Capitulo 18

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    - Me siento orgullo de ustedes – dice el profesor Vélez -. Han sido muy buenos alumnos, me siento tan orgulloso de ustedes.

    - Nosotros nos sentimos orgullosos que usted sea nuestro profesor – adula Lintper.

    - Soy todo un sentimental – asegura el profesor -. Tan solo se irán de vacaciones por navidad y yo aquí despidiéndome como si terminara el año escolar.

    - Eso demuestra el cariño que tiene por nosotros – vuelve a intervenir Lintper.

El timbre suena por todo el colegio, pero lo que más se hace escuchar es la felicidad de los estudiantes por irse a disfrutar sus vacaciones.

    - Creo que esa fue mi oportunidad de conseguir algunos puntos con el profesor – bromea Chester.

    - Es posible – afirma Rei -. Aun no supera ver que infrinjas sin infligir el reglamento.

Los dos comparten risas burlonas. Toman sus pertenencias y salen al pasillo. Una horda de estudiantes caminan apresurados para salir del lugar.

    - ¡Chicos! – los llama alguien a lo lejos. Ellos se voltean y ven a Morrison -. Espérenme.

    - ¿Feliz por las vacaciones? – pregunta Chester.

    - Se podría decir que si.

    - No suenas muy emocionado – dice Rei.

    - No mucho – confirma Morrison -. En navidad mi familia suele ir al campo a visitar a los abuelos. Durante este mes seré un adolescente campesino.

    - Suena interesante – dice Chester -. Santa dejara muchos regalos bajo el árbol para ti.

    - Mi familia no cree en esa tradición. No nos gusta celebrar una tradición ajena a la nuestra.

    - Típico del chico inteligente que se cree superior a otras culturas – interviene Stinson.

    - ¿Cómo haces para apareces sin que nadie se de cuenta? – pregunta Chester.

    - Es una habilidad que desarrolle para poder escapar y entrar a la casa sin que mis padres se den cuenta que estuve patinando – dice Stinson, teniendo en su mano la patineta.

    - Luego soy yo el que se cree superior – objeta Morrison -. Hola, Alemán. Nuevamente siendo arrastrada por la fuerza por éste ser.

    - Yo trato de socializar con las personas – argumenta Stinson -. No como tú, Grinch.

    - Primero que nada el Grinch se roba la navidad, contrario a mi. En segundo, no celebramos con un árbol de navidad porque esa tradición le pertenece a los europeos del norte que los usaban para representar el Yggdrasil, y cuando los primeros cristianos llegaron a esas tierras acogieron la tradición. En tercer lugar, ¿Por qué discuto contigo?

    - Yo ni discuto, deje de prestarte atención antes que hablaras de una historia que a nadie le interesa y no aporta nada – dice Stinson, ignorándolo para ir con Rei -. Mi querida Rei, lo que más deseo esta navidad es que seas tú el ángel en la punta de mi árbol.

    - Amigo, eso si que sonó horrible – dice Morrison arrugando la cara -. Cuanto doble sentido tienen esas palabras.

    - ¿Qué? No me refiero a eso.

Dibujando SonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora