Mi Mundo Bajo Tus Alas (Daryl Dixon)

17.❤Sin duda amaba a esa chica.

Sus besos era de esos que te hacen cerrar los ojos inconscientemente, de los que son especiales e únicos y de los que te hacen sentir tanto amor con cada contacto.

Sin dejar de atender a sus finos y rosados labios la recostó sobre su cama con la mayor delicadeza que tenia y poco a poco, para no hacer las cosas rápidas y así hacerla disfrutar, fue acariciado su vientre bajo su blusa con sus ásperas manos que la provocaban caricias que la mataban. Cuando sus besos se dirigieron a su cuello, la hicieron gemir de placer y al escucharla automáticamente sonrió como bobo enamorado.

¡Dios! Esta chica lo volvía loco.

Se deshizo de su camiseta, dejando ver su perfecto y formado torso ante los ojos de la rubia, volvió a los labios de la joven mientras ella acariciaba su pecho haciéndolo estremecer, dirigió sus manos a sus mejillas profundizando el beso con su querido cazador y él la agarro por su trasero volviendo así a escucharla gemir en sus labios.

Sin duda la amaba.

Le quito la blusa despacio cuando dejaron de besarse para mirarse, tenían los labios inchados y más rojos de lo normal, sus cabellos ya estaban despeinados y su ropa desordenada, pero no por ello dejaron de verse, para los ojos del otro, perfectos.

Cuando ella sintió sus manos en su piel, la hicieron estremecerse con cada caricia y con cada beso que él la brindaba, pero cuando esas mismas manos se dirigieron al cierre de su short, pudo sentir como los nervios que sentía aumentaban.

_ Tranquila nena... _beso su mejilla para hacerla ver que no tenía nada por lo que ponerse nerviosa y ella cerró los ojos lentamente al sentir sus labios en contacto con su piel._

Volvieron los besos en los labios mientras cada uno se deshacía de la parte de abajo de su pareja, ya ambos estaban en ropa interior y aquello hizo que la muchacha enrojeciera y ocultará su rostro bajo sus manos.

_ No te tapes. _dijo mientras retiraba sus manos de su lindo rostro._ Si supieras lo hermosa que eres.

Su voz ronca pero a la vez tan sexy la hacían desearlo más de lo que ya lo deseaba y escucharlo gruñir de placer... Juraba que nunca había oído algo más hermoso y excitante al mismo tiempo.

Su cazador la volvía loca, quería tenerlo a su lado toda su vida y que pudieran envejecer juntos, verlo todos los días por el resto de su vida.

_ Tu también eres hermoso Daryl Dixon.

Le quito el sujetador y comenzó a chupar, lamer y succionar sus pezones, emitía gemidos uno detrás de otro provocándole mucho más a Dixon, pues su erección ya era bastante notable. De vez en cuando, dado a sus movimientos sus intimidades rozaban, haciendo contacto, lo cual provocaba aun más gemidos por parte de los dos enamorados.

Daryl hizo un recorrido de besos desde su cuello hasta la parte que nadie había invadido todavía y ser el primero lo llenaba de alegría, pues ella le entregaría aquello que para una mujer, es un paso muy importante, era la oportunidad de demostrarla el amor verdadero que sentía por ella, amándola por sus actos.

Porque esto no era simplemente sexo, la haría el amor como nunca se lo había echo a nadie.

Deslizó sus bragas con sus dientes sintiendo el nerviosismo de la chica y acaricio aquella zona prohibida haciéndola suspirar. La miro a sus preciosos ojos cristalinos y la beso mientras introducía lentamente uno de sus dedos en su interior.

_ Ah... _ahogo un pequeño grito en los labios del cazador._ D-daryl... _gimió al sentir el segundo dedo en ella._

Él la besaba en cada zona de su cuerpo intentado que olvidará el dolor y se centrará en el placer que estaba a punto de sentir. Y sin duda sintió algo inexplicable con los movimientos de su chico dentro de ella, se sentía muy bien, malditamente bien y que Daryl la estuviera besando solo hacia que fuera todavía mejor.