Los cinco estudiantes van de camino a la oficina de la profesora Juspeczyk, en la mañana le pidió a Morrison que fuera con ella al final de clases para una información importante. Cuando Morrison les aviso a sus compañeros, lo primero que pensaron fue en la reciente pelea de Chester, ese tipo de actos están prohibidos.
- No creo que la profesora se haya enterado de la pelea - comenta Stinson.
- Hablamos de la profesora Juspeczyk, estornuda y ella sabrá si usaste un pañuelo o no para cubrirte – comenta Morrison.
- La pelea sucedió fuera del colegio.
- Después de ser propagada por todo el colegio – expone Morrison.
Rei se le acerca a Chester.
- Pienso que no deberías asistir – sugiere Rei.
- Pensé lo mismo – contestas el chico de la sonrisa -. Pero ella me vio esta mañana, sospecharía.
- Tienes razón – repasa Rei -. Es que no quiere que cierren el club, me gusta mucho.
- Aún recuerdo a esa Rei que no quería estar en el club porque hizo sentir mal a Stinson, ¿dónde quedo esa Rei?
- Un chico que no para de reír me motivo a seguir – comenta con risa -. Así que puedes culparlo a él por hacer desaparecer a esa chica – termina con una sonrisa de alegría.
Morrison toca la puerta de la oficina y espera hasta que le den la orden de entrar. Los cinco jóvenes se quedan de pie ante la profesora, todos ocultando a Chester.
- Me alegra verlos – saluda la profesora - ¿Por qué esas caras tan largas, que no son el club Dibujando Sonrisas?
- Es que hoy fue un día duro – se apresura a decir Morrison -. Hoy empezaron los exámenes de final de lapso.
- Lo sé, estuve presente cuando se acordó esta fecha – le espeta la profesora -. Pero no los traje para hablar de eso, es de algo más importante – un frío corre por el cuerpo de los chicos -. Es sobre algo que se ha estado comentando últimamente por el colegio – Morrison cruza una mirada de confidencialidad con Stinson -, y ustedes están involucrado en ello – Juspeczyk coloca unos papeles en su escritorio -. Hablo del día del fundador.
Los chicos respiran aliviados, todos sueltan un suspiro sospechoso.
- Nos gusto muchísimo lo que hicieron la ultima vez y queremos que se repita – la profesor extiende su brazo para entregarle los papeles a Morrison -. Cuento con usted, señorita Alemán.
- Y al principio no nos querían dejar abrir el club, ahora mírenlos – masculla Stinson.
- Hemos tenido muchos inconvenientes con algunos clubes, por eso dudamos de todos. Primero tenemos que estudiarlos, evaluarlos antes de darles el sí, o el no – responde sin alterarse -. Es similar a confesársele a alguien que a uno le gusta, primero se averigua si el sentimiento es mutuo, de esa forma no sufrir inconvenientes.
Por más que lo intentaran, a sus compañeros le cuesta no reírse o mirar a Stinson. No quieren burlarse en su cara, ya que él los mira con recelo.
- Volviendo a los que importa – la profesora vuelve con Alemán -. Cuento con usted para que adorne todo de manera impecable.
Sí, sí, yo lo hare – responde alegremente la chica -. Déjelo en mis manos.
- Maravilloso, Morrison tiene los lineamientos, guíense – les aconseja la profesora -. ¿Por qué se esconde, Carroll? ¿Puedo verle la cara?
Sus compañeros abren paso para que Chester pueda ser visto por la profesora.
- ¿Puedo saber que le pasó? – suena más a una orden que a pregunta -. Y no me vaya a decir que se cayó.
Chester es interrogado por la mirada de la profesora, piensa en mentirle, es lo mejor que puede hacer por el club.
Estuve en una pelea – confiesa.
- Así parece – repone la profesora -. Y se ve que fue usted quién se llevo la peor parte en esa pelea.
- Herí el orgullo de esa persona – agrega, con una sonrisa -. Así que no salí tan mal.
La profesora lo mira a los ojos, clavando esa mirada fría en el chico.
- Para la próxima evite la pelea para que no termine así – dice, retomando su mirada en Alemán -. Tienen 20 días, así que pónganse manos a la obra. Me asegurare de que no sean molestados para que puedan terminar lo más pronto.
Chester cruza miradas con la profesora antes de salir de la oficina.
- Claro, chico sonrisa pelea y nadie dice nada, pero si lo hago yo llaman a mis padres y a un psiquiatra – brama Stinson.
- Posiblemente no sabe que su pelea fue con Reinaldo – le comenta Rei.
- Creo que lo sabe, pero no dijo nada – interviene Chester -. Lo vi en su mirada, lo sabe, aun así no hablo de ello.
- Tal vez está más interesada en la fiesta, que es sumamente importante, que en una pelea pasajera – comenta Morrison, entregándole los papeles a Alemán -. Olvidemos un momento eso y preocupémonos por la tarea que se nos asigno.
- Tengo que decirlo, no es justo – chilla Stinson.
Rei se acerca nuevamente a Chester.
- ¿Por qué crees que no dijo nada?
- No estoy seguro, pero lo vi en sus ojos – responde Chester.
- Ella supo cuando nos escabullimos al teatro la primera vez, así que no me extrañaría que no sepa de la pelea.
- Y con eso tampoco dijo nada – comenta Chester -. Con eso si debió regañarnos y sancionarnos, pero no lo hizo.
- ¿Por qué?
- Favoritismo – exclama Stinson -. Es eso.
- Deja de llorar – le dice Morrison.
Chester y Rei se miran.
- No creo que me ame a mí – dice Chester.
- A mí… - Rei no sabe que decir.
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Dibujando Sonrisas
Teen FictionRei es una adolescente que esta por empezar su primer año de bachillerato, preparándose para los retos que éste trae, la presión de los profesores, el odio de algunos compañeros de clases, y el control de sus padres. Todo cambiara cuando conozco al...