakuxKikyo}

Capitulo 25 *Boda*

Una pequeña niña de cinco años corría inquieta por la pequeña habitación que estaba siendo ocupada por tres mujeres alistándose para una gran ceremonia.

—Abi, deja de correr que ensuciaras tu vestido —hablo Kikyo con nerviosismo, mientras observaba a su pequeña a través del espejo.

—Estoy emocionada, mami —dijo la niña con una sonrisa.

—Eres igual que tu hermano —dijo en un resoplido. 

—Es una niña, es normal que sea inquieta —hablo Rin con una sonrisa, mientras seguía peinando a Kikyo.

—Ella tiene razón, Naraku cuando de pequeño era muy inquieto. Todo quería averiguar —dijo Tsubaki con dramatismo. 

Kikyo suspiró como respuesta, estaba hecha un manojo de nervios, en menos de dos horas por fin se casaría a la iglesia con Naraku.

Habían esperado cinco años para la unión ya que ambos, al volver a México, se enfocaron en sus negocios y en comprar una casa para que sus hijos tuvieran mucho espacio para jugar. No habían sabido nada de Sango durante esos años, así que dejaron de preocuparse por ella.

Una vez que Rin termino de peinar a Kikyo, se paso para adelante para comenzar a maquillarla. Tsubaki acomodaba el vestido en la cama y platicaba de algunas cosas con su querida nieta Abi. 

—Ya tu vestido esta listo —hablo Tsubaki tomando a su nieta en brazos.

—Gracias, suegra —susurró Kikyo con media sonrisa, sabía que a Tsubaki no le gustaba que le llamara así.

—Sólo dime Tsubaki, querida —dijo la mayor irritada y Rin rió—. Iré a ver que todo este en orden allá abajo —salió de la habitación en compañía de Abi. 

—¿Qué tal tu estancia en México? —pregunto Kikyo una vez que estaban solas.

—Muy bien —sonrió—. El departamento de Sesshomaru es muy cálido —estaban en el mes de diciembre.

—¿Solo el departamento? —pregunto con burla y Rin desvió la mirada.

—Creo que eso no esta a discusión —susurró con un leve rubor en sus mejillas. Kikyo sonrió levemente, se podía notar que su amiga Rin, estaba muy enamorada.

—Por cierto —aclaró la garganta para poner seriedad a la conversación—. ¿Te sientes bien?  

—Sí, ¿por qué la pregunta?

—Desde que llegaste a México —hacia un par de semanas—, te he visto algo pálida —Rin se mordió el labio inferior con nerviosismo—. Sabes que puedes confiar en mi, ¿No?

—Estoy embarazada —soltó con rapidez y Kikyo abrió los ojos a más no poder.

—¡Qué bueno! —dijo emocionada—. Es una buena noticia, ¿no? —parecía que Rin estaba triste.

—No sé —suspiró—. Creo que Sesshomaru no quiere hijos —se escucho algo de tristeza en su voz.

—Pero ya llevan dos años y medio viviendo juntos, ¿cómo que no quiere hijos? —no entendía.

—Ni matrimonio me ha pedido —sus ojos se cristalizaron—. Y discutimos anoche.

—¿Por qué? —los nervios de la boda pasaron a segundo plano, ahora estaba atenta a las palabras de la castaña.

—Quise decirle que estaba embaraza, pero cuando toque el tema de los hijos —sollozo—. Dijo que no le interesaba nada sobre los bebés ya que no estaba en sus planes ser padre.

—¿Y qué hiciste?

—Me salí del departamento.

—¿Qué? ¿Dónde te quedaste? ¿Por qué no fuiste a la casa? ¿No te busco?