Epílogo

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Después de algunas horas de pasión, Naraku y Kikyo hicieron sus maletas y salieron de la casa para dirigirse al aeropuerto.

—¿Pasa algo? —pregunto Naraku al estar detenidos en un semáforo rojo.

—Rin no responde —respondió, mientras intentaba llamar una vez más a Rin.

—De seguro esta con Sesshomaru y por ello no responde —le dijo con tranquilidad. 

—Eso espero —suspiró—. ¿Qué hablaste con Sesshomaru? —pregunto curiosa, pues él solamente la dijo que había hablado con el peliplata y que no tenía de que preocuparse ya que estaba seguro que ellos volverían a estar juntos.

—Solamente hablamos del embarazo de Rin —le resto importancia al ponerse en marcha.

—¿No piensas decirme todo?

—¿Tú me cuentas todo lo que hablas con Rin? —la miro de reojo.

—No —fue sincera.

—Yo tampoco puedo contarte algunas cosas, aunque quisiera.

—Entiendo —resopló. Sabía que él no traicionaría la confianza de Sesshomaru, así como ella no traicionaría a Rin.

Dejo el tema de lado y le pregunto sobre otras cosas, como del trabajo. Él le respondía todo lo que le estaba preguntaba. Al llegar al aeropuerto esperaron una hora hasta que su vuelo salió con destino a París. 

~O~O~O~

Llegaron al amanecer, fueron al hotel donde se hospedarían durante la semana que durarían allí. Se ducharon y durmieron un poco. 

Al despertar cerca de las dos de la tarde. Se alistaron y salieron para ir a algún restaurante a comer algo. Mientras esperaban que llegaran con sus ordenes decidieron llamar a sus hijos.

—Hola —respondió Tsubaki mirando a ambos, pues era una videollamada.

—Hola, madre —saludó él con media sonrisa.

—Buenas tardes señora —saludó Kikyo. 

—¿Dónde están los niños? —pregunto Naraku.

—Se están lavando los dientes para ir a la cama, pero enseguida los llamo para que los vean.

La pareja asintió, mientras Tsubaki se ponía de pie y salía de la habitación para ir por sus nietos. Naraku tomó la mano de Kikyo entrelazando sus dedos.

—Aquí esta su orden —hablo el mesero, quien les llevo la comida.

—Gracias —dijo Kikyo amable.

El hombre se fue dejandoles solos para que disfrutaran su comida, Naraku probo de su plato y Kikyo bebió un poco del vino que les habían servido. Al paso de unos minutos, Kagewaki fue el primero en verse a través de la pantalla del móvil de Naraku.

—Hola papá, mamá —saludó con seriedad el niño.

—Hola hijo —saludaron en unísono.

—¿Qué tal el vuelo? —pregunto, mientras se acomodaba en el sofá para estar más cómodo. 

—Algo cansado —respondió Kikyo—. Los extraño —confesó en un suspiró.

—Yo igual —les hizo saber el niño.

Abi se unió a la conversación con sus padres, platicaron por una media hora más, donde Kikyo les dijo varias veces que se portaran bien y que no hicieran enojar a su abuela. Luego de colgar, Naraku y Kikyo continuaron con su comida.

I miss you {NarakuxKikyo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora