Capitulo 16

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    - ¿Por esa razón no habías venido a clases? – pregunta Morrison antes de explotar en risa.

Rei y Chester miraban la escena sin intervenir, Alemán tenia ganas de reír junto a Morrison, pero temía que Stinson se molestara y la ofendiera.

    - Rei te ha rechazado tantas veces que ya no es divertido, y aun así faltaste a clases por tres días – Morrison no para de reír, su risa es contagiosa.

Alemán no aguanta más y se ríe, trata de hacer pasar su risa por una tos. Chester los acompaña en la burla, se ríe con ganas, aunque su risa no es de burla. Rei mira a Stinson, el mueve los hombros, como en aprobación para que ría con todos los demás, y así lo hace. Los cuatros chicos se ríen, mientras el quinto joven los observa reservándose los comentarios.

    - Stinson, eres patéticamente gracioso – dice entre risas Morrison.

    - Al menos yo tengo el valor de confesármele a una chica – se defiende Stinson.

    - Por si se te olvida, yo tengo novia – le informa Morrison.

    - Tienes razón, casi la olvido. ¿Qué tal si un día pautamos para poder presentársela al unicornio que tengo en mi casa? – le dice con ironía.

    - Me encantaría conocerlo – responde Morrison -, estoy seguro que es tan agradable como tu relación con Rei.

    - Eso si debió doler – masculla Chester.

La mirada asesina repara en Chester, intimidándolo y haciéndolo callar.

    - Si, si, muy gracioso, Rapunzel – rebusca Stinson -. Al menos Rei es real, no como tu "novia". Ninguno de nosotros la ha visto.

    - Yo la he visto en fotos – interviene Rei -. Creo.

    - Yo todavía sigo conociendo a los que estudian en mi clase – dice Chester -. Hay una chica que sabe trabajar con un rotoscopio.

    - Yo apenas si los conozco a ustedes – comenta, tímidamente, Alemán.

Los cuatro se giran para verla, lo que provoca que ella se sonroje.

    - En fin, olvidando eso – interviene Stinson -. Te burlas de mí porque he sido rechazado por Rei, pero te jactas de una relación de un año con una chica que nunca hemos visto.

    - Esa relación es real, no fantasiosa – dice Morrison haciendo énfasis en la ultima palabra -. No la ves porque esta en otra sección.

    - Rei y dientes locos son de una sección, tú eres de otra sección, OYE VIOLETA – grita a una chica que pasaba por ahí -, ella es de otra sección, y aun así los veo a todos. Incluso a tu mentira.

    - Estoy dispuesto a presentarte a mi novia cuando sea –dice Morrison -. Solo que no lo hago por la misma razón que Violeta se fue casi volando, me avergüenza que sepan que te conozco.

    - Otro golpe directo a los riñones – masculla Chester.

    - ¡Tú cállate! – le advierte Stinson -. Soy alguien espectacular, soy el amigo que todos quieren tener, el yerno que toda suegra sueña, el novio que toda chica anhela...

    - El alumno que todo profesor quiere ver reparando – interviene alguien.

Detrás de Stinson se encontraba la profesora Juspeczyk.

    - Profesora jutzpickence – pronuncia Stinson.

Unos ojos fríos e inexpresivos tornan con los de Stinson.

    - Es Juspeczyk – corrige la profesora -. Se puede saber que están haciendo.

    - No hacemos nada, profesora – se apresura a decir Morrison -. Solo conversamos como grupo.

    - Nada, ¿dice? – Morrison siente que las piernas se le van al estar en la presencia de esos ojos penetrantes -. Hace poco escuche que alguien gritaba y una de las estudiantes casi que corría por los pasillos. Cuando salgo los veo a ustedes cinco reunidos, haciendo no sé qué, y dice que no hacen nada.

Ninguno de los jóvenes sabe que responder, la mirada de la profesora los intimida.

    - Me sorprende que ustedes cinco estén reunidos – inquiere la profesora -. Son de diferentes secciones, en vez de estar reunidos con los de su misma sección se reúnen con otros.

    - Eso se debe a que soy la piedra angular de este grupo – interviene, con soberbia, Stinson -. He reunido a estos tipejos para apoyar a mi querida Rei.

    - Como me gustaría que fuera así de interesado por sus estudios – dice la profesora -. Si las tratas con ese mismo interés ellos no lo rechazaran y no faltara tres días a clases.

    - Damas y caballeros, no es necesario que cuenten porque eso fue un nocaut directo – bromea Chester.

    - Profesora – se apresura Rei.

    - Las paredes tienen oídos, escuchan todo. Incluso a los animales que se escabullen por el lugar.

Rei y Chester comparten una mirada de complicidad.

    - El timbre sonara pronto, diríjanse a sus salones – les aconseja la profesora.

Los chicos obedecen, avanzan para ir a sus respectivas aulas.

    - Hiddeams – llama la profesora -. ¿A que se refería Stinson con eso de apoyarla?

Rei no esta segura si decirle la verdad a la profesora. Pero si sabía que se escabullo con Chester la primera semana de clases, de segura sabia sus intenciones de abrir un club.

    - Nosotros – titubea Rei -. Nosotros queremos abrir un club y ayudar a otros.

La profesora ve a los otros cuatro chicos, todos esperaban a Rei para subir juntos.

    - Ya veo.


Dibujando SonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora