Capitulo 11

15 1 0
                                    



El grupo de cinco estudiantes se miraban unos a otros, sin saber que hacer. No saben si estar feliz o tristes, la noticia no resulta tan buena como esperaban.

    - Estúpido concejo estudiantil con su cochino interés – se queja Stinson.

    - Como dije anteriormente, una de las reglas del concejo es que el club genere algún beneficio para el colegio – le aclara Morrison.

    - Con todo el dinero que reciben de nuestros padres ¿y quieren más? – objeta Stinson.

    - ¿Para que tener un mucho si puedes tener más? – dice Morrison -. No te olvides de un detalle importante, no todos los estudiantes son de familias acomodadas, algunos son becados.

    - Becados pobretones que nos frustran para inaugurar el club de mi querida Rei.

    - No soy tuya.

    - Eso me hace sentir un poco culpable – dice Chester, aun así se le ve sonriendo -. Yo soy uno de esos becados.

La confesión los toma por sorpresa a todos.

    - Con más razón el concejo nos exigirá un beneficio – comenta Morrison -. Cuando estudien a cada uno de los integrantes verán que Chester es un becado, y conociéndolos, no dejaran que un becado disfrute los beneficios de la institución sin pasar factura.

    - Nuevo, eres el ancla de este Barco. Tu falta de dinero nos limita con el grupo; y no olvidemos que no le garantizas un futuro prospero y seguro a Rei – justo en ese momento su brazo reposa en los hombros de Rei, apretándola fuerte hacia él -. Lo mejor que puedes hacer es saltar por la borda.

    - Tony – le llama Rei -. Quita tu brazo ya mismo. Chester, ¿Por qué no me lo había dicho antes?

    - Nadie me lo pregunto y no creí que fuera necesario – dice Chester, sin perder la sonrisa -. Además, apenas si nos estamos conociendo. Sigo sin saber cual es el nombre de Morrison.

Todos miran a Morrison, intercambian miradas entre ellos.

    - El loco de la sonrisa tiene razón, nadie sabe el nombre de Morrison – comenta Stinson.

    - Estudie con él en primer año y aun así no supe su nombre – dice Rei.

Ambos jóvenes se le quedan viendo, con intriga, al joven de los cabellos dorados.

    - Ya dejen de mirarme así. No opinen mucho, Tony y Rei no son sus verdaderos nombres sino sus diminutivos – les reprocha Morrison -. Nos estamos desviando del tema y pronto acabara el descanso.

    - ¿Cuáles son... los beneficios? – pregunta tímidamente la chica nueva.

Las miradas dejan a Morrison para dirigirse ahora a la chica, lo que hace que se sonroje.

    - Esa chica hablo, por fin – dice Stinson.

    - Ella tiene su nombre – le reprocha Rei.

    - Alemán hizo una buena pregunta – certifica Chester -. ¿Cuáles son esos beneficios de los que hablas?

    - A los clubes se les asigna un presupuesto, para ir mejorándolo; los clubes de deportes compran balones y los implementos de entrenamientos, por tomar como ejemplo. Otro detalle por el que estudiaran nuestro club y su objetivo, se debe a que se han visto casos de clubes que son abiertos con el propósito de hacerse con ese presupuesto.

    - En cierto modo si nos queremos aprovechar del club, pero no por el lado monetario – comenta Chester.

El timbre que da fin al descanso se hace presente, obligando a todos a volver a sus clases. Los cinco se van e grupo al ultimo piso, en el transcurso del camino Morrison les fue aclarando lo del presupuesto asignados a los clubes, explicando mejor el motivo por los que el concejo estudiantil es tan estricto y receloso. En fin de cuentas, no querían perder dinero.

    - ¡Hiddeams! – llama alguien a Rei.

Rei busca a la persona que la llama, desde el umbral de la puerta de uno de los primeros salones al inicio del pasillo, se encontraba una profesora. Sus compañeros se van a sus salones, excepto Chester que se queda en el pasillo esperando a Rei que va a hablar con la profesora.

    - Dígame, profesora Juspeczyk – Rei no se encontraba con ella desde el primer día de clases.

    - Veo que tiene un buen grupo – dice la profesora.

    - Si, es un buen grupo.

    - He hizo amistad con uno de los nuevo ingresos.

    - Chester. Perdón. Carroll.

    - Se quien es, es el que ha atormentado al profesor Vélez desde que iniciamos las clases – la profesora ve por encima de Rei para fijarse en Chester.

    - Chester es un buen muchacho – se apresura en defender a su amigo -. Simplemente encontró un hueco en las normativas.

    - No solo el profesor Vélez ha hablado del joven – le contesta la profesora -. Su profesor de biología me conto de la exposición que tuvieron hace poco. Alabo el "magistral" dibujo del cuerpo humano hecho por el chico, pero su defensa no fue tan buena, "aceptable", según el profesor. ¿Sabe por qué le digo esto?

    - No, no lo sé.

    - Esa exposición era en grupo, excepto la de ese chico que termino siendo en pareja. ¿Quién era la pareja del chico? – pregunta la profesora, enfatizando su mirada sobre Rei.

    - Yo – admite Rei -. Yo fui su pareja.

    - No estoy en contra que haga amistades con los nuevos estudiantes, o los viejos – agrega de inmediato -. Lo que si no apoyo es que ponga en juego sus notas, usted es una de las mejores estudiantes. Conozco a su padre, estoy segura que él no permitirá que sus notas bajen.

Rei agacha la cabeza, sin saber que responder para defender a su amigo.

    - Le aconsejo que tenga cuidado, sobretodo cuando se trata de sus notas.

Rei da la vuelta para volver a su clase, a unos metros la esperaba Chester, sonriendo y tarareando una tonada.

    - Tal vez tenga razón, profesora – dice Rei, se da nuevamente la vuelta para ver la cara de la señora Juspeczyk -. Chester me ha ayudado en algunos malos momentos, lo ha hecho sin esperar nada a cambio. Como lo haría todo un amigo – le da una rápida mirada a Chester -. Creo que seria algo despreciable, si yo abandonara Chester solo porque quiero sacar buenas calificaciones. Mis notas no ha bajado, siguen siendo buenas. Si es necesario, ayudare a Chester a sacar buenas calificaciones como el me ha ayudado a dibujar sonrisas en mi rostro – Rei sonríe ampliamente -. Espero que no le moleste. Permiso para retirarme.

Rei deja a la profesora para irse con su compañero.

    - ¿Ocurre algo malo? – le pregunta Chester.

- No, todo bien.

    - ¿Ella es profesora de que materia?

    - Es profesora de historia – sonríe Rei -. Lo gracioso es que ella es de nacionalidad polaca.

    - Ya veo lo gracioso – dice Chester -. Profesora polaca nos enseña la historia de nuestro país.

Dibujando SonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora