capítulo 19

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    - ¿Cómo la pasaste en navidad?
De maravilla – afirma -. Vine acá al parque a dibujar a las personas, gane una buena cantidad de dinero. Pero lo perdí en los caballos – bromea.

Los dos jóvenes se ríen.

    - ¿Y cómo la pasaste tú estas navidades?

    - La celebre con mi familia – contesta ella -. Mis padres hicieron una fiesta, asistieron casi todos mis familiares.

    - Suena a que te divertiste mucho, Rei.

Rei no contesta, se mantiene en silencio por largo tiempo. Ella y Chester observan a las personas que están por el parque, no muy lejos de ellos hay dos niños jugando con un balón de futbol.

    - Si mi hermano no hubiera estado ahí conmigo – dice Rei, tomando por sorpresa a Chester –, esa fiesta habría sido horrible para mí. A veces pienso que soy la oveja negra de la familia.

    - O tu familia son ovejas negra y tú la blanca – dice Chester soltando una carcajada -. Algunos llegamos a ser distintos a nuestros familiares, es común que pase.

Rei sonríe.

    - Si, tal vez tengas razón – asegura ella.

    - La tengo. Créeme, no te imaginas a cuentas familias he dibujado – dice Chester, arrugando la cara -. Algunas tienen niños distintos a sus padres. Hubo un niño que creía que yo podía darle vida a los dibujos. No te imaginas la tortura que fue eso, y sus padres ni intentaron detenerlo, sólo cuando casi me muerde.

Rei se ríe sin parar, hasta el punto en que sus ojos se llenan de lágrimas y le duele la barriga.

    - ¿Ves que no tienes de qué preocuparte? – dice Chester, soltando una sonrisa que lo caracteriza -. Lo único por lo cual nos debemos preocupar es por el club.

Rei para de reír, se mantiene seria mirando a Chester.

    - Si, tienes razón – contesta suavemente -. Mañana volvemos a clases. Empezaremos con el segundo lapso y es posible que nos den los parámetros para mantener el club.

    - Chester comienza a reírse sin parar, asustando a Rei. La chica lo mira sin comprender el motivo de su risa.
    
- Lo siento – se disculpa limpiándose una lagrima -. Es que cada vez que me imagino cinco chicos que lo único que tienen en común es el lugar donde estudian, estallo en risa.

    - Creo que tenemos algunas cosas en común.

    - A ver, dime una.

    - Rei se pone a pensar, buscando algo que todos tengan en común. Chester la observa con una sonrisa curiosa.

    - No lo puedo creer, tienes razón – afirma -. Ninguno tiene nada en común.

    - Te lo dije – dice Chester -. Stinson es un skater-rebelde-sin-causa; Morrison es un chico estudioso conocedor de datos que nadie busca conocer; Alemán apenas está aprendiendo a hablar; tú quieres volver a recuperar tu sueño de tocar piano libremente; y yo soy un dibujante que aspira triunfar con lo que ama.

    - Es verdad, cada uno tiene gustos diferentes – Rei sonríe, una buena sensación la invade -. Creo que ahora lo entiendo – la sonrisa de Chester se esfuma -. Lo importante no es estar con personas que compartan el mismo pensamiento, gusto, actitud o sueños; lo importante es estar con personas que, aunque no compartan nada en común, sepan llevársela bien sin poner sus diferencias por delante.

Chester vuelve a sonreír. Rei lo mira, su expresión le da más seguridad en lo que acaba de decir, por ello le devuelve la sonrisa.

    - Oye, Rei – dice Chester, en un tono poco habitual en él -. Tal vez esto sonara algo raro, es normal, no es lo que se debería decir en un momento así, pero – Chester traga saliva, sonríe -. Pero sonaste como el profesor Vélez.

    - Eres un bobo – dice golpeando su hombro.

Ambos se ríen sin parar.

    - Hablando del club – interrumpe Rei -. Decidimos abrirlo para quedarnos hasta tarde y así usar el piano del club de teatro, pero luego el objetivo cambió. La nueva meta del club es ayudar a otros, ¿crees que lo logremos?

    - A decir verdad, empezamos todo esto por un deseo algo egoísta – admite Chester -. Cuando vimos el cambio que hicimos en nosotros mismos por un bien común cambiamos el objetivo – Chester sonríe -. Estoy seguro que nos ira bien, podrás practicar con el piano y podremos ayudar a muchos alumnos. Ya lo veras.

Rei le sonríe.

    - Me encanta tu seguridad en ver lo positivo – dice Rei, sorprendiendo a Chester -. Se hace tarde, debo regresar a casa.

    - Nos vemos mañana en clases.

    - Hasta mañana.

Rei se levanta, se limpia la parte posterior del pantalón y da un paso para irse.

    - Antes de que te vayas – dice Chester -. Creo que si tenemos algo en común – la mira a los ojos -. Y eso en común que tenemos eres tú.

Rei se sonroja.

    - ¿Por qué dices eso?

    - Sólo piénsalo. Stinson esta enamorado de ti, u obsesionado; la línea es poco visible – agrega eso ultimo casi en un susurro -, a Morrison le caes bien, Alemán te apoya por la forma en la que la tratas, y yo quiero que recuperes tu sueño.

Rei sonríe, se siente algo apenada.

    - Prepárate para mañana – le dice Rei, emprendiendo la marcha.

    - Claro, mañana será un gran día escolar.

    - No me refiero a eso, hace dos días fue el cumpleaños de Stinson – le informa la chica -. Te molestara para que le des un regalo, sin importar que hayan pasado tres días.

Dibujando SonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora