Capitulo 12

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Encerrada en su habitación, Rei practicaba al piano con su dibujo hecho por Chester. Practicaba cada vez que tenia tiempo, cuando no estaba ocupada estudiando para alguna evaluación o cuando lograba liberarse de sus padres.

Alguien toca la puerta de su cuarto, para no ser descubierta se aseguraba de ponerle el seguro a la puerta, esconde el dibujo debajo de la sabana para ir a abrir la puerta. Quita el pasador, detrás de la puerta esta su hermano.

    - ¿Qué pasa? – le pregunta Rei.

    - Nada, simplemente estoy aburrido y quiero molestarte – responde Jin.

    - Estoy ocupada.

    - ¿Qué? ¿Haciendo qué? – interroga Jin.

    - No es cosa tuya- responde ella, empujando la puerta para cerrarla.

    - Tengo más fuerza que tú – dice Jin poniendo el pie en el marco da la puerta -. Respete tu espacio personal tocando la puerta, pero debido a mi autoridad como hermano mayor entrare de todos modos – empuja la puerta entrando a la habitación.

Rei se mueve a un lado para no ser llevada por delante por su hermano, que sin pedir permiso se acuesta en la cama.

    - ¡Tú tienes tu propia cama! – exclama Rei.

    - Si, lo sé, pero allá estoy solo y aburrido.

    - Entonces busca algo que hacer, podrías buscar trabajo. Así tal vez no te aburras tanto.

    - ¿Trabajar? ¿Para qué? Para eso tengo dos lindos padres con mucho dinero que están dispuestos a comprar todo lo que yo quiera – Jin se acomoda mejor en la cama, agarra una almohada y se la coloca debajo de la cabeza. De esa forma logra ver el rostro de su hermana -. Siempre y cuando yo haga los que ellos quieran.

    - Si lo dices de ese modo suena feo – comenta Rei.

    - Todavía eres una niña – dice Jin -. Cuando crezcas conocerás bien los caprichos de papá y mamá – le sonríe -. ¿Me buscarías agua?

    - ¡No! – responde de inmediato -. Baja y búscala tú mismo.

    - Vamos Rei, se una buena hermana menor – Jin mete ambas manos en sus bolsillos.

    - Me niego a hacerlo, no soy tu esclava.

    - Seria un favor, de hermana a hermano – Jin hace silencio repentinamente -. ¿Ese es el teléfono de la casa?

    - Parece ser que si – contesta Rei.

    - Entonces ve a contestar – le ordena su hermano.

Rei se disgusta con su hermano, entre dientes iba insultándolo, reprochando su flojera y desinterés. Baja las escaleras y se apresura en contestar el teléfono. Levanta el auricular, pero del otro lado de la bocina no hay nadie, colgaron.

    - ¡YA QUE ESTAS AHÍ ABAJO APROVECHA PARA TRAERME AGUA! – grita Jin desde arriba.

Rei cuelga el auricular, se enoja con su hermano, pero se enoja más con ella misma por no darse cuenta que era su hermano quien estaba llamando para hacerla bajar y buscarle agua.

    - ¡ERES UN IDIOTA!

Jin se ríe a carcajadas retorciéndose de la risa en la cama. Agarra la almohada para acomodarse, también agarra la sabana para estar más cómodo.

Rei sube las escaleras con un vaso de agua en la mano, murmurando molestias hacia su hermano. Entra a su habitación, Jin esta sentado en el borde de la cama, en sus manos tiene el dibujo del teclado. Jin levanta la mirada, viendo con frialdad a su hermana. Rei no sé sabe que decir, tampoco sabe como reaccionara su hermano y cuales acciones tomara.

    - Recuerdo que te quieran el piano cuando pasaste a segundo año – dice Jin -. Según papá te distraías con él y por eso no estuviste entre los diez más inteligentes de tu colegio. Te lo quitaron para que te concentraras más en los estudios –Jin aprieta con fuerza la lamina.

Rei siente miedo a que su hermano rompa la lámina a varios pedazos.

    - Eso lo sé, no he descuidado los estudios – se apresura en decir -. Practico después de estudiar o en ocasiones así cuando estoy sola en casa.

    - ¿Llevas tiempo practicando con esto? – pregunta Jin, dejando sin habla a su hermana -. ¿Me estas diciendo que llevas tiempo practicando con esto en secreto?

    - Si – afirma ella, cerrando sus ojos -. No he olvidado la música, sé que mis padres quieren que sea buena estudiante y quiero complacerlos, por eso deje de tocar el piano. Pero en el fondo sigo queriendo tocarlo, no he podido desprenderme de mi amor por la música – los ojos se Rei se comienzan a aguar -. Por favor no le digas a mis padres.

    - ¿Decirle a mis padres? ¿Y permitirles que arruinen tus sueños otra vez? – Rei siente la mano de su hermano en su cabeza.

    - ¿Ah? – Rei abre los ojos, su hermano la ve con una sonrisa -. ¿No estas molesto?

    - ¿Molesto? – repite Jin -. En parte si, me molesta que no me contaras, ¡por favor! Soy tu hermano y yo te apoyare.

    - Jin – susurra Rei, lanzándose sobre su hermano para abrazarlo.

    - Vas a arrugar mi camisa – bromea su hermano -. Me gustaría saber, ¿dónde sacaste ese dibujo?

    - Lo hizo un amigo para mí – responde Rei.

    - ¿El mismo chico que te dibujo?

    - Si, el mismo. ¿Por qué?

    - No, por nada – contesta Jin -. Me agrada ese chico, un día debo conocerlo.

    - Tal vez te lo presente.

    - Seria bueno, así podre estrechar la mano de mi cuñado.

    - ¿Tu qué? – la cara de Rei se torna roja -. Chester no es nada mío, es solo un amigo.

    - Así que se llama Chester – dice Jin -. Me alegra que no sea ese chico problemas de la otra vez. Aunque debo admitir que es gracioso.

    - Hablas de Stinson.

     - ¿Ese fue el que trabajo mariachis queriendo conquistarte? – dice recordando lo que sucedió -. Fue algo tan gracioso, en especial cuando mamá llamo la policía.

Rei también se ríe al recordar aquella noche.

    - Rei – la llama Jin, se acerca y la toma por los hombros -. Sin importar que pase, no renuncies a tus sueños. Olvídate de lo que diga papá y mamá, es tu vida, no la de ellos, así que disfrútala – Jin la suelta y se dirige a la puerta -. Te dejo para que sigas practicando.

Rei se alegra que su hermano la apoye y las cosas no resultaran como ella pensaba.

    - Muchas gracias, Jin.

    - No te preocupes – le responde -. Yo te apoyare en cualquier momento, no dejare que arruinen tus sueños – la sonrisa de Jin desaparece, su semblante decae -. Con que arruinen los sueños de uno de nosotros ya es suficiente.

Dibujando SonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora