El ritmo de la canción que suena es lento, son pocos los que bailan, algunos están sentados y la gran mayoría de estudiantes ya se han ido. La fiesta se aproxima a su fin, y junto con ella este lapso estudiantil.
En el último piso cinco jóvenes recogen los adornos empezando por la pancarta con la enorme sonrisa.
- ¿Por qué hiciste esto? – pregunta Stinson, desamarrando la pancarta.
- La respuesta, mi amigo, está soplando en el viento – comenta -. Para que todas sepan que todo esto lo hizo nuestro club.
- Tú lo que quieres es presumir tus habilidades – espeta Rei.
- Eso también es verdad – afirma Chester -. Hacer esto es mi marca registrada.
- ¿Te llevo mucho tiempo hacerla?
- Me alegra que preguntes, querida diseñadora – dice Chester -. Me llevo una semana hacerla, tuve que darle muchos detalles y…
- Sí, sí, ya entendimos – lo interrumpe Stinson -. Deja de parlotear y terminemos con esto que quiero irme a casa.
- Tony, no te alteres – sugiere Rei -. Esto no llevara mucho tiempo.
- Lo sé, pero tener que quedarme hasta tarde para desacomodar todo me hace pensar que somos los esclavos de estas personas – chilla Stinson.
- Yo no lo veo así – le dice Alemán. La chica se agarra del barandal, observando todo el lugar con una sonrisa -. Yo lo veo como un triunfo, empezar siendo unos completos desconocidos, a terminar siendo los primeros a quienes buscan para que realicen todo esto – extiende sus brazos señalando la institución.
Todos se toman un minuto para contemplar lo que hicieron, todo lo que adornaron, el tiempo que les llevo hacerlo.
- Tú lo ves así porque eres la de las ideas al organizar todo – comenta Stinson, doblando la pancarta hacia Chester.
- Nadie te obliga de hacer esto – responde Alemán -. ¿Por qué lo haces?
- A parte de Rei – masculla Morrison.
- Sencillo, porque me dieron los dos puntos que me faltaban para pasar castellano – Stinson palmea sus manos con euforia.
Eso los hace reír.
Chester dobla con cuidado la pancarta, la guarda en su mochila, se recuesta del barandal y suspira.
- ¿A qué se debe ese suspiro? – le pregunta Rei.
- No es nada – contesta -. Sólo pensé que éste es el ultimo día de clases, después de hoy nos iremos de vacaciones y no nos veremos en un buen tiempo.
- No es para dramatizar, estas vacaciones no durar más de dos semanas – le recuerda Morrison.
- Eso es verdad, pero… – Chester deja la frase en el aire.
- ¿Pero qué? – pregunta Rei.
- Ya me había acostumbrado a reunirme con ustedes después clases, planear lo que íbamos a hacer para mantener el club y… - Chester vuelve a dejar la frase en el aire -. Y ahora nos toca parar por este corto tiempo.
- No conocía ese lado dramático tuyo – dice Stinson, provocando las risas.
- Tampoco nos reunimos todos los días – agrega Alemán -. Lo hacemos cuando no tenemos clases en las tardes o tú no desapareces misteriosamente.
- Ella tiene razón, desapareces sin decir nada – inquiere Stinson.
Chester sonríe, abre su mochila para guardar la pancarta, hace espacio sacando su libreta de dibujos.
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Dibujando Sonrisas
Ficțiune adolescențiRei es una adolescente que esta por empezar su primer año de bachillerato, preparándose para los retos que éste trae, la presión de los profesores, el odio de algunos compañeros de clases, y el control de sus padres. Todo cambiara cuando conozco al...